The Real Pussy Wagon

Soy de una generación en la que las niñas soñábamos que nuestra vida era un musical. (Y no sólo de niña, que a los 30 años, sigo poniéndole música a muchas situaciones de mi vida o si no, mirad alguno de mis posts). En esa época, la reina era, sin duda, Olivia Newton-John (qué tipín! qué pelo!), que nos hizo soñar, cantar y bailar en el autobús camino al cole, en el recreo, en los pasillos de Jesuitinas…

Yo devoraba musicales cuando era una cría, y la culpa la tiene mi madre, (como de casi todo, la pobre, jajaja) que me trajo Grease para que la viera. “Gris”, que nombre más raro pa una peli de amor! Claro que… brillantina? (qué narices es eso?) En fin, el caso es que la vi y me encantó. Grease lo tenía todo. Quise ser Sandy y si no, Frenchy, aunque qué palo lo del pelo rosa… ooops. De los chicos el que más me gustaba era Kenickie, que ni cantaba ni bailaba, pero es que a mí me han gustado siempre más los serios, los malotes... (mmm… a lo mejor viene de ahí). Yo quería formar parte de un gang llamado “Las Damas Rosas”, o las rojas, o las verdes… que más da! Seguramente lo que más me gustaba de todo era la idea de ligar con la banda de los chicos, conociéndome. (Quince años después me compraría en Inglaterra una camiseta rosa que con purpurina decía: “The Pink Ladies”)

A partir de Grease, cada vez que íbamos al video club del Corte Inglés, me separaba de mi family para ir a estudiarme la estantería de los musicales. A Grease le siguió Chorus Line, West Side Story, Grease 2, Flashdance… y por supuesto Xanadu!

Al igual que mi amigo sushi, quedé trastornada “por la hortera legión de patinadores bailaores a cuatro ruedas” y más, si cabe, por el rollo musa del Olimpo. Me dediqué entonces a diseñar mi disfraz de musa para ponerme en las fiestas venideras de disfraces que nunca hubo… A mí es que lo de disfrazarme me chiflaba! Y es que el principio de la peli es un flipe (al loro con el final del clip con el choquecico, cómo nos gustaría hacer eso a más de una con más de uno…)

Este post me lo inspiraron recientemente tres de los comentaristas de este blog: Goliadkin, Sushi y Alboroque. A ellos se lo dedico y les doy las gracias. También se lo dedico a Fontelles que no hace mucho llevaba a los ELO en el coche, y a Angelo, que se compró un llavero de Pussy Wagon, aunque se tratara del coche de Kill Bill. (El auténtico lo tenéis aquí)

(Tenéis un montón de enlaces con más videos chachis en los comments de “Ciao Veintitantos”)