El anillo

He perdido mi anillo. Lo llevaba en la mano derecha, en el dedo del medio, el corazón, o dedo del fuckyou según un amigo mío. Se nota su ausencia, tengo la marca en el dedo. Lo he perdido y no entiendo cómo ha podido ocurrir… con lo cual, estoy empezando a pensar que se trata de UNA SEÑAL.

Era de oro blanco, con 9 brillantes y no significaba nada. O sí. Al menos para mí siempre tuvo un significado.

A riesgo de que penséis que soy tontalpijo, os voy a contar la historia del anillo:

Sicilia, abril de 2002: Con motivo de las vacaciones de Semana Santa me fui a Inglaterra a ver a Rob (mi novio de entonces 3 años), el cual había estado recientemente, por trabajo, en Dubai. Me vino a recoger al aeropuerto y de camino al parking me para y me dice así como si me fuera a recordar que tenemos que pasar por el tinte: “Toma, te he traído una cosa de Dubai pero no te emociones que no tiene importancia. Te lo doy aquí y así para que no lo flipes. No significa nada, te lo he comprado porque todas las chicas se compraron uno porque allí es más barato y me han obligado a comprarte uno a ti”. Toda esta parrafada de mal gusto la decía mientras sacaba un anillo de su cartera, sin ningún tipo de envoltorio. “It’s white gold, it has 9 diamonds and it doesn’t mean anything, ok? That’s for you to learn and say when people ask you” (No os creáis que no me está hirviendo la sangre mientras escribo esto). También me dijo: “Y te lo tienes que poner en la derecha porque así la gente no piensa que estamos comprometidos o casados”. (No vaya a ser).
No me dio tiempo a reaccionar ni a decir nada. Era la primera vez que me regalaba una joya, bueno la primera vez que UN TIO me regalaba una joya, era un anillo, mi novio de 3 años, con el que ya había hablado de irnos a vivir juntos… luego la manera tan anti-romántica de dármelo, lo que me dijo… al mismo tiempo ya estábamos andando camino al parking y yo llevaba un anillo precioso, que brillaba un montón, en el dedo anular derecho…
Las veces que volvimos a hablar del anillo era para repetirme la cantinela, rollo brainwash, de que “no significa nada”.
Cinco meses después me mudaba a Inglaterra.
Llevé el anillo, cual alianza, hasta octubre del 2004, tres meses después de volverme de UK, que es para mí cuando acabó todo. Sabe Dios lo que me costó quitármelo aunque una vez fuera, fue una liberación. Desde entonces, estuvo alojado en una cajita junto con montones de pendientes y baratijas, mirándome. Hasta el año pasado.

Hace un año decidí volver a ponérmelo. En la mano derecha, pero esta vez en el dedo del fuckyou. El motivo? Había cometido otro grave error con otro tío y no quería, ni quiero, cometer más errores. El anillo ya no me recordaba a Rob sino que me recordaba a mí, a lo tonta que puedo llegar a ser. Suena muy místico, pero me daba seguridad y me ayudaba en la toma de decisiones. ¿No te dicen que pa acordarte de algo te ates un lazo al dedo? Pos yo llevaba un anillo.
Ahora el anillo no está. Lleva unas siete horas missing y no sé como tomármelo. Mi madre: “Pero el anillo de Rob? Bah! Mejor, no?” Ella lo ve como algo positivo, yo no sé como lo veo.