miércoles, 30 de marzo de 2011

Doña Sardina 2011

Por fin esta tarde, el momento que estábamos esperando, el secreto ha sido desvelado hace escasamente una hora...

EVA ABRIL SERÁ DOÑA SARDINA!


Pues yo me alegro, qué queréis que os diga. Me mola la elección, pues cumple los requisitos "oficiales": periodista, murciana y además es guapa y marchosa. Aparte, tengo la suerte de conocerla y no sólo es más guapa al natural, sino que también es simpatiquísima, super alegre, sonriente siempre y parece buena cría. Yo personalmente la veo muy de Doña Sardina, ya que creo que entre sardineros podría estar como "pez en el agua" (nunca mejor dicho), que no veo yo que eso sea tarea fácil.

Sobre lo que hablábamos de la promoción en el exterior... No será el caso este año, me temo, pero me alegro por la promoción que esto le va a dar a la misma Eva, que se lo merece. Y que también debemos darle nosotros bombo a las cosas buenas que tenemos en nuestra tierra. Basta ya de importar pseudo-estrellas que nada tienen que ver o quieren saber de Murcia. 

Yo le doy la enhorabuena (otra vez) a Eva Abril y le deseo lo mejor, que disfrute y que sea fuerte.

Rachelle la dejamos para el año que viene, ¿vale?

Temazo veraniego 2011

Lo he descubierto en el twitter esta mañana. Es que ya lo estoy oyendo por esas playas del Mediterráneo... Como dice mi sabia amiga N, "el codo en la barra, un copafo y a pampanear".

Aunque para mí, con un poco de suerte, la tortura sólo será en julio, que en agosto... ;)

Ale, id calentando motores!


"Far l'amore" Bob Sinclar & Raffaella Carrà por Bob-Sinclar

domingo, 27 de marzo de 2011

Una Murcia llamada Rachelle

Todo empezó hace unos tres meses, cuando mi amigo Javier Moñino, periodista de 7RM, iría a descubrir lo que puede que sea el mayor de los hitos twitteros murcianos desde el #pastelicodecarne. (Sí, hablo otra vez del twitter, pero es lo que hay). Probablemente de la manera más tonta, como ocurre siempre con los mayores descubrimientos de la historia, mi amigo fue a toparse de casualidad con una americana rubia de melena de Barbie y sonrisa de cheerleader llamada Rachelle Murcia. Periodista y presentadora de un programa matinal, de Seattle nada menos, y con ese apellido tan familiar, había que seguirla y así nos la recomendó a todos sus amigos twitteros murcianos como lo más grande jamás. Pues no tenía yo otra cosa que hacer, pensé al principio, que tener que ir detrás de una rubiáncana de sonrisa encasquetá que vive lejísimos, sólo porque se llame Murcia. Sin embargo acabé siguiéndola, pues la verdad es que la frikada lo merecía, y me dediqué a contemplar el tremendo espectáculo sociológico y nauseabundo de mis amigos babeándole el muro a la tal Rachelle con mensajes absurdos de qué guapa que eres, qué rubia y qué simpática. Que es que de repente hablaban todos inglés maravillosamente.

De Murcia decía nuestra amiga rubia que sabía que era una ciudad de España, donde no había estado nunca pero le encantaría conocer. Los chicos, totalmente rendidos a sus pies, la acribillaban a fotos de nuestros paisajes y calles, le daban clases de panocho y le proporcionaban información turística y gastronómica de nuestra región intentando convencerla de que un día viniera a tomárselas con ellos. Ella, a cambio, se esforzaba en contestarles en español echando mano del traductor de google, mientras veía día tras día que su lista de seguidores murcianos aumentaba. Me preguntaba yo también qué contaría Rachelle por Seattle sobre su repentina legión de babosos, que seguro que la paya no se había visto en otra igual.

Así llegamos al mes pasado, cuando toda esta historia de amor virtual daría un paso adelante hacia su materialización. Por iniciativa del también periodista Luis Alcázar y con el dinero recaudado de sus mayores fans, decidieron enviarle una bufanda y una camiseta del Real Murcia con su nombre impreso en la espalda sobre el número 10. La idea, sencilla a la par que barata, además de para adular a la rubia, era conseguir que en Seattle se hablara de Murcia y de su equipo de fútbol aunque sólo fuera por unas horas ¿y si encima nos sacaba en su programa? ¿Y si además los de su tele la hacían venir a Murcia para grabar un reportaje desde aquí? ¿Y si pudiéramos traerla, enseñarle Murcia y entrevistarla? El cuento de la lechera, que yo no sé si por rubia o por qué, pero yo de Rachelle no me fiaba un pelo y empezaba a estar un poco hasta las narices de ella. Que es que había un momento que a los tíos se les nublaba la vista con tanta Rachelle. ¡Que es que la quieren para Doña Sardina 2012! Esperaos a que reciba la camiseta y hablamos, pensaba yo.

Tras casi cuatro sospechosísimas semanas al fin ayer supimos que le llegó el envío a la rubia y sabemos a ciencia cierta que le hizo ilusión. A través de twitter e ilustrado con varias fotos, Rachelle nos mostró lo genuinamente emocionada que estaba con su regalo murciano. Reconozco que yo también me emocioné y que miro a Rachelle con otros ojos desde entonces. Que la tía se ha portao y ayer se deshacía en agradecimientos y elogios hacia sus seguidores murcianos a los que llama amigos, al mismo tiempo que se declaraba fan oficial de nuestro Real Murcia. Desde ayer soy yo la fan de Rachelle y mostraré mi apoyo a cualquier aspiración que tenga que ver con ella. Traigámosla a Murcia, vistámosla de huertana y hagamos que la nombren Doña Sardina de Ultramar. ¿Qué te parece Rachelle Murcia? ¿Hermanamos Murcia con Seattle?

jueves, 24 de marzo de 2011

Beautiful mess inside

Todavía llueve...


Far far, there's this little girl
she was praying for something to happen to her
everyday she writes words and more words
just to speak out the thoughts that keep floating inside
and she's strong when the dreams come cos' they
take her, cover her, they are all over
the reality looks far now, but don't go

How can you stay outside?
there's a beautiful mess inside
how can you stay outside?
there's a beautiful mess inside
oh oh oh oh

Far far, there's this little girl
she was praying for something good to happen to her
from time to time there're colors and shapes
dazeling her eyes, tickeling her hands
they invent her a new world with
oil skies and aquarel rivers
but don't you run away already
please don't go oh oh

How can you stay outside?
there's a beautiful mess inside
how an you stay outside?
there's a beautiful mess inside

Take a deep breath and dive
there's a beautiful mess inside
how can you stay outside?
There's a beautiful mess
beautiful mess inside

Oh beautiful, beautiful

Far far there's this little girl
she was praying for something big to happen to her
every night she ears beautiful strange music
it's everywhere there's nowhere to hide
but if it fades she begs
"oh lord don't take it from me, don't take it yourselves"

I guess i'll have to give it birth
to give it birth
i guess, i guess, i guess i have to give it birth
i guess i have to, have to give it birth
there's a beautiful mess inside and it's everywhere

So shake it yourself now deep inside
deeper than you ever dared
deeper than you ever dared
there's a beautiful mess inside
beautiful mess inside



martes, 22 de marzo de 2011

It's raining... it's pouring...

Siempre que llueve digo esas cuatro palabras y me acuerdo de este temazo de la grandísima Donna Summer y en esta versión con Tina Arena:



Mucho ánimo a todos los que se han sentido un poco plof esta mañana pensando que se había chafao la primavera. De aquí al finde se ha acabado la lluvia, os lo digo yo y el weather channel, que no falla.

Besicos con sol.

domingo, 20 de marzo de 2011

Los placeres de la carne débil

Mi idea era empezar una especie de cuaresma. Cuarenta días sin chocolate, alcohol, o excesos alimenticios. La promesa de siempre pero con una fecha de caducidad y rendición de cuentas. Por fin medio me había motivado para abandonar el camino hacia una madurez oronda y despreocupada y, una vez pasados el viaje a Londres y el finde en Barcelona, estaba dispuesta, por lo menos, a intentar perder un par de kilos.

Decidí empezar el lunes, y la lluvia y el trabajo atrasado me convencieron de que tampoco pasaría nada si en el primer día de mi nueva vida no salía a correr, que además yo donde debía concentrarme era en la no-ingesta de guarrerías. Sin embargo, justo cuando planificaba qué comer en los próximos cuarenta días, apareció ante mí la tentación en forma de invitación exclusiva al 4º aniversario del Restaurante Temporáneo. Media etiqueta además pedía, como si nada. En qué momento estaba yo para lucir pierna y saltarme el régimen así tan pronto. Pues ahí que me personé con un vestido que me agencié amplio y negro, que para eso el negro estiliza (o esteriliza, que también lo he oído), en una fiesta que derrochaba glamour y buena cocina.

Nada más entrar me dieron una tarjetica que yo canjeé enseguida, sin mirar y sin darme cuenta de que se trataba de una invitación a un gintonic, yo que se supone que no bebería más alcohol hasta mayo. “¡Estás loca!” me advertían mis amigas, “con el estómago vacío, tendrás que comer algo”. Y ahí que empezamos la persecución de toda cosa que pareciera una bandeja, contuviera lo que contuviera. Me gustó especialmente el gazpacho de remolacha y, por supuesto, el cubalibre de foie, que ya se ha convertido un clásico del Temporáneo. Por último, olvidándome por completo de la promesa que me había hecho tan sólo dos días antes, finalicé mi cena con un tiramisú, un bombón y otra copita. Ole.

Esa misma noche se fraguaba en twitter la revolución más murciana jamás vista, la del #pastelicodecarne. Nuestra joya culinaria más preciada, nuestro adorado pastel de carne, fue durante dos días uno de los temas del momento en toda España. En la supuesta época de ayuno y abstinencia, los twiteros españoles discurrían sobre los placeres de la carne murciana. Gente de Teruel preguntaba si era una metáfora, gente de Barcelona nos pedía la receta y los murcianos exiliados lloraban su ausencia con morriña. Mientras, los murcianos de aquí se pasaban por su confitería más cercana y saciaban su antojo, y mientras, una servidora sufría y contenía su ansia con lagrimicas en los ojos, que es que otro día más no habría manera.

Así llegó el jueves, San Patricio, que coincidió con la inauguración de La Lechera de Burdeos, una quesería gourmet situada cerca del Teatro Romea por la que habría de pasar yo esa misma mañana. ¡No habrá calles en Murcia! Dos chicas ofrecían a los viandantes bandejas repletas de quesos distintos y proponían felicitar a los Pepes y a los papás de una manera diferente: “Díselo con queso”. Eso será si no me lo he comido yo antes, pensé, que no hubo tipo de queso que no me gustara. Pequeñas delicias provenientes de varios rincones de Europa acompañadas de vinico o mermeladas exóticas con las que me salté mi supuesto régimen imaginario una vez más.

Recordando que además están los aperitivos de los viernes y las cenas de los fines de semana, finalicé St Patrick’s en un pub irlandés, con un grupete de amigos, una pinta de Guinness en la mano y una reflexión: Obviamente esta semana no ha valido, pero no abandonaré mi pequeña cuaresma. Que ya no sé si soy yo o es esta Murcia, pero claramente mi carne es débil y no hago nada para detener a los elementos o a los amigos que me tientan con mil y un eventos sociales. Pero es que pa qué está la vida. Aunque acabe siendo una madurita oronda, no pienso quitarme de seguir disfrutando de los placeres de la misma.

miércoles, 16 de marzo de 2011

Adele 21

El disco nuevo de Adele me tiene loca. Me lo compré en Londres, además de porque lo encontré por 10 pounds, porque Rolling in the Deep no dejaba de sonar allá donde quiera que fueras y se convirtió en la banda sonora del viaje. Aunque fuera en Camden Town con los punkies y los pulgosos.

Ahora, como podréis imaginar, se ha convertido en la banda sonora de mi Nissan Juke, surcando los mares de asfalto a 110 km/h... Aunque también habrá que traérselo en casa por si acaso alguna vez viene un maromo a sentarse a mi sofá (hashtag missing) que la cover de Lovesong de The Cure... ¡No tiene desperdicio!

Y otra que no tiene desperdicio, justo después de Lovesong, Someone like you, de eso que te pones a escuchar la letra... justo después de Londres... y dices... ¡pero pijo!

I heard that you're settled down,
That you found a girl and you're married now,
I heard that your dreams came true,
Guess she gave you things I didn't give to you,
Old friend, why are you so shy?
Ain't like you to hold back or hide from the light,

I hate to turn up out of the blue uninvited,
But I couldn't stay away, I couldn't fight it,
I had hoped you'd see my face,
And that you'd be reminded that for me it isn't over,

Never mind, I'll find someone like you,
I wish nothing but the best for you, too,
Don't forget me, I beg,
I remember you said,
"Sometimes it lasts in love,
But sometimes it hurts instead,"
Sometimes it lasts in love,
But sometimes it hurts instead, yeah,

You know how the time flies,
Only yesterday was the time of our lives,
We were born and raised in a summer haze,
Bound by the surprise of our glory days,

I hate to turn up out of the blue uninvited,
But I couldn't stay away, I couldn't fight it,
I had hoped you'd see my face,
And that you'd be reminded that for me it isn't over,


Adele viene en concierto a Madrid el próximo 2 de abril. Ni me lo puedo permitir, ni (la historia de siempre) tengo con quién ir...  HINT! HINT! (Sería un buen regalo de cumple)

Post dedicado a V, que se compró el CD tras el coñazo que he dado con él en el twitter.

lunes, 14 de marzo de 2011

And so it is...

Just like you said it would be... life goes easy on me... Most... of the time.

Hello, stranger


Camino del aeropuerto de San Javier, hablando con M, de repente se me ocurrió que todo aquel que había estado alguna vez en Londres se había dejado sin querer un trocito de sí mismo allí. O quizá, una parte de su vida más grande, que todos en ese autobús recordábamos historias y anécdotas con los ojicos tiernos. Algunos, incluso, tenían un antiguo amor allí. Y por eso se lamentaba M, que era una pena no haberse traído ni el número de teléfono ni el email de su ex, pues le haría ilusión volver a verlo para, entre otros, darle la enhorabuena por su futura paternidad. Qué valor, pensé, yo no sé si podría.

Horas más tarde, ya en Londres, fue en el hall del hotel, mientras esperaba la llegada de la mitad del grupo, cuando, dándole vueltas a esa conversación, me puse a tontear con mi móvil, abriendo la agenda, dándole a la flechica hacia abajo, sin detenerme a pensar en ello. M, N, O, P… hasta llegar a él. Seleccionar. Pausa. Enviar mensaje. Venga. “Hola, estoy en Londres hasta el martes, me preguntaba cómo estabas”. Dos minutos después recibí una respuesta. “Hola, podríamos quedar mañana a tomar un café”. Así de fácil, él vendría a la recepción del hotel y de allí saldríamos al Starbucks más cercano.

Entonces ahí empezó una extraña sensación por no tener miedo ninguno al encuentro. No sentía nada. Pasé seis años de mi vida con él y hacía otros seis que no lo veía. Nada. Ni rabia. Ni temor al momento, ni ganas de pavonearme, lucirme y restregarle en sus morros lo que se había perdido. Nada. Ni los nervios del qué me pongo, ni qué horror estas arrugas y estos muslos. Nada. ¿Y si él se había casado o tenía niños? No parecía importarme a priori. ¿Y si estaba tan bueno que no podía resistirme a la tentación de un reencuentro y despedida por todo lo alto? Nah, no lo veía.

Llegó la hora y bajé puntual a la recepción pero allí no estaba. Sí estaba M sin embargo, contenta porque milagrosamente había encontrado a su ex en Covent Garden. Entonces lo vi. El hijo de la Gran Bretaña estaba sentado detrás de una columna mirando a la calle, como escondido.

“Hello, stranger”, le dije con una sonrisa. “Como siempre, tan impuntual”, fue lo primero que me soltó el tontolpijo. “Como siempre tan simpático”. O más. No hubo besos, ni abrazos, ni el más mínimo roce, y nos dirigimos al café como si de una reunión de negocios se tratara.

La conversación, agradable, estaba basada en una enumeración de méritos laborales, una narración del curriculum vitae. Ahí ganaba yo, aunque sólo fuera en variedad. Él seguía en el mismo trabajo y, como en 2005, seguía contando los días para su retiro con una sonrisa orgullosa que a mí me parecía de lo más triste. Ésa era su única ambición en la vida. Estaba soltero, sin novia, ni hijos, ni ex digna de mención. No me habló de amistades nuevas, ni de intereses nuevos, ni de novedades. Claramente ganaba yo. Si había viajado, había sido casi siempre por trabajo y no por placer. Yo seguía ganando. Tenía ante mí a un hombre gris, vacío, aburrido, que ¡hasta llevaba la misma ropa que en el 2002! Era el mismo, pero visto con otros ojos. Extraño, pero no incómodo, fue como un reencuentro con mi pasado que duró dos capuchinos.

A la salida del Starbucks, él iba para la izquierda, yo para la derecha. “Disfruta de Londres”, me dijo. “See you later”, y sin besos, ni abrazos, ni roces, se marchó. Entonces miré al cielo, me ceñí el borsalino y con una sonrisa me despedí de aquel chico gris que una vez amé tanto, y también de aquella chica que a los 26 años decidió empezar a ser alguien. Bye, bye, stranger.

miércoles, 9 de marzo de 2011

Frikieventos

“Yo es que hoy tengo un aperitivo tuitero”, les decía ayer, volviendo de Lorca, a mis compañeras de curro y coche, intentando no provocar con ello un accidente de tráfico. Y es que era el segundo frikievento al que acudía en menos de una semana. 

Soy muy friki, lo sé y a mucha honra, pero no me miréis como si fuera un bicho raro, haced el favor. A día de hoy, un friki ya no es sólo aquel person de gafapasta interesado en el manga y la ciencia ficción, sino que es, según la wikipedia, aquel individuo que se muestra inusualmente interesado u obsesionado por un tema particular. Lo que se llama ser muy fan de algo. Yo soy fan de twitter y los blogs, entre otras muchas cosas, como podría serlo del fútbol, de la comida mexicana o de hacer macramé. Todos somos frikis y hacemos frikadas y a quien me lo niegue le recordaré aquella vez que salió con sus amigos del gimnasio o montó una cena japonesa en su casa. Mala suerte del que no sea friki en nada, por otra parte.

El #aperitivotuitero fue uno de los mejores frikieventos en lo que va de año. Promovido en Twitter por @gabinavarros, reunió a un grupo muy apañao de murcianos a tomar unas cañas, unas tapas y un arroz en la cervecería Almudí, cerca de Verónicas. Para que luego digan que los internautas no tenemos vida social real, que el objetivo del evento era, además de pasar un buen rato, el de, en palabras tuiteras, desvirtualizarse, conocerse en carne y hueso. Yo, sin embargo, ya conocía a buena parte de ellos, que estaba allí mi compi de página @yayodelgado y alguna que otra amiga de la noche murciana. Con lo cual, la parte de las presentaciones no fue tan friki como suele ser en estos casos: “Hola, soy @bitterconch, ¿eres follower mío?”. Sí lo fue, sin embargo, nuestra conversación sobre los following y la relación con los followers, nuestra pasión por los hashtags, los trending topics, las #twitterbroncas, a quién hemos bloqueado, retuiteado o hecho un unfollow, o a quién le haríamos un #FF en ese mismo instante, que todo suena fantástico cuando hablas de twitter.  

Aun así, el frikievento más friki al que yo he asistido en mi vida, sin contar alguna que otra a cita a ciegas y un par de bodas, fue la cena bloguera de hace dos viernes, organizada por mi adorado Antonio Rentero, el superbloguero de guardia, de los que ya pocos quedan. Fue con menú en el Bambino donde nos reunimos unas 30 personas, muchas desconocidas para mí, a hablar de algo que ya empieza a sonar vintage. Que los blogs, con esto del facebook, se dejaron un poco de lado, algunos incluso se abandonaron. “Los blogs están muertos”, oí decir allí, para dolor de mi corazón. 

Y es que facebook es el nuevo gran blog. El patio de vecinas y lugar de reunión de todo lo habido y por haber: lo normal, lo friki y lo superfriki. Desde tu prima de Huelva hasta aquellos que organizan recitales de poesía clandestina. Sin embargo, Facebook en sí, como frikada, no vale nada, que nadie queda con sus amigos de facebook para hablar de facebook y ya hasta se ha acuñado la frase “vales menos que un amigo de facebook”, y eso a mí me dio mucho que pensar que, como decimos los blogueros, daría para un post.

Ahora que lo miro con cierta distancia y comparando los dos frikieventos, observo diferencias en el grado de frikismo. Que los blogueros son sutilmente de otra pasta, diversos, pero a la misma vez cortados por el mismo patrón friki. Grandes conversadores sobre el tema que les eches, grandes amantes del arte en sus mil formas y grandes nostálgicos al fin y al cabo. Los twiteros son más ansiosos, más espontáneos, más despreocupados, más rápidos y más amigos de la risa fácil. Una generación concreta, clara, y que es la mía.

Yo soy twittera y bloguera, ¿qué tipo de friki eres tú? ¿Quieres ser mi follower?

sábado, 5 de marzo de 2011

viernes, 4 de marzo de 2011

La Parte por el Todo (7)


¿Pistas? Vi esta obra hace relativamente poco, la temática es más vieja que el sol aunque también muy reciente, y se lo dedico a Anavmor. Cuando se acierte el TODO, sabrá por qué.

Por una vez, una parte de mí desea que lo adivinéis pronto, que me piro de viaje de estudios el sábado y no voy a poder estar todo lo pendiente que me gustaría. 

¡¡Suerte y mucho amor para todos!!

jueves, 3 de marzo de 2011

Reese, Julieta y yo

La sorpresa fue en Madrid el pasado octubre, cuando una chica que conocí esa misma noche, amiga de amigos, me díjo: "Te habrán dicho mil veces que te pareces a Julieta Venegas" y le contesté que no, claro, que en la vida, de hecho. La chica, incrédula, se lo comentó a la amiga que tenía al lado. "Pues la verdad es que llevo pensando eso mismo todo el día pero no te lo he querido decir para no ser pesada. Pensaba que te lo diría todo el mundo".

Y así me quedé, que tuve que aceptarlo: me parezco a Julieta Venegas.

Meses después, o incluso se podría decir que años después (a continuación explico por qué), tras la noche de los Oscars, me tuitea mi amiga Marissa, totalmente inspirada, que me parezco a Reese Witherspoon, que tiene la tía un gesto sonrisa que le recuerda a mí, que es verla y le vengo a la mente. Y adjunta la paya la siguiente foto.


Qué disparate, pensaréis algunos como yo. Sobre todo porque de repente no me sonó nada extraño. Hace 4 ó 5 años tenía yo un novio (porque es que yo he tenido novio, sabéis?) que no sé qué película vimos de la Reese, que salió diciendo del cine que yo me parecía a ella. Por la frente y la forma de peinarme apartándome el flequillo, si no recuerdo mal. Eso mismo le respondí a Marissa, que seguía encaná mandándome fotos, empeñada en que tengo los mismos gestos.


¿Y si le quitamos el rubio?


Yo, sinceramente... no me veo.