lunes, 30 de noviembre de 2009

Facebook love (1)

Hay un chico en Murcia que me encanta y he averiguado su nombre y apellidos. Lo voy a buscar en el Facebook.

Anda, pues sí, está. Y con foto. Qué guapo. Suspiro. Me recuerda a Chris Martin. Suspiro. Lo miro. Suspiro otra vez.
...

Un mes después lo busco de nuevo… sigue ahí.

¿Y si lo añadiera como amigo? Oye, que no es tan disparatado. A mí me piden amistad un montón de tíos que no conozco… a los que, por otra parte, no suelo aceptar, ni me quedo con sus caras ni nombres pero… ¿Y si lo añado como amigo? El “no” ya lo tengo, ¿qué podría pasar? ¿Qué pierdo? Es gratis ¿no? Así le doy la opción de que me conozca. La decisión queda en sus manos. ¡La pelota está en su tejado!

Pensará “¿quién narices es esta tía?” o peor… “Bah, la mirona ésta, pesada”. Pero bueno, así en cierto modo se fija en mí, ¿no? Que piense en mí, e incluso que hable de mí, aunque sea mal.

Venga, lo añado. Va.

Ya me estoy imaginando nuestra primera conversación:
- Él: Hola… ¿te conozco?”
- Yo: Todavía no
- Él: ¿Y por qué me has añadido?
- Yo: Porque eres guapísimo.
(Es que yo en los chats me crezco y soy la mar de ingeniosa)
La cosa seguiría más o menos así:
- Él: ¿Quedamos?
- Yo: Pues… vale!
Y ya, a partir de ahí, en cuanto me conozca, el enamoramiento será TOTAL, se dará cuenta enseguida de que somos tal para cual, poco después se vendrá a vivir a casa, me presentará a su familia, la boda, los hijos… Lo típico.


Como en una semana no me haya aceptado vuelvo a insistir.

domingo, 29 de noviembre de 2009

La boda de Esther

Para alguien como yo, no es lo mismo ir a la boda de una amiga que a la boda de un familiar. Son situaciones totalmente distintas. Y es que en las últimas bodas familiares me he convertido en algo que no me gusta… un espécimen único: la única prima que va, la única hermana que tiene, la única chica soltera.

Esta afirmación se pone de manifiesto ya desde el principio del día, desde el que yo considero el peor momento de una boda: la llegada a la iglesia. Que si dónde te has dejao el novio, sobrina, que cómo tú tan guapa y tan lista sin novio, tú la siguiente, el ramo pa ti y papanatismos varios.

En las de las amigas esto no pasa, y es un alivio que no veas. Es hasta divertido cuando nos juntamos las 13 con el taconazo y la pestaña levantá. Y que nos miren, y que murmuren, y que intenten adivinar quiénes de nosotras estamos solteras. Pues de las 13, Esther fue la cuarta en casarse, por lo que ¿entienden ahora esa especie de protección que siento cuando estoy con ellas? Las solteras seguimos siendo mayoría entre mis amigas.

He de decir que la boda de Esther fue emocionantísima. Y es que se casaba con su noviete de la playa de cuando eran críos. Habían estado quince años sin verse, se reencontraron una noche tonta de un miércoles hace un año (soy testigo)… y todo fue volver a empezar. Va a ser que la historia de Esther nos hizo creer en eso del amor y tal… aunque sólo fuera durante la media hora que duró la ceremonia.

Luego ya fue la comida, el vídeo, la tarta… y llegamos a mi parte favorita: el bailoteo y la barra libre, donde ya no me acuerdo ni del amor, ni de vestir santos, ni de que yo una vez tuve vergüenza. Y es que con canciones de Rafaella Carrá, La madre de José y "Vivir así es morir de amor" se acabaron los romanticismos que, como dice la gran María Jiménez, ahora ya… mi mundo es otro.

Dos o tres copas después y aprovechando un infumable pasodoble de Manolo Escobar, me volví discretamente a mi mesa, para sentarme, sacar los pinrelillos de los tacones y mover los dedos con el fin de asegurarme de que seguían ahí… También miré el móvil para ver cuántos chuquis me habían llamado o mensajeado preocupándose por mí. Cero, qué sorpresa. De repente, una voz de una señora detrás de mí: “Rosa, ¿qué haces ahí tan sola?”

-“Yo no soy Rosa, soy Conch”
- “Ay, es que os confundo, como sois tantas. ¿Y tu pareja?”(Mierda, no he venido preparada, me he dejado la lista con las respuestas en casa)
- “Pues… ahm… es que yo no tengo pareja”.
- “¡No me lo creo!”
¡Me encanta esta mujer! Hasta que de repente…
- “Pues mi hijo está como tú, y eso que es ordenao, tiene los tres idiomas (¿?), es jefe de departamento y se va a sacar el doctorado. Tiene 37 años pero no los aparenta y tengo unas ganas ya de que se case…Mi menor, de 34, es que tiene ya novia, que si no, te lo ofrecía. Pero el mayor vive conmigo, a ver si un día te lo cruzas por la calle y…”- “Y surge el amor, ¿no?”-sonreí resignada.

Cuando conseguí volver a la pista de baile acabé ligando con el más gay de la boda. Siempre igual, que si yo fuera hetero, que eres la mejor, tan guapa y tan genial, que los hombres no nos merecen, que si quieres casarte conmigo si a los 35 no has encontrado a otro… Si es que soy como Barbara Streisand, jolín, un maldito icono gay.

Horas después, reventaíca, confusa y medio desmoralizá por lo acontecido, volví a casa, tacones en mano. Tardé una media hora en quitarme las 234 horquillas que componían mi moño y aún así, ahí seguía, intacto. Buena laca, me han dicho. Sin maquillaje y casi sin poder mantenerme en mis doloridos pies me miré al espejo y me pregunté, entre otras miles de cosas, quién será la próxima en casarse.

jueves, 26 de noviembre de 2009

Acción de gracias

Hoy a mi ensalada le voy a echar pavo y también un poquito de maiz... celebraré así, a mi manera, mi especial Día de Acción de Gracias.

Y ya que estoy, desde aquí le doy las gracias a:

- Alboroque, por organizar ese curso tan chulísimo de cocina japonesa que hice el fin de semana pasado.

- Mary the Kiwi, por esa paciencia, por ayudarme tanto y aderezarlo todo con esa alegría y esa carcajada.

- Sushi y la Vecina, por ser tan auténticos, tan divertidos, tan tal para cual... y por escucharme.

- Luigi, por ir conmigo a conciertos raros y a muchos sitios... chulérrimos todos ellos.

- Moñino, por acompañarme a casa y por el cariño que me da... a pesar de todo.

- Loles, por ser tan bonica y haberme invitado a tarta y chocolate por su cumple.

- Lorca, por declarar festivo el 23 de Noviembre. Se agradece un descanso.

- Carmen, por compartir a su hijo de 2 meses conmigo, que hasta lo trajo a mi casa y tó!

- Alcázar, por todos esos consejos, esos momentos de risa y estar ahí, con la tontería.

Besos a todos ellos.

miércoles, 25 de noviembre de 2009

Dos años de Bitter Conch


Lo que empezó hace dos años como la mayor parida que se me pudo ocurrir jamás, ha acabado siendo tan esencial en mi vida que todavía no me lo creo.

Empezaba yo esta bitácora más aburrida y más sola que la una en Yecla con el Rollito Carrie Bradshaw y ¡quién me iba a decir a mí! Hablaba de NY (¿dónde estuve yo este verano?), de tener una casa sin puertas, de sus chuquis... (¡mejor corramos un tupido velo!) de la importancia de acudir a acontecimientos sociales... y por último, de su curro y me repito: ¡Quién me iba a decir a mí! Y es que todavía, a veces, me sigo sorprendiendo de lo que me está pasando... ¡la vida es chula! chulérrima!

Este año he escrito algo menos que el primero, principalmente por ese verano de desconexión voluntaria. También he pasado un año muy distraída, lo sé. Pero el otoño me trajo muchas cosas buenas, entre ellas, la respuesta a muchas de mis preguntas.

El récord de comentarios lo obstenta el post de las Calabazas de Halloween (62 a día de hoy) y, aunque confieso que pensé que gustaría, no imaginaba hasta qué punto. Gracias a todos.

De este segundo año, y en un ataque de narcisismo, os pondré mis posts favoritos (que sé que también son los vuestros), en orden de aparición:

- Que si el invierno viene frío, porque una de esas parejas está casada ya, y otra tiene fecha.
- 10 años, principalmente por sus comments

Al mismo tiempo, además de ser hoy la festividad de San Crispín (verdad, sushi?), también hace hoy un mes que publiqué mi primera columna en La Opinión. Con lo cual, para celebrar todos estos eventos he decidido crear una página de fans en el facebook, en la que espero veros muy pronto.

Saludos, abrazos, besos y muchísimas gracias, que al fin y al cabo, todo esto no sería posible sin todos vosotros.

martes, 24 de noviembre de 2009

La vuelta al mundo en bici

De la manera más tonta, esta noche he acabado en una conferencia en el edificio Moneo. Se trataba de la Vuelta al mundo en bicicleta de Claude Marthaler, un suizo que ha acabado conquistándome.

Sólo le llevó 7 años, saliendo de Suiza en dirección a Japón: que si toda la antigua URSS, China, Asia Central.. y todo el Tíbet, y que si también pasó por la India ya que estaba... Eso la primera parte, acompañado de unas fotacas propias de National Geographic y unas escenas de sufrimiento y penuria que me recordaban tanto a Pekin Express...
En la segunda parte de la presentación nos contaba cómo de Tokio voló a Alaska, y de ahí, Rocosas abajo, encontrándose con los greatest frikis habidos y por haber. La de gente que hay por el mundo recorriéndoselo en bicicleta. Incluso un matrimonio con una hija de 3 años, yuju!

De América del Norte a América del Sur, Andes pa abajo, para luego cruzar a Sudáfrica (lo cual me recordó el supuesto plan del verano 2010...). De Sudáfrica para arriba pasando por países que hoy en día están en guerra y cuidándose muy mucho de no pillar ninguna enfermedad, hasta llegar a Marruecos. De Marruecos a Gibraltar, y de Gibraltar a casa, siete años después.

A todo esto, que no os lo he dicho, pa entender al payo había que saber cuatro idiomas. Que el tío se supone que hablaba en español, pero te colaba frases en francés como si nada, palabros itañolos y vocablos claramente alemanes. Mi Alcazarita sufría momentos de desconcierto y a punto estuvo de optar por la desconexión, pero no debía y, a su manera, supo sacar provecho de esta cómica situación. Yo le intentaba aclarar los giros a modo de intérprete: Benzina es gasolina, musicante viene del alemán, gioia es alegría... y él también pillaba cosicas: adivinó que el telaio era el cuadro de la bici y supusimos que cuando mencionó el manubrio se refería al manillar...

Aún así, hemos supuesto que el payo estaba trasmitiendo muy buenas ideas: muy filosóficas, sencillas pero extremadamente profundas. Hablaba de lo espiritual, de la soledad, de la humanidad, de la pobreza (la povertad, más concretamente), de las cosas que pueden tener en común gente muy diferente que ni siquiera puede comunicarse por medio de palabras, de cómo es la vida del nómada, la vida natural, del contacto con la tierra madre (el orden de los factores...) y cómo descubres que seguramente el hombre es un "incidente de la evolución"... Una pena no haberlo entendido del todo, que seguro que decía cosas preciosas. Aún así, lo que decía, me ha chiflado la conferencia. Tanto es así, que por mucho asquito, miedo, frío, repulsión... que me hayan dado algunas fotos o situaciones, creo que me gana la fascinación y la libertad de este tío. Y el hecho del viaje en sí, qué ganas tengo ya, amigos. Yo en bici no sé, pero me cogía un año sabático ya pa escaparme de Lorca y meterme al mundo en la mochila.

lunes, 23 de noviembre de 2009

Todavía no te conozco


No me sorprende, no todo dura.
Se me ha roto el corazón tantas veces que he perdido la cuenta.
Me he convencido de que sí, me he convencido de que no.
Me emociono y luego me decepciono.

He intentado con tanta fuerza no perder la cabeza.
Se me han ocurrido un millón de excusas.
He pensado en todas las posibilidades.

Y sé que algún día todo ocurrirá.
Me harás currármelo para que trabajemos juntos para que funcione.
Y te prometo, nene, que te daré mucho más de lo que reciba.
Es sólo que... todavía no te conozco.

Tendré que esperar, no me rendiré.
Supongo que es mitad cuestión de tiempo, mitad cuestión de suerte.

Donde quiera que estés, cuando llegue el momento adecuado,

tú aparecerás de la nada y entrarás en mi vida.

Y sé que podemos ser tan increíbles

Y que, nene, tu amor me va a cambiar

Y ahora veo todas las posibilidades.

De alguna manera sé que todo ocurrirá.
Me harás currármelo para que trabajemos para que esto funcione.
Y te prometo, nene, que te daré más de lo que reciba.
Es sólo que todavía no te conozco.

Dicen que en el amor y en la guerra todo es justo
pero yo no voy a luchar
Va a salir bien y estaremos siempre unidos
...

He aquí la traducción de la nueva canción del novio de mi amiga Sonia, el Sr Michael Bublé. La canción es marchosica y tal, entre chochona y happy-clappy, o si no, fijaos en el vídeo rollito Love in the supermarket que tiene su punto. Ahora, ya en serio, he de decir que le tomo la palabra a él y a mi amigo Luis Alcázar, que siempre me dice que en cualquier momento salta la liebre. Personalmente espero que sea antes del 17 de julio, que menudo temazo lo de la bodica de mi hermano, menudo temazo.

De momento voy a subirme la pestaña y echarme perfume que tengo que salir un segundico al Mercadona...

domingo, 22 de noviembre de 2009

El Feisclub


No fui la única en hacer doblete, que conste, que la noche del pasado miércoles estaba Murcia llena de Gunillas, Vips, Bans y otras vidas de crápula. Resultó que coincidieron dos acontecimientos de postín en el mundo fiestero murciano y yo tenía que ir a los dos. Estoy hablando del segundo aniversario del 609 y de la inauguración del Faceclub.

Llegué ya tarde al 609, qué se le va a hacer, pero como BAN que soy (VIP en jerga temporánea), no podía dejar de celebrar el 2º aniversario de un bar en el que he vivido tanto, no ya por lo allí acontecido, que también, sino por las horas que he pasado dentro. Y es que al 609 lo llaman “El agujero negro”, pues se pierde la noción del tiempo. Otros dicen que ahí siempre son las tres de la madrugada… y eso es lo que parecía el miércoles cuando llegué, ya al final de fiesta, con las bandejas de comida casi vacías y un ambientazo casi-nocheviejero.

Hablando de Nocheviejas, nuestro segundo destino no lo pisaba yo desde aquella en la que puse a Dios por testigo de que nunca jamás volvería. Y no es que rompiera mi promesa, no nos equivoquemos, que yo fui a otro local: el Faceclub. Envuelta en un halo de intriga y emoción que me recordaba a la primera vez que entré, me coloqué mi chapita-invitación y me dispuse a ver lo que este nuevo garito me ofrecía.

Se llamaba Rosa Rosae la primera vez que fui y tendría yo unos ocho años. Fui con el cole, con un programa de la radio, me acuerdo yo. Y era emocionante, ¡estaba en una discoteca de verdad!

La siguiente vez fue a los doce, cuando Archi era la discoteca light a la que íbamos los sábados de 7 a 9 de la noche. De esa época recuerdo las miles de fantas que me bebería, las ridículas coreografías con MC Hammer y Vanilla Ice, los primeros ligues (“¿quieres rollo con mi amigo?”) y los urinarios que había en las paredes a modo de plafón.

De la época universitaria me quedo con las fiestas rastafaris en De Nai Clú, con sus paredes de tigre, su música súper bailable y toda esa gente guapa… Gente guapa que se casó, se puso a criar y recuerda el “Nai” cuando toca contar batallitas. Gente guapa que no llegó a conocer el DNC, el Dance, y por eso guarda de él un buen recuerdo. No como yo, que lo único que guardo del DNC es una consumición que no gasté custodiada en mi monedero desde hace dos años. Y es que el DNC no me molaba. Me fastidiaba pagar tantísimo por una copa malísima que no me iba a tomar mientras escuchaba “música” de timbales y ahuyentaba moscones. Moscones que normalmente no eran de Murcia y estaban ahí engañados, confundidos, preguntándose cómo habían acabado en ese antro indescriptible.

Pero eso era antes, que la copa que me tomé en el Faceclub por la face me supo a gloria bendita.

Ya la entrada es distinta, pues se accede por un lateral. Para los que conocemos todos sus rincones renovación tras renovación cuesta ubicarse al principio. Pero está chulo, tiene una luz especial y me gusta cómo han redistribuido el espacio. Se acabó la forma de martillo con la base de techos bajos y zonas oscuras, ha llegado New York a Murcia, con barras centrales, buena iluminación y un discjockey situado en el centro que disfruta viéndonos bailar. Otra novedad es el escenario, donde una banda buenísima amenizaba la velada con temazos de toda la vida: Play that funky music, I will survive, Celebration… Agradecí eso, que no fueran las típicas gogós ibicencas y tragafuegos, buaj.

Sigue habiendo zonas pero hay más movimiento y más visibilidad, genial para cuando apatrullas siendo miope. Siguen estando los buitres de siempre (el Plastificao, el de la Chaqueta, Luis Filipe, el Duque de Feria…), las tigresas, no en las paredes sino en la ropa, y los excesos de siempre: silicona, alguna que otra cardada y alguno que otro con muy poca ceja… pero el miércoles eran menos y se dispersaban entre la gente normal y guapa que aún queda, vaya que sí. Puede que me equivoque, pero me confieso entusiasmada. A ver. Ojalá volvamos a tener una discoteca de verdad en el centro de Murcia.

sábado, 21 de noviembre de 2009

En abril, dices.

Esta mañana escuché en el jardín de tu casa una canción que decía algo parecido a lo que venía pensando mientras tú leías un libro.
Y me quedé sin palabras.
Porque no tuve ni tengo el valor de decirlo: Que me hubiera casado contigo, de habérmelo pedido. Y luego me he ido y me han venido de golpe las cosas que te hubiera dicho, las cosas que nunca te digo porque siempre me pasa lo mismo. Y luego me he ido y me han venido de golpe las cosas que te hubiera dicho, las cosas que nunca te digo porque siempre me pasa lo mismo.


- ¿Cómo dices que se llama esta canción?
- De momento abril.
- Abril, vaya.



Esta noche voy a ver a La Bien Querida en el Auditorio.

martes, 17 de noviembre de 2009

Operación Campanile

Mamen se creía que venía a Murcia a pasar el finde. Incluso tenía hora pa hacerse las mechas en una peluquería murciana que le encanta.

"Llévate el abrigo, nena, que nos vamos a una casa rural en Moratalla"- le dijo su novio. No fuera a ser, que como buena madrileña hiciera la madrileñada de traerse el bikini, con eso de que en Murcia hace más calor y que aquí sí hay playa (vaya, vaya).

Viernes tarde y el novio se la lleva al aeropuerto de Barajas.
- "Ah, pero es que vamos a Murcia en avión? esto es nuevo".
- "Tú calla".

Y aparecieron en Bolonia y después en Florencia. Y el novio que no se despega de su mochila en todo el finde. ¿Qué llevará en la dichosa mochila? ¿Algo de valor quizás?



Mamen al tercer día se mosquea, que de repente ya es domingo y aquí no ha pasao na, que este viaje pa qué es, que lleva ya dos días dando vueltas por Florencia con su novio con mochila, cuando precisamente el finde anterior había estado en Roma, que está ya de Italia hasta el moño... y encima con una raíz de dos dedos... ¿qué hacemos aquí, nene?
- "Ale, a subir el campanile, bonica".

Y Mamen, más tensa que Marco en el Día de la Madre, sube ligerica y sin rechistar los 414 escalones del Campanile de la Catedral de Florencia.

Al llegar allí, con unas vistas de quitarte la respiración, a las 6 de la tarde, repican campanas... de boda. El novio entonces hinca la rodilla, le saca un anillo y le pregunta: ¿quieres casarte conmigo?

Más tarde, Mamen, eufórica, me decía al teléfono: "Mira, porque ya está pillao y es tu hermano, pero yo... te lo recomiendo!"

Y eso, que se me casa mi hermano (pequeño, ejem), dentro de exactamente 8 meses.

Hoy da comienzo la OPERACIÓN CAMPANILE.
(8 meses, 8 kilos)
(Deseadme suerte)

lunes, 16 de noviembre de 2009

Give me more


La columnica del último domingo causó estragos y sobre todo, una puesta de petardico en el culo a algún que otro maromo que se dio por aludido. Que ya está bien, hombre. Es que a veces...

Siento no escribir con la frecuencia que a algunos nos gustaría pero es que estoy liá, no, lo siguiente! Es por trabajo, sí, pero también por razones familiares, asuntillos caseros, eventos sociales, encuentros pseudoamorosos (jeje), reuniones con amigos (Dios las bendiga) y mil cosas en el cabezón que hacen que caiga rendida todas las noches. Tengo mucho que contaros pero necesito tiempo para ordenarlo.

Que no me quejo, eh? que esto es guay y hasta os lo deseo. Y para alegraos el momento, os dejo una canción que me encanta y que se la dedico a todos aquellos en los que pensásteis cuando leísteis el post anterior a éste.

Jodida pero contenta, de mi adorada tocaya Buika.

Niño, porque me haces mucho daño
Porque me cuentas mil mentiras
Y porque sabes que te veo
Tú a los ojos no me miras
Y porque nunca quieres nada
Ay, que a ti te comprometa
Yo te voy a dar la espalda
Para que alcances bien tu meta
Que yo me voy porque mi mundo me está llamando
Voy a marcharme deprisa
Que aunque tú ya no me quieras
A mí me quiere la vida
Yo me voy de aquí...

Jodida por contenta
Tú me has doblao pero yo aguanto
Dolida pero despierta
Por mi futuro
Con miedo pero con fuerza
Yo no te culpo ni te maldigo, cariño mío

Jodida pero contenta
Yo llevo dentro una esperanza
Dolida pero despierta
Pa mi futuro
Con miedo pero con fuerza
Que a partir de ahora y hasta que muera
Mi mundo es mío
Ay, este mundo mío.

Give me more, I want more, give me more now
Y con tormento y sin dolores
yo voy haciendo camino
Y que la brisa marinera
me oriente hacia mi destino
Así es que me voy bajando
pa la orillita del puerto
Y el primer barco que pase,
que me lleve mar adentro
Y en este planeta mío
Este en que tú gobernabas
Yo ya he clavao mi bandera
Tú no me clavas más nada
Déjame vivir...
Jodida por contenta
Tú me has doblado pero yo aguanto
Dolida pero despierta por mi futuro
Con miedo pero con fuerza
Ay, yo no te culpo ni te maldigo, cariño mío

Jodida pero contenta
Yo llevo dentro la esperanza
Dolida pero despierta
pa mi futuro
Con miedo pero con fuerza
Que a partir de ahora y hasta que muera
mi mundo es mío
Ay, este mundo es mío.

domingo, 15 de noviembre de 2009

La cruda realidad


Creo que me estoy acercando a la clave, a la respuesta a la sempiterna pregunta de por qué no tengo novio. Estoy a punto de encontrarme con la cruda realidad: Que es que no hay quien se enamore de mí. Junto con la puntualidad, se ve que es un don que no tengo, un gen que he perdido, una neurona que he gastado.

O si no, veamos. En los últimos años me he cruzado con tres tipos de tíos: los que no tienen tiempo, los que no viven en Murcia y los que acaban de dejarlo con la novia.

El que no tiene tiempo te dice que le encantas pero que por su horario laboral le es imposible tener una relación y hasta quedar contigo. Te pasarás una media de seis meses mandándole mensajitos recordándole que existes y pidiéndole, siempre de manera sutil y elegante, que te haga un hueco en su apretada agenda (“Joooo, ¿y yo cuándo te veo? Sabes que te puedes quedar a dormir en casa”). Puede que algunos te los conteste, o que incluso te llame, y hasta te suelte que le “debes una cerveza” o “una conversación” o que ha estado en tal restaurante al que algún día te llevará. Y te emocionas. Pero pasa el tiempo, y te auto-convences de que no es que no le moles, es que en su vida no cabes, pero ni tú ni nadie. Y te muerdes la lengua, las uñas y te sientas sobre las manos para no coger el móvil y llamarlo. Un día tontorrón, cuando llevas dos meses acostumbrándote a su ausencia, tu coraza se resquebraja al encontrarte a una amiga tuya compañera suya de trabajo y le pides que le dé recuerdos de tu parte. “Sabes que tiene novia, ¿no? Desde hace meses. Bufff, y enamoradísimos, duermen juntos todas las noches.”

El que vive lejos. Después de que él haya venido a verte y tú a él, justo cuando la cosa empieza a funcionar, justo cuando le propones algo tan loco como dedicar tus ahorros y todas tus vacaciones a ir a verlo y aunque sea, tener una relación tipo liberal, cool, de hasta que uno se canse… Pues él se cansará, en ese mismo instante. Pero no te lo dirá, en su lugar te contará la milonga de que “es imposible”, que va a ser muy difícil volverse a ver, que su trabajo y tal… Al poco tiempo, fisgoneando su perfil del facebook te enterarás de que está en Murcia… pero que ha venido a ver a otra. Poco después, no sólo se habrá mudado sino que también estará poniendo fecha de boda.

El que acaba de cortar con la novia. Esos son los peores. Son capaces de estar tirándote la chinica al tejado durante meses hasta que un día ya no puedes resistirte, y eso que el tío ni te gustaba. Pero te parece tan tierno, tan necesitado de tu amor, tu alegría de vivir y tus consejos. En algún momento te dirá incluso que tú eres distinta, un oasis en el desierto y toda la pesca. “Pero es que lo último que quiero ahora es algo formal, además… no tengo corazón”. Y te dejas, porque te mola, porque huele muy bien, y porque de vez en cuando pone cara de gato de Shrek. Porque además con el tiempo se enamorará de ti, porque tú le haces reír y olvidar malos rollos y eres la solución a sus problemas. Tú además no le presionas, te estás dejando querer y has de comportarte como su mejor amiga. Entonces, de tan amigos, un día te oirás a ti misma preguntándole si quiere volver con su ex. Y antes de que puedas pararlo te dirá: “Pues la verdad es que la echo de menos”. Y si no es con su ex, se acabará yendo con otra, y para siempre. Tú dale tiempo.

Conmigo los hombres encuentran el amor… al dejarme. Parezco un curso puente. Parece que tienen que pasar por mí para decir: “Vale, esto es lo que no quiero en la vida”. Se ve que no tengo esa capacidad para retenerlos, para enamorarlos, vaya. Voy a tener que hacer como Rob Gordon, el protagonista de Alta Fidelidad, que re-visita a sus ex para preguntarles qué es lo que había hecho mal, por qué lo habían abandonado.

martes, 10 de noviembre de 2009

Buika en Cartagena


De mis dos tocayas cantantes, Concha Buika es mi preferida. Lo tenía más o menos claro, pero esta afirmación se hizo definitiva el sábado pasado cuando la vi actuar, tras Hiromi Quartet, en el Festival de Jazz de Cartagena.

Concha Buika aparecía ataviada con un vestido negro imposible que le dejaba hombros y espalda al descubierto. Se posaba descalza sobre una alfombra, con el pelazo trenzado enrollado y unos anillos enormes que le brillaban en cada una de las manos.

No le acompañaba Chucho Valdés, pero bueno, nos fiamos del guapetón que se trajo. Un tal Señor Melón*, nos pareció entender más tarde, cuando nos lo presentó.

Empezó con el Volver de la peli con el mismo nombre, para luego hacer el Volver, Volver de Chavela Vargas, que de eso se trataba, que el nuevo disco es un homenaje a la leyenda de la canción mexicana (pero costarricense de nacimiento). Cada canción de Buika era un escalofrío tras otro. Qué voz más preciosa tiene, madremía. Antes de cada canción le daba un trago a su copa y brindaba con nosotros por el amor perdido, el no correspondido, el amor loco, los grandes amores, los pequeños... lo cual le proporcionaba una magia incomparable al Teatro Circo...

Y antes de que llegara El Último Trago, deleitó a las tropecientas mujeres que allí nos reuníamos con canciones como Las Simples Cosas, Vámonos, Tú Volverás (El Sr Melón sale en este vídeo!), Sombras, Cruz de olvido y por supuesto la preciosísima Se me hizo fácil.

El Señor Melón o como se llamara el pobre hombre acabó siendo aclamado por el público, que el tío lo hacía maravillosamente bien. Y a la Buika se le veía encantada con él, que la tía se puso a hacerle fotos en medio del concierto, y pasando de los otros músicos. Que les haga fotos su madre, parecía.

Terminó el concierto y la Buika nos dedicó un solo que no nos merecíamos, o por lo menos yo. Y es que cantó Ojos verdes a capela. Y eso fue ya la escarpiada máxima.

A pesar de lo fantástico que fue el concierto, Noe y yo no pudimos evitar echar de menos La falsa moneda y por supuesto, Mi Niña Lola.

Por esta última canción le dedico este post a mi prima Ague, que sé que le encanta y también porque acaba de ser mamá de una niña monísima llamada Marta.


*Más tarde me enteré de que se llamaba Iván Lewis "Melón" González, o sea, que lo oímos bien.

lunes, 9 de noviembre de 2009

Julie, Julia y yo

Me compré la novela en Nueva York este verano pero no me ha dado tiempo ni a empezarla...

Ayer fui a ver la peli de Julie y Julia y... ¡No me he podido identificar más!

A ver, pa los que no habéis visto la peli: Se trata de dos historias: una ambientada en París en los años 50, que interpreta maravillosamente la igualmente maravillosa Meryl Streep y otra de ahora, en Nueva York, interpretada por Amy Adams, que también me encanta. (Me parto cuando la recuerdo en Encantada, qué risa).

Bueno, pues Julie, el personaje de Amy Adams, el del siglo XXI, es una pobre desgraciadilla así como yo, sólo que ella vive en Queens, está casada, es flacucha con el pelo corto... bueno! A lo que iba! Resulta que la paya está que se pincha ahí en los Queens, más sola que Perry, aburridísima, con un trabajo de mierda y con unas amigas con las que no conecta, entonces qué decide hacer? Pues lo que hacemos algunas, lo mismo que yo hice hace 2 años cuando vivía en Yecla: EMPEZAR UN BLOG.

Ella lo que pasa, gran diferencia, es que por lo menos en principio le da un fundamento a su bitácora, una especie de proyecto gastronómico con fecha de caducidad. Yo, como sabéis, no. Yo empecé a soltar mis memeces por el mero hecho de desahogarme y aquí sigo... sine die.

Dentro de las similitudes, la más gorda quizá, la que más gracia me hizo es la del huevo. A la paya no le gustan, como a mí. Ahora, la tía valiente se cocina uno con una pinta que me hacía retorcerme en el sillón del cine ¡y se lo zampa!... Yo no creo que fuera capaz de comérmelo pero hey, lo que dicen, que el cocinar te hace adorar, si cabe, más la comida. Con lo cual, y por mucha apetencia que me dio verla ahí entre ollas preparando unos platos suculentos, creo que no debería empezar a cocinar. Acabaríamos muy mal, que tengo que ponerme a régimen de una vez por todas.

Otros momentos que me encantan y con los que me identifiqué muchísimo es cuando ella siente la necesidad de tener comentarios, cuando habla de la gente que le escribe, de la relación que tiene con ellos y de como su vida empieza a girar en torno al dichoso blog sin querer. Vamos, que me iba al pelo.

Os recomiendo que la veáis, pero también que vayáis cenados porque... tela.

Sale una tarta...

La maldad


Mi primer colegio era mixto, con comedor, en las afueras de Murcia. Fui muy feliz allí e hice muchísimos amigos que a día de hoy conservo, o que, como mínimo, me saludan por la calle. Con alguna coincidí en la carrera, y con otro salgo los fines de semana. A algunos me los encuentro de bares, a otros solamente el día del Bando, y a otros casi a diario en el facebook. Y eso que me fui de allí cuando tenía once años.

Fue un error de mi madre, ella misma lo reconoce, cambiarme de cole para hacer lo que antes era 7º y 8º. Ya no era necesario el comedor, éste estaba en el centro y era… sólo de niñas. Con el poco conocimiento que puede tener una criaja de 11 años, ya desde el primer momento el cole nuevo me olió a chamusquina. El primer día de curso, sin saber dónde ir, me metí en un aula que no era la mía. Al pasar lista y ver que no me nombraron, la profe de turno me dijo que estaba en 7ºC, “al final del pasillo”. Y ahí que lo atravesé, solica, andandico, cagaíca de miedo, hasta llegar a un aula abarrotá de niñas contándose emocionadas las batallitas estivales. Entonces me descubrieron en la puerta y se hizo el silencio. Sepulcral. (¿Dónde hay un sitio? ¿Dónde hay un sitio? ¡¿Dónde hay un maldito sitio?!) Finalmente localicé uno y, sin levantar los ojos del suelo, me dirigí a él, observada por la atenta mirada silenciosa de 35 niñas arpías.
- “Joer, ya se me va a sentar la nueva delante” – oí detrás de mí.
-“Si te molesto me lo dices”- le dije más chula que un ocho acostao a una cría de lo menos catorce años y más grande que mi vida.

Así comenzó todo. Así, en ese colegio, conocí la maldad.

Se echaba de menos a los niños. Faltaban risas en las clases y sobraban los cuchicheos. Era otro rollo: más competitivo, más envidioso, con más mala idea. Yo tenía la sensación de no estar a salvo, de ser observada, de estar cagándola a todas horas. Una vez, incluso, fui agredida en el aseo por una chulica: me estampó la cabeza contra el grifo mientras bebía agua porque se enteró
de que yo era prima del que le gustaba…

Los grupicos de amigas estaban muy bien definidos y a la mínima, una de sus miembros se pasaba a otro, con la consiguiente venganza del grupo que abandonaba, para luego, al mes, volver al mismo y ser amiguísimas, como en Sensación de vivir.

Y lo que pasa, que al poco tiempo me convertí en una malota paranoica más. Yo, que no había roto un plato en mi colegio feliz de las afueras, de repente empecé a suspender –cada evaluación dos cates distintos, no por tonta sino por tocapelotas- a copiar, a decir “¡no es justo!”, a contestar a los profesores, a reírme de ellos, especialmente del de inglés al que nos encantaba sacarle los colores. También me echaron de clase… No duré mucho, que hasta el cura del barrio sugirió que me sacaran de ahí.

Igual de poco me duraron las amistades. Ni por facebook ni tu tía. Hoy en día la única amistad que guardo de ese colegio es de una que se fue cuando yo, pero a Alicante. (En aquella época, sin móviles ni tuenti, estaba lejísimos). Gema, que ahora vive en Madrid, me felicitó por mi columna la semana pasada.

En el instituto, con ca uno de su padre y de su madre en clase, aprendí que no era nadie, que la vida no gira alrededor de mi ombligo y que, antes de dramatizar y mostrarle al mundo lo histérica y bruja que puedo llegar a ser, he de pensar en las consecuencias de mis actos.

Hoy, veinte años después, las niñas de ese colegio no me saludan. Las veo en los mismos bares que yo hablando con gente que conozco, pero a mí no me saludan. Siguen en sus grupos, me pregunto si por gusto, por inercia, o por miedo a que las rajen cuando se den media vuelta. Me pregunto también si sabrán ayudarse cuando haya un problema. Lo que sí sé seguro es que me estarán leyendo hoy y se estarán dando por aludidas. Puede que alguna hasta me escriba, pero seguramente no será para felicitarme.

domingo, 8 de noviembre de 2009

Hiromi en Cartagena


Anoche fui a un doble concierto dentro del Festival Internacional de Jazz de Cartagena.

Los primeros en actuar fueron los Hiromi Quartet, o más bien la pianista japonesa Hiromi Uehara y sus tres músicos, cada uno venido de un continente distinto: el batería era de Río de Janeiro, el guitarrista de Pittsburg y el bajo de Newcastle... y he de decir que ¡vaya un descubrimiento!

La Hiromi aparece con un vestidico monísimo de amapolas, unos bambos plateados y los pelos de punta, sonriendo. Lo cual le da un aspecto de muñeca manga que no puede con ella. Ya con eso se me dibuja una sonrisa en la cara. Inconscientemente me dispongo a pasármelo bien, esto me va a gustar.

Se sienta entonces, tras mil aplausos y saludos por su parte, rodeada de pianos y entona el nocturno Claro de Luna de Debussy unos instantes... para luego derivar a una pieza suya del mismo nombre. Para que la veáis en acción os recomiendo que echéis un vistazo a esto.

Así empezó un concierto que nos dejó hipnotizadas a Noe y a mí pa los restos. ¡Qué buena es la japanica! ¡Qué manera de mover las manos! Y los gestos que hacía, los bailecicos coquetos, los gemidicos que salían de su boca (¿ese ruidillo es ella? le preguntaba yo a Noe), supongo que del esfuerzo y el sentimiento. ¡Y los saltos! que a veces era como si tuviera descargas, se le iba la olla... Hubo dos temicas que tocó que me produjeron mucha ternura: Una versión de My favourite things (imposible de encontrar en internet) y otra de I've got rhythm, a ver qué os parece.

Tanto me gustó que me compré el CD y lo estoy escuchando ahora mismo. A ver si volviera a Murcia pronto.

sábado, 7 de noviembre de 2009

Cenica Bitterkiwi

Con motivo de que mi amiga Mary había vuelto de su viaje a Corea, organicé una cenica en casa con mis amigas de PW y algún que otro coleguita exótico. Sería una cena de sentarse (muy confiada iba yo en que cupiéramos todos teniendo sólo 6 sillas) y preparada con mucho amor por la Kiwi, la Columnista y Alboroque y con las grandes aportaciones de Noelica, la Gallego y la Rubi.

Al evento, por una cuestión de márketing, le pusimos el siguiente título:

Cenica Bitterkiwi Asiático-Exótica

Y resultó ser un exitazo la tontería. El menú fue el siguiente, a ver qué os parece:

AL CENTRO:
Nachos y salsas: guacamole, mexicana y tzaziki
(Hummus no pudo ser, alguien sabe dónde venden tajine?)
Queso de cabra y mermelada de tomate
Queso camembert para untar

Olivicas, pepinillos, patatis

PLATOS FUERTES:

Ensalada de tofu y germinados

(con aliño coreano de nueces)

Ensalada de cous-cous
Pollo al curry y panecillos de especias

DE POSTRE:
Dátiles con queso philadelphia
Profiteroles con chocolate
Trufas

No contenta con eso, hoy al levantarme he reflexionado sobre las bondades de celebrar la fiesta en casa de una. Vale que soy yo la que se tiene que zampar el desorden y el caos a la mañana siguiente pero... ¡No habéis visto mi nevera! Tengo más comida de la que me merezco! Y lo mejor: el haberme desayunado uno de esos panecillos de especias tostadico con un poquito de aceite... y una trufa, que no cabía en el táper.

Desde aquí, gracias a todas las invitadas, comensales, participantes y ante todo, AMIGAS, por esa cenaca tan chula y por el rato tan chachi que pasamos. También gracias a sushi y a la vecina por aparecer, aunque fuera en los postres.

miércoles, 4 de noviembre de 2009

Ooops!


Achos, la de pringaos que había por las calles de Murcia el pasado sábado, festividad de Jalogüín. La gente no tiene medida. Es que llegué a ver a un hombre entradico en años y en carnes en tutú por la calle!! O pa entradica en todo aquella sesentona disfrazada de viuda alegre en picardías negro con una peluca naranja... por favor! Y luego las manadas de zombies y vampiros... acho, por favor! Pringaos! A mí ni te me acerques que me tocas! Yaiks!

El único que se salva, si eso, fue un camarero del Canadian (el de la peluca no, el otro), que iba maquillado como El Cuervo. Pero eso yo creo que fue porque me trajo recuerdos de uno que el año pasado se disfrazó así y estaba de guapo... ay!

Estando precisamente en el Canadian observando a las pandas de pringaos disfrazaos bailar y ser felices, pasa de repente un chico vestido a lo neo-dandy: blazer con un estampado de pata de gallo muy fino, camisa blanca de cuello altivo, pantalones de pitillo, zapatos de cocodrilo fino algo apuntados, pelo engominado cuidadosísimamente hacia arriba y a los lados, y un foulard de cachemir en tonos azules...

- Nene! cómo mola tu disfraz de Duque de Feria! qué original!- le soltó Alicia.

- No, no voy disfrazado, es que yo visto así.

Me recordó a la historia de Nacho, otro quasi-neo-dandy que, estando de bares en Madrid le entró a una chica diciendo: Macho, cómo te pareces a la pava ésa que canta lo de "Tenía taaaaanto que daaaaaaarteeee"...

- A lo mejor es porque soy esa pava-. La chica se dió media vuelta y se fue.

Imaginaos ahora lo que podría pasar, que esto me lo invento yo ahora: Un chico en un bar conoce a un grupito de chicas monas. Charla que te charla, se ponen a hablar de esto del internet, de los blogs y esas tonterías. El chico entonces, que está muy ciberpuesto les dice: Jo, el blog de Bitter Conch, lo conocéis? Esta semana han llegado unas que se autodenominaban brujas y la han liao pardísima, si es que a nadie se le ocurre, jajajaja.
La cara de las chicas de trasfigura: Nosotras somos esas brujas.

El chico entonces mira a su reloj: Uy, mira la hora! qué tarde se me ha hecho! Bueno, guapas, hablamos, eh? ciao, ciao.

martes, 3 de noviembre de 2009

L'ombelico del mondo


Para todos aquellos que sólo piensan en su ombligo... A bailar!!!

Questo e' l'ombelico del mondo
L'ombelico del mondo
(x2)

E' qui che si incontrano facce strane
di una bellezza un po' disarmante
Pelle di ebano di un padre indigeno
E occhi smeraldo come il diamante
Facce meticce di razze nuove
Come il millennio che sta iniziando
Questo e' l'ombelico del mondo
E noi stiamo gia' ballando

Questo e' l'ombelico del mondo
L'ombelico del mondo
Questo e' l'ombelico del mondo
Dove non si sa dove si va a finire
E risalendo dentro se stessi
Alla sorgente del respirare
E' qui che si incontrano uomini nudi
Con un bagaglio di fantasia
Questo e' l'ombelico del mondo
Senti che sale questa energia!

(Repeat Chorus)

Questo e' l'ombelico del mondo
E' qui che c'e' il pozzo dell'immaginazione
Dove convergono le esperienze
E si trasformano in espressione
Dove la vita si fa preziosa
E il nostro amore diventa azioni
Dove le regole non esistono
Esistono solo le eccezioni
Questo e' l'ombelico del mondo
L'ombelico del mondo

Questo e' l'ombelico del mondo
E' qui che nasce l'energia
Centro nevralgico del nuovo mondo
Da qui che parte ogni nuova via
Dalle province del grande impero,
Sento una voce che si sta alzando
Questo e' l'ombelico del mondo
E noi stiamo gia' ballando!!

A bailar!! Wepa Wepa Wepa

domingo, 1 de noviembre de 2009

Calabazas de Halloween


El debate ya está en la calle: Celebrar o no celebrar Halloween. Yo confieso que me gusta, será por mi anglofilia manifiesta, yo que sé, o porque no hay más remedio que aceptarlo: Jalogüín está ya en todas partes. Comprendo la tirria que le tiene mucha gente -“menuda americanada”-, pero es que… al final es todo lo mismo. Sin querer darles una clase de filología, la palabra Halloween viene de All Hallows’ Eve, uséase Víspera de Todos los Santos así que no nos alarmemos que, como decía, al final se trata de la misma cosa y no le hacemos mal a nadie.

A mí lo que me parece más fuerte que la muerte, y nunca mejor dicho, es que vengan a mi casa niños con el rollo del trick or treat. Trick ha sido mal traducido siempre como truco cuando en realidad se trata de un susto, una faena, una putadilla. Y treat no es un trato, sino una invitación, un regalo. Con lo cual yo me pregunto: si no tienen ni idea de lo que están diciendo, ¿qué pretenden estos niños diabólicos? ¿Que me quite yo el caramelo de la boca para dárselo a ellos? Venga, hombre.

Y es que no estoy de humor. Tras la semana de las emociones, esta ha sido la de las calabazas y los maleficios.

La semana la inauguró mi amigo E, que me llamó para anunciarme que, al no poder con la presión de ser considerado “novio de”, había dejado a su chuqui por sms y en el día de su cumpleaños. “Madre mía – le dije- porque eres mi amigo, pero eso no se hace”. Y me dio la razón. Al parecer, se dio cuenta de su cobardía al ser atormentado por los espíritus de su ex-chuqui y de las amigas de ella en forma de sms que lo maldecían. Las amigas también… menudas brujas.

Otro que no pudo aguantar la presión fue el chavalote con el que mi amiga G salía desde hacía 8 meses. Ocurrió tras una boda y aquí muchas estaréis de acuerdo conmigo: Las bodas nos remueven, especialmente si vas con novio y el tío ni se inmuta con el acontecimiento. Todas, e insisto, todas, esperamos un cambio de actitud a partir de ese mismo instante. Y eso fue lo que le pasó a G, que además cometió el error de soltarle un trick or treat al mozo: “que si tú estás bien así, que si vamos a seguir igual, que si habría que evolucionar, que a dónde vamos, que tú y yo qué somos…” El chavalote entonces se levantó, cogió la puerta y se largó. G le llamó poco después para ver si esto era un trick, un treat un susto o muerte o qué narices. Él le contestó con voz de ultratumba: “La has cagao, nena, la has cagao”. Y nunca jamás se supo.

Otra calabaza le cayó esta semana a mi amiga B, ilusionadísima con su recién estrenado amor de la oficina. Tras un mes de proposiciones deshonestas por parte de él y un apasionado y clandestino achuchón en el almacén, habían decidido empezar a conocerse yendo al cine. Tres días después de este acuerdo, mi amiga toda coqueta le pregunta: “¿a qué peli me vas a llevar? No será una de miedo, ¿verdad?”. Él, con cara de “esto-que-te-voy-a-decir-no-te-va-a-gustar” le responde que ya ha quedado con un colega para ver la de Michael Jackson (¡¿Perdona?!). Mi amiga sonrió pero en realidad se estaba cagando en sus muertos. ¿A qué esperaba para decírselo? ¿no tenía tantas ganas de estar con ella?. “¿Prefieres a un zombie antes que a mí?”. Sabes que el tío le ofreció un plan alternativo… No, se quedó ahí en plan Frankenstein.

Pero no todo son novias cadáver, que también, por la noche, se pueden divisar hombres-lobo, vampiros, muertos vivientes y todo tipo de buitres carroñeros noctámbulos que dan miedo igualmente (o no). El último, anoche en el Musik, se me acercaba, recién afilados sus colmillos, y me entregaba una tarjeta de visita: “Hola, me llamo X, este es mi número de teléfono, llámame esta noche si no quieres dormir sola”. Anda, fantasmón, tira antes de que te muestre el crucifijo e intenta hincarle el diente a otra.

Menos mal que tengo el amor incondicional de Michifú. Estoy que lo tiño de negro, le confecciono un collar de ajos y lo saco a pasear en mi escoba voladora.