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sábado, 29 de junio de 2013

Radio star

Junio, además de otras muchas cosas, está empezando parecer el mes de las entrevistas. Tras la de WIKI en la 7RM, esta semana os dejo dos más, esta vez en la radio.

En primer lugar, porque fue antes y porque se trata de "mi casa", la entrevista que me hizo mi queridísima Mónica López Abellán en su Expreso de Mediodía de Radio Online Murcia, el pasado jueves. Lo tenéis en el podcast de ese día, en la tercera hora.

La siguiente entrevista será este mediodía en Pulsa Radio por las chicas de Müsh magazine!, a eso de las 12 del mediodía. Si queréis escucharnos podéis hacerlo en el 93.9 de la FM o en este enlace.

Y para ilustrar este mini post, inevitablemente...

sábado, 11 de mayo de 2013

Entrevistada en la Shopper

Atención a la página 49... #muyfan #beshopper

Gracias, Claudia y Natalia, por hacerme un huequito en vuestra chulérrima revista.

martes, 23 de abril de 2013

Convertir todos los meses en abril

Desde que empezó abril* la llevo cantando.

La puse en La Cosa Más Bitter de Radio Online Murcia la semana pasada porque además de que habla del mes, me da muy buen rollismo y me recuerda a mi amigo C, que me la dio a conocer.

Porque, atentos a la letra, habla del amor perfecto (porque la idea de la perfección está en cada uno de nosotros) y, en definitiva, el amor más bonito que puede haber.

Por eso, y porque Georgina vino en concierto el jueves pasado (y no la pude ir a ver :( ) y porque hoy es su santo...

Por todo eso y más que se me pueda ocurrir así en un pis pás, aquí tenéis "Menamoré".


*Abril= mes del amor y de los capullos en flor

domingo, 24 de febrero de 2013

De lluvia y truenos

Decía Fleetwood Mac en su canción Dreams que los truenos siempre ocurren cuando llueve. Y es que últimamente me oigo a mí misma tarareando esa canción, que tampoco es que me guste demasiado, todos los viernes por la noche. Este viernes pegó incluso más el cantarla, que resulta que llovió de verdad, sin que me enterara, mientras estaba en la Filmoteca Regional con I, viendo la peli de Grease

Decía que con la lluvia, truena, y que parece que es siempre los viernes. Una vez leí por ahí, que lo de que lloviera los fines de semana tenía una explicación científica y a la vez muy lógica. Algo que tenía que ver con la contaminación y el gasto energético de la semana, que hacía que eso petara los viernes en forma de lluvia, como si de un desahogo se tratara, para volver a la normalidad los lunes. Me pongo metafórica y pienso en mi lluvia mental de los viernes. Tras la semana de curro, de desgaste energético, y de la contaminación que supone la acumulación de trabajo y algún que otro mal rollo, se hace inevitable que los viernes esté dándole vueltas al coco, reflexionando sobre mi vida, mi tiempo, sintiéndome gris, torcida e incluso al borde del lloro si me apuras. Y no soy la única, que tengo amigas que hasta les da fiebre. 

Aun así, por muy cansada y de morros que esté, intento salir y entretenerme, evitando a toda costa quedarme en casa, probablemente atrapada en el sofá hasta las mil, no haciendo otra cosa que maldiciendo mi suerte. A eso me niego, que ante todo hay que vivir, que si entre semana voy loca ¿para qué están los fines de semana? Y que esta Murcia tiene una oferta de cosas para hacer que no hay que perderse, por mucho que la ojera y el dolor de cabeza te pidan descanso y buenos libros. Entonces, en plena lluvia, siempre ocurre el trueno. Tengo la suerte de que siempre acaba habiendo una sorpresa, me surge un imprevisto de los buenos, que hace que cambien mis planes y mi suerte en un pispás.

Hace dos viernes la sorpresa me la dieron, sin querer, J y L que, saliendo del cine, camino ya de vuelta a casa, se encontraron con M y P, y decidieron que irse los cuatro de cañas, justo en el momento que yo les llamé pidiendo que me sacaran de casa. Las cañas acabaron siendo cena sentados (os recomiendo el crepe de café asiático que hacen en el Keki Bocados), y de ahí hubo que pasar a las copas, que no pudieron ser en otro sitio que no fuera La Oveja Negra, donde se inauguraba una exposición con photocall y todo. Y lo que tiene estar rodeados de amigos y las fotos en blanco y negro, que ni se te nota la ojera, ni los malos rollos esos de la lluvia.

Y como dicen, la lluvia limpia, y los sábados siempre me encuentro mejor, pero sigue habiendo sorpresas. Yo, que quedé con las chicas en ir a la fiesta de Singles del Ficciones, acabé cenando antes con ellas en el De3en3, donde de aquí a nada me van a hacer socia de honor. Allí me encontré a D y D, que me secuestraron para llevarme a un cumpleaños… Para cuando por fin llegué a la fiesta de singles ya no quedaban pegatinas verdes de “estoy libre” y me puse una naranja de “ni fu ni fa”, que parece que molaba más. De ahí otra vez a la Oveja y de ahí, a Contracorriente, después de unos mil años.

Cuando me desperté el domingo ya no quedaban ni lluvia ni truenos, brillaba el sol y por fin me volvía a sentir yo, con las pilas cargadas al 100%, perfecta para ver la ceremonia de los Goya rodeada de amigos.

Hoy, tras el exitazo de la peli de Grease, la cenica improvisada con I y las aventuras que seguro que me depararán este fin de semana, para cuando leáis esto, tened claro que me sentiré al 100%. A decir verdad, puede que esté durmiendo, pues otra ceremonia de cine, la de los Oscars, me espera, esta vez, con la gente de Radio Online Murcia. Para los insomnes y los muy cinéfilos, os espero en internet a eso de la medianoche, deseando que ya haya pasado la lluvia… y los truenos.

jueves, 24 de enero de 2013

El San Antón más bitter


La Cosa más Bitter en ROM de la semana pasada empezó repasando el refranero español. Era 17 de enero, San Antón, y no pude resistirme a enumerar algunos de los más curiosos dichos que se refieren a este día, que algunos tenían su gracia, otros, ni idea de lo que querían decir...

- Hasta San Antón, Pascuas son y si quieres más, hasta la Virgen de la Paz 
- Las cinco dan ya con sol, el día de San Antón.
- Por San Antón, crece el día un pasico de ratón.
- Por San Antón media hora más de sol 
- Por San Antón, gallinita pon
- Dice San Antón que quien no mate tocino, no comerá morcillón. 

- Por San Antón, no hay niebla que llegue a las dos
- Por San Antón, refajo y capa pon. 

- Por San Antón, busca la perdiz al perdigón.
- San Antón viejo y tristón, convida a las muchachas a la oración.
- San Antón mete las mozas en un rincón y San Sebastián las saca a pasear
- El que de San Antón lleva un panecillo, no le falta dinero en el bolsillo


No nos olvidamos de que es el patrón de los animalicos...

Y de ahí, con esa misma canción, con su frase "I kinda wanna be more that friends" pasé a hablar de la tontería que me hizo feliz toda la semana, la razón por la que me estuve, y todavía estoy, despertándome con una sonrisa en la cara. Me cambié la alarma del despertador. De un bip bip bip tradicional, anodino y molesto a una de mis 1500 canciones favoritas: Algo contigo, interpretada por Vicentico.

A Mónica le dio envidia, pero también le surgió una idea. Ella también quería una canción para su despertador, por lo que invitó a los oyentes a que le sugirieran canciones. Hoy las escucharemos a ver con cual nos quedamos.

Hablamos después de unos cuantos cumples de ese día, de Betty White, Michelle Obama, Françoise Hardy, Susanna Hoffs y acabamos con la bellísima Zooey Deschanel y una de sus canciones con su banda She & Him, In the sun, que creo que sería perfecta para ser la primera en oir cada mañana.

viernes, 11 de enero de 2013

Año nuevo, bitter nueva

La falta de práctica, las vacaciones tan largas, los nervios y las ganas locas de volver... debieron ser las causantes de que empezara mi sección La Cosa Más Bitter de Radio Online Murcia olvidándome por completo del micrófono. Como los locos.

Fue una alegría volver a ver a Mónica López Abellán tras dos semanas. ¡Teníamos tanto que contarnos! Tras saludarnos, hablamos de, por supuesto, las comilonas de Navidad, los virus, la necesidad de perder esos kilos de más, y de cómo nos había sentado la semana de vuelta de las vacaciones y de si estábamos o no listas para empezar.


Hablamos del desplome en el sofá del 1 de enero y, sobre todo, de los propósitos de año nuevo, de esa costumbre tan popular de abandonarlos y de algunos truquillos para mantener nuestras promesas. Además, resulta que Mónica todavía no tenía decididos sus propósitos, así que le di unas ideas que saqué de una imagen de ésas que pululan por facebook...

Menos televisión, más lectura
Menos compras, más aire libre
Menos enredos, más espacio
Menos prisas, más tranquilidad
Menos consumir, más crear
Menos comida basura, más comida real
Menos trabajo improductivo, más impacto
Menos conducir, más caminar
Menos ruido, más soledad
Menos centrarse en el futuro, más en el presente
Menos trabajo, más jugar
Menos preocupaciones, más sonrisas
y ante todo... respirar


Luego hablamos de tres pelis, dos francesas y una basada en una novela francesa y las tres con unas bandas sonoras alucinantes. 



y por supuesto, Los Miserables, y de la posibilidad (y mi deseo) de que Anne Hathaway estuviera nominada a los Oscars. Las nominaciones estaban siendo anunciadas en ese mismo momento y... efectivamente ¡acerté! Era fácil ;)

De ahí pasamos a los llamados bittereventos del fin de semana, acompañadas de Midnight city, de M83, que ha sido la última confirmación para el SOS2013.

Y así, con la presentación oficial de La Directa TV en el 609, la recomendación de La Oveja Negra y varios conciertos en distintas salas de la ciudad despedimos la sección y pasamos a "Con faldas y a lo loco" la tertulia de mujeres.

domingo, 30 de diciembre de 2012

Menos sombras



La primera vez que oí hablar de ella fue el pasado mes de mayo cuando, por el cumple de mi amiga A, N sugirió que le regaláramos una novela llamada Cincuenta sombras de Grey. Yo, con la mega pila de libros pendientes de mi mesilla de noche, no me interesé siquiera por el título. No fue hasta el mes siguiente cuando, para el cumpleaños de S, mis amigas decidieron repetir regalo. Ahí ya, inevitablemente, saltó mi curiosidad, y con un poquito de google y de twitter, me medio-documenté sobre este librito tan popular entre mis congéneres. "Porno para mamás", "adictivo e intrigante" y "la novela que ha revolucionado a las mujeres de América". Con esa carta de presentación y, tras hablar de ello con J, lectora empedernida donde las haya, decidimos leerla nosotras también. “Sí, éste es el libro del que habla todo el mundo”, rezaba una pegatina en la portada. J lo empezó esa tarde y yo lo dejé en mi pila de libros, para cuando acabara La voz dormida. “Es una mierda, Bitter”, me dijo J a los tres días.

Entonces llegó julio y mi viaje con A y N. Ambas hablaban de un tal Christian al que amaban y de una tal Anastasia a la que envidiaban. Una de ellas, incluso, se llevó la novela dichosa al viaje y, a pesar de haberla leído ya, en ocasiones la abrían por una página al azar para leerla entre suspiros. Fue entonces cuando les pedí que me contaran más y así documentarme del todo. Tan del todo, que pensé en regalar mi libro a alguien, pues yo ya no tenía ninguna gana de leérmelo. 

Tuvieron que pasar tres meses para que cambiara de opinión. Las tertulias en la Radio Online y las conversaciones con amigos fans y detractores me obligaron a informarme antes de hablar. Esta semana, gracias a las navidades, me lo he acabado por fin. Si bien es cierto que el principio engancha (a ver cuándo se la tira), no entiendo el supuesto pique con el libro, pues lo encuentro una ñoñez aburridísima. Así, un sueño de padre y muy señor mío me invadía siempre, fuera la hora que fuera, para luego dejarme comiéndome la cabeza: “De lo que he leído antes de hincharme a bostezar ¿qué es lo que puede haber gustado a mis amigas? ¿De verdad esto les pone? ¿No les repele el estilo o la traducción?”

Pues no, y van y se leen la trilogía completa y me desean que en el 2013 ponga un Grey en mi vida. Ni harta a copas. Ni tampoco se lo deseo a ellas. No quiero un acosador, un mandón y un celoso pervertido. Que sí, que el sexo impulsivo, espontáneo, desinhibido mola un montón y más si el tío está bueno y está loco por ti, pero que el gatico de las 9 colas se lo meta por donde le quepa. A dar latigazos a la puta calle. Y que sí, que cada pareja juegue a lo que le dé la gana en su alcoba, su piano o su encimera de la cocina, pero dentro del respeto y del consentimiento mutuo, que se note que estamos en el siglo XXI. Que si hoy jugamos a que yo soy la sumisa, mañana te toca a ti, majo.

Llego a la conclusión entonces de que la novela gusta porque ella, que es, a priori, una sonsa del montón, realiza el sueño más deseado por toda mujer, uno que nunca pasa en la vida real, por el que todas la hemos cagado alguna vez, que es que un tío cambie por ti. No nos damos cuenta y novelas como ésta no ayudan. Ni los hombres rarunos cambian, ni nosotras somos sus salvadoras, ni la razón de que ocurran milagros. Y que los locos deben ir al manicomio y nosotras no deberíamos tocarlos ni con un palo.

Si acaso, lo único que me gusta es la correspondencia de los protagonistas por email, donde la mosquita muerta se suelta y el sádico se muestra de lo más ingenioso, divertido y sí, tremendamente sexy. Pero ya.

Así pues, para el 2013 me propongo dos cosas: leer libros mejores y tener los ojos bien abiertos. Por si me cruzo con un sombrío de éstos y tengo que mandarlo bien lejos.

domingo, 28 de octubre de 2012

Tertulia de mujeres



Ahora es que me ha dado por las tertulias. Que si en la radio, que si en los bares, en el coche y en la vida, en general. Tanto cara a cara, como por la vía virtual, que por whatsapp, ese invento del maligno, últimamente me pego unas charletas con mis amigas que dan para escribir libros.

Y ¿de qué hablamos en estas tertulias? Pues de hombres. Que si lo pienso mucho me repatea sobremanera. Nosotras que vamos de liberadas y modernas, parece que nuestra mayor preocupación es el sexo opuesto. Y ojo, que a mí me encanta. De todos es sabido que me apunto a rajar al personal en cuanto tengo ocasión, pero visto a posteriori o tomando algo de distancia, me da cierta rabia que en un segundo todo se reduzca a eso.

Un ejemplo. El sábado pasado mi amiga M quedó con un chico guapérrimo. “El Espaldas” le llamamos, pues no tiene una espalda sino dos, madre mía, qué disparate. No sólo eso, sino que también tiene un trabajo digno, conversación y hasta vida interior. Y lo mejor, insisto, es que había querido quedar con M para irse de cañas. De ahí surgió nuestra primera tertulia, con el tema “Qué me pongo”. Media horica de charleta y calculo unos 180 mensajes.

Al acabar la cita, nos contaba M por whatsapp y desde su nube, que la cosa parecía haber ido bien y que prometía, pues habían quedado en repetir. Eso ocasionó otro montón de mensajes y otro rato de tertulia con todo tipo de consejos sobre cómo actuar el día después. Pero luego con la vida real entre semana, donde, además de ir como locos y no acordarnos de que hay vida más allá, los pocos momentos de asueto no fueron dedicados a mensajes por parte de ninguno de los dos.

No fue hasta el jueves cuando M abrió la caja de los truenos sin que fuera ésa su intención. “No quiero ahondar en el tema, pero a día de hoy el Espaldas pasa oficialmente de mi cara. No sé nada de él”. Y se lió. Que su plan era relajarse y olvidar, y nosotras le recomendábamos emborracharse o buscarse un clavo. Entonces pronto salió lo de la cobardía (que yo cuando oigo esa palabra no puedo evitar acordarme de Chiquetete) y lo de que, con lo maravillosas que somos, no nos merecen, que las prefieren sonsas en lugar de especiales… Y entramos en un bucle eterno por los siglos de los siglos. Que no nos valoran, que tienen el guapo subido, y que si no les convences tú porque no ven nada especial en ti, ya se encargan ellos de buscar otra. Que “tías hay más que botellines”, se dicen quedándose en ese limbo del soltero chungo que arrasa con la primera que pilla. O eso o llegará la Otra con mayúsculas, con la que empezará una relación (palabra que dejará de darles miedo pronunciar de repente), tendrán críos y serán felices para siempre. 

Aquí fue cuando decidí silenciar el móvil. Será que la vejez me está haciendo más pragmática, pero sé que, por mucho que hablemos, no vamos a solucionar nada, por lo que tampoco me sirve de consuelo. Soy de la teoría, según lo visto en mis amigas felizmente casadas, de que cuando se encuentra a la persona adecuada, todo encaja, fluye y no hay que necesidad de forzar las cosas, ni de sentirse incómodo o nervioso. Lo que no es, no es, y si tienes dudas en los principios, que deberían ser preciosos, sal por patas antes de que la película se convierta en peliculón. En palabras de mi amiga I, muchas nos empeñamos en cosas que desde el inicio son problemáticas olvidándonos de que una relación sana no debe ser así. ¿Cuándo perdimos las mujeres el control? ¿Fue cuando bajamos el nivel de exigencia dada la escasa calidad de la oferta?

A la mañana siguiente, M retiró de un golpe todo lo dicho y reconoció que se equivocó con el de las Espaldas. Había recibido 6 mensajes suyos pidiéndole perdón por no haber dado señales de vida. M supo entonces que debía cambiar de actitud, pues se dio cuenta de que ellos serán unos cagaos, unos simples y unos cerdos, pero nosotras siempre estamos a la defensiva.

jueves, 25 de octubre de 2012

Tres eran tres

Tres eran tres, los años en el papel.

Hoy, 25 de octubre de 2012, hace 3 años que el diario de La Opinión de Murcia publicó mi primera columna.

Quién me iba a decir a mí. No sólo que yo fuera a escribir en un periódico, que llegara a 3 años (155 columnas nos contemplan) y sobre todo que, tres años después, celebraría este aniversario de la mejor manera posible, de la manera más mediática.

Para empezar, casualidades de la vida, fui invitada a Enreda2.0, un espacio matutino dentro del programa MuryCía, dedicado a la tecnología y las redes sociales en Onda Regional. La entrevista fue cortita, pero muy amena y agradable, junto a Miguel Massotti, Isabel Franco y Marta Ferrero. La podéis escuchar aquí.

Y más tarde, como siempre en la 2ª hora de Expreso de Mediodía de Radio Online Murcia, llegué con mi Cosa más Bitter, que fue seguida de una fantástica tertulia de mujeres. Por supuesto, hemos tenido que regarla posteriormente en la plaza de las Flores con una marinera y un Martini peleao.


Menuda mañana estupenda, muchas gracias a todos los que habéis contribuido a ella.

Elige tú la sintonía


La tertulia de mujeres seguía sin sintonía. La elegida ("Los chicos con las chicas tienen que estar..." de los Bravos) no nos convencía. Es más, hasta recibimos comentarios de que, además de hortera, era retrógrada y políticamente incorrecta. Y que no era justo, jolín. Tertulia de mujeres significa DE MUJERES. Aunque hablemos de hombres, pero tenía que ser otra canción más potente y más nuestra, de mujeres solas.


Puedes escuchar el programa aquí. 

Mónica y yo entonces propusimos varios temas de distintos estilos, el señor X también, y al final nos decantamos por dejarlo en vuestras manos. Así, dejamos una encuesta publicada en facebook para que todos, escuchas, amigos y familiares nos ayudárais a decidir.

Puedes ver la encuesta aquí.

Os pongo algunas de las propuestas:

Yo no soy ésa. Ésta, que fue propuesta por Mónica, es mi favorita, de Mari Trini, murciana y sobre mujeres independientes y distintas.

Because the night. Temazo de Patti Smith, también propuesta por Mónica y de otra mujer potente. Ahora... lo de que hable de la noche es lo que no me convence.

That's not my name. Ésta no sé quien la propuso, pero simplemente me encantaaa!!

Respect. Clasicazo que propuso mi amigo Alberto Frutos. No sé cómo no se nos ocurrió. Yo lo veo muy con faldas y a lo loco, pero pidiendo respeto. Genial.

All dressed in love. Cómo es que sólo tiene mi voto?! Vale que la propuse yo y que no es muy conocida, pero es tan cool, tan Sexo en Nueva York. Y ¿no hablábamos de faldas? Pues eso, vestidas de amor.

Tenéis hasta las 12 del mediodía del jueves para seguir votando. Hasta entonces... nos escuchamos cada jueves en Radio Online Murcia.

domingo, 21 de octubre de 2012

Mi lado del sofá



Entonces llegamos a la conclusión de que la culpa fue de Raphael. Nada tuvieron que ver mis ganas de fiesta, mis ansias porque llegara el fin de semana o que hiciera lo menos quince días, que en mí es un disparate, que no me pintaba el ojo ni me subía al tacón. Nada que ver.

Pues tremenda la mañana del día siguiente. ¿Qué digo la mañana? El día entero. Un día entero en que la mala conciencia y el dolor de cabeza me obligaban a empezarlo demasiado temprano. Un día entero inutilizada, casi moribunda, poniendo a Dios por testigo con el ibuprofeno en una mano y el vaso de agua en la otra, de que sería la última vez. Y claro, hecha una piltrafilla, en casa, en pijama y con ganas de na, na más que de morirme, no me quedaba otra que inaugurar la temporada de algo que me encanta, que llevaba meses sin hacer. Algo que sería la verdadera solución a mis males, por ser domingo, por tener resaca.

Entonces comienzo mi ritual echándole un recuerdo a mis adorados Kooks, que cantaban aquello de ¿Por qué no vienes a este lado de mi sofá?”, mientras me acurruco en el mío, abrazada por los cojines. Y que a mí me perdonen si no soy políticamente correcta, pero yo a esto lo llamo sofasex. Sin necesidad de escandalizarse, aclararé que sofasex es una palabra que utilizo para designar las veces en las que mi sofá es mi amante y amigo, mi confesor, el guardián de mis secretos. Llamo así a esas tardes grandiosas de pijama y peli romántica con final predecible, de palomitas y helado a cucharadas, de ese amor propio entre almohadones, de esos episodios de Sexo en Nueva York que me zampo… ¡Ay! ¿O qué os creíais? Que es que ya me conozco yo el juego que da la bromica del sofá y las mentes malpensantes. Y como me lo sé, yo también entro al trapo, lo confieso, utilizando las redes sociales de lanzadera de frases con doble sentido, para darle un poco de más vidilla a mi estado impresentéibol del domingo por la tarde. Tan sólo soltar un twit del estilo de “Vuelven los domingos de sofasex” y la peña da rienda suelta a su sucia imaginación.

Y los moscones ¿tú sabes la cantidad de mozos que pican? Eso sí que es un cebo. Pican y se pican. Lo que se ha llamado tradicionalmente los perros del hortelano, que ni comen ni dejan comer, hacen su aparición estelar en mi película de sofá y cojines. Esos tíos que dedican sus días a pasar de mí, parece que de repente ocurre algo, ven algo, que les recuerda que existo. Y como creen que soy feliz y ya no les babeo porque, seguramente, tengo un churri a mi lado del sofá que me da alegrías, empiezan ipso facto a tirar chinicas en mi tejado, recordándome a mí que ellos también existen. Como si no los tuviera yo en mi mente ya o incluso no hubiera soñado con ellos la noche anterior. 

Pero hay que tenerlo claro: no quieren nada en realidad, si acaso no perderte de entre su cla, de su club de fans ése en el que les ríes las gracias y les dices que sí a todo. Pocas cosas hay más típicas. El perro del hortelano en su versión murciana o como dice mi amiga V: “Mucho te quiero, perrico, pero pan, poquico”.

Yo lo tengo claro y por eso me indigno. Que por muy tentada que esté a invitarles a un ladico de mi sofá me propongo estirar la farsa unos días más, ya fuera del tresillo. Que qué contenta que estoy porque es lunes, que qué bien me lo paso, que qué sonrisa se me marca en la cara, que qué me estará pasando y mil otras versiones del “Mírame y sufre, tío, que soy estupenda”. O escúchame, que la Radio Online también atrae a los moscones que es una barbaridad. Así, sin poder evitarlo, me pongo en plan divina, imitando a Lana del Rey y canturreo, desde la comodidad de mi sofá: “Ahora mi vida es dulce como la canela, estoy viviendo un maldito sueño. Nene, quiéreme porque estoy saliendo en la radio. ¿Cómo te gusto ahora?” 



¿Vienes a mi lado del sofá?

viernes, 19 de octubre de 2012

Nene, quiéreme, que salgo en la radio

Now my life is sweet like cinnamon
Like a fucking dream I'm living in
Baby love me cause I'm playing on the radio
How do you like me now?

domingo, 14 de octubre de 2012

Mi gran noche



La culpa de todo la tuvo Raphael con su canción “Mi gran noche”, que no dejaba de sonar y resonar en mi cabeza. Y jolín si es pegadiza la puñetera. A modo de mantra con aires casi vengativos hacía ecos en mi mente desde que me levanté la mañana del jueves.

La culpa de todo también la tengo yo misma, que me gusta ponerle nombres raros a las cosas. Palabras para mí chulérrimas que definen los conceptos con mucha más precisión. Así, un jueves antes de un viernes festivo es un juernes, igual que el día anterior había sido juércoles. Un jueves que es un viernes anticipado en realidad, un regalo maravilloso que nos hace el calendario. Que así el madrugar no nos cuesta tanto, el ir a trabajar parece que tiene otro color y se afronta el día con otra cara. Y ya si a eso le sumas a Raphael canturreando en tu cabeza, agárrate que el final del día promete curvas.

Por último, están las circunstancias, que también tienen mucha culpa. Que si estás trabajando mucho últimamente, te mereces una fiesta; que si llevas tiempo sin salir, ya va siendo hora de pisar las calles; que si sufres un poquito de desamor, habrá que beber para olvidar… o simplemente dejarse ver por el mercado, que es mucho más sano. Entonces pasa lo que pasa. Que estás en la oficina contando las horas para el supuesto fin de todos tus males, pensando en el modelito que te vas a poner esa noche. Y tarareas, por lo bajini, moviendo los pies al compás, la dichosa canción otra vez:

“Hoy para mí es un día especial, pues saldré por la noche…”

Y llegas por fin a casa que te falta el aire. A las diez de la noche volví yo del trabajo, lancé los bártulos sobre el sofá y directamente me metí a la ducha. Al salir del baño me puse la canción a todo trapo, siguiendo el consejo de mi amiga I, para que me acompañara mientras me vestía y me acicalaba. Y tuvo que ser minifalda, tacones y ojos de loba.

“¿Qué pasará? ¿Qué misterio habrá? Puede ser mi gran noche…”

A las 11 me esperaban los chicos de Radio Online Murcia en una esquina de la Gran Vía. Entonando a Raphael nos dirigimos hacia la calle Bartolomé Pérez Casas. Entonces me contó mi amiga T que la semana anterior había estado de bares con Ernesto Alterio tras su actuación en el Romea y, estando en el Atomic, sonó esta canción y la bailaron desatados. Qué cosas, pensé. Yo hasta ahora sólo la había oído en fiestas de amigos.

Pero para fiesta de amigos, la que tenían montada en Pérez Casas los del Grupo Temporáneo, que inauguraban un nuevo local. En Boga, un local de estética muy currada que promete grandes noches, se presentaba al mundo con una fiestecilla de lo más animado. Mini piscinas con tercios de cerveza en las esquinas de la barra y camareras estilosísimas te daban la bienvenida con bandejas de comida exquisita. Mucha cara conocida como era de esperar y mucha gente que hacía tiempo que no veía. Seguimos contándonos el verano en octubre en algunos casos, en otros, el tema de conversación fue la riada en Lorca y el más popular, afortunadamente, las felicitaciones por lo chula que está quedando nuestra radio. Los cuatro amigos radiofónicos estábamos flotando en una nube. Estaba siendo, efectivamente, una gran noche.

“Será, será esta noche ideal que ya nunca se olvida, podré reír, y cantar y bailar disfrutando la vida…”

Y llegó la mañana siguiente. Viernes festivo al que podríamos llamar viérbado. Viernes de resaca monumental pero con la posibilidad de quedarme en casa hecha una piltrafilla, tirada en mi sofá, sin excesivo cargo de conciencia. El calendario volvía a hacerme un regalo: dos días para olvidarme de Raphael y volver a ser persona.