martes, 30 de noviembre de 2010

Incapaz

Si es que he sido incapaz. Mi plan esta mañana era levantarme temprano y, entre otros muchos sitios, ir al Inaqua a preguntar los precios y horarios de sus actividades de fitness y el uso de las piscis (que es que las clases de mi antiguo gym me coinciden con Italiano). Pero he sido incapaz. Por el frío y la lluvia, que es que ni en coche... Y además, sin querer, me aparece el pensamiento seti-maligno cual sombra alargada... Ése que dice "Espérate hasta Enero...". Así que me he quedado en casa... una mañana más, disfrutando de mi radiador nuevo y mi culo esclafao en la silla...

Y entonces me entero por el twitter y el facebook de que ya está nevando en Madrid, Caravaca y Moratalla... En ese momento me llama mi madre, informándome de que se siente incapaz de hacer, como todos los lunes, día de frutas, que hay cambio de planes y hoy comeremos algo calentico y consistente.

Y es que es verdad, pijo, llevo un mes diciéndolo: Que llega el invierno y hay que aprovisionar calorías!!! Que es que ultimamente paso de regímenes y de amarguras! Entre que no tengo ningún objetivo (un evento, un viaje, un bikini que ponerme) a la vista, ningun vestido en el que embutirme, el verano está tan lejos, el hecho de que siga ligando lo mismo gorda o flaca y esta escena de "Come Reza Ama" que rememoro cada vez que tengo ocasión...



Es que fue colgar el teléfono y comerme las dos últimas Digestive de chocolate blanco.

domingo, 28 de noviembre de 2010

Tomates cherry

Es lo de que me cuesta perder el control a lo que no dejo de dar vueltas desde que A, al leerme los chakras y limpiarme el aura, me dijo que lo vio en mí. Y puede que tenga razón. Aunque me considere un hacha en el arte de la improvisación y el encubrimiento de la desorganización más absoluta, siempre intento estar atenta a todo lo que ocurre a mi alrededor, pues no me gustan las sorpresas. He descubierto además que las únicas dos manías que creo que tengo son derivadas de aquello que me dijo mi maestro reiki.

Una de estas manías, heredada de mi difunto, es la de estrujar las latas de refresco o cerveza cuando están vacías, las mías y las de los demás comensales. No puedo evitar estar toqueteando cada cinco minutos todos los botes que haya en un ágape para cerciorarme de si hay o no algo en su interior y así tener una sobremesa tranquila, sin ataques de ansiedad.

La otra, creo que más común, es la de los tomaticos cherry, que consiste en que me encantan por su sabor y su forma redondica, pero también me parecen engañosos y en definitiva, auténticas criaturas del demonio. Y es que no me gustan enteros. Me putea el no poder pincharlos nunca a la primera y que puedan salir saltando del plato de ensalada, pero ya lo que me repatea sobremanera es que me exploten, quizá por no poder controlar el momento ni el alcance de la mini explosión, o quizá porque siento que se me escapa algo tontamente y sin poder evitarlo. Así pues, siempre los tengo que cortar por la mitad, y los dejo ahí abiertos, bajo control, sin sorpresas. 

Por eso mismo, por esa capacidad que tiene de descolocarme y ponerme histérica una cosa tan insignificante he decidido acuñar un nuevo término para uso y disfrute de las mujeres de mi edad y condición: “Frases tomate cherry”. Se trata de frases bonitas, que te gustan de primeras, que suenan bien, te emocionan y te suelen sacar una sonrisa tontorrona, pero que cuando te acercas a ellas y las masticas un poquito te revientan, te cabrean, y hasta puede que te depriman. He aquí unos ejemplos:

El amigo casado que te dice: “Eres una mujer maravillosa de verdad. Qué pocas quedáis ya así. Qué suerte tendrá el que sea tu pareja.” Y qué a gusto te has quedao, amigo, ahí soltando memeces desde tu atalaya. ¿Pretendías consolarme por algo por lo que no estoy triste diciéndome algo que ya sé? Porque con eso consigues que me entristezca pensando en lo desaprovechada que estoy y lo injusta que es la vida. Gracias.

Un antiguo amor de verano que te encuentra en el facebook tras muchos años: “No me puedo creer que estés soltera”. Y es un halago, sí, pero entonces te sientes en la obligación de responderle con un porqué y te deprimes al hacerte un pequeño examen de conciencia y un repaso de los últimos cuatro años de tu vida. ¿Y cómo darle una explicación sin que suene a un subliminal lloriqueo desesperado?

Por último, el ex rollete que un día se enfrió, al preguntarle, en un ataque de esos nuestros de tenerlo todo bajo control, si ya definitivamente lo vuestro había terminado, va y te contesta: “Sí, pero me gusta tenerte en mi vida”. Ciertamente hermoso pero, ¿has dicho en tu vida o te refieres a tu agenda?

Como los tomates cherry, estas frases aparecen por todos lados, a todas horas y son inevitables. Ya dependiendo de lo controladora o despreocupada que una sea puedes elegir ignorarlas, explotar tú o aplicarles directamente el cuchillo.

Dedicado a C, que me sugirió que a la quiche lorraine le pusiera tomates cherry. ¿Enteros? – le pregunté. Vamos, calla.

jueves, 25 de noviembre de 2010

3 años de Bitterconch

Tal día como hoy hace tres años decidí comenzar este blog... Y como además da la casualidad de que hoy es el Día de Acción de Gracias en mis adorados EEUU... allá voy:

A mis lectores, comentaristas, y a los amigos nuevos que he hecho este año gracias a este blog y a pesar de este blog :) Gracias por ser gente tan estupenda y auténtica que me ha inspirado y enriquecido tanto, con la que he aprendido tanto y con la que sobre todo me lo he pasado tan bien, tanto dentro del blog, como fuera de él.

Gracias también a todos esos comentarios anónimos que han venido a hacer daño, por hacerme crecer y enseñarme a diferenciar la fidelidad de la envidia, el buen corazón de la falsedad y la verdadera amistad de la traición. Mi vida es mucho más plena y sana desde entonces gracias a vosotros.

Gracias a los seguidores de mi página del facebook que abrí hace justo un año y que a día de hoy cuenta con 192 seguidores y una actividad y un buenrollismo bárbaros.

Gracias también a los que me han conocido a través del grupo este friki que creé "Por una tienda Nespresso en Murcia". 259 miembros a día de hoy más bonicos que na, ansiosos porque abran una tienda. Sólo tuvimos que esperar 6 meses, que mañana será el gran día.

Por último, gracias al 609 (ya, soy lo peor), por estar tan cerca de casa y estar abierto los domingos. Gracias también por invitarme a su aniversario anoche y regalarme esos copazos tan chulos. Este finde los estreno como sea que hay mucho que celebrar.

A todos vosotros, a seguir bien. Besos y abrazos.

miércoles, 24 de noviembre de 2010

Tonta del capullo

Ahora los tíos se abalanzarán sobre mí.... pero no en el buen sentido.

Me explico: Desde hoy, para mí, Sara Carbonero es tonta del capullo.

Razón aquí.

Y que tampoco me venga ninguna tía con lo de que tenía complejo, porque me dáis más la razón, y sencillamente me confirmáis que la Sarita está mal de la cabeza. Porque, como véis en la foto, no le hacía falta. Un par de comilonas y dos o tres kilicos de almendras y pa'lante. Una tía además que lo tiene TODO! Poneos a pensar... ¡TODO! Me pregunto también qué pretende la tía, caldear más al personal? Porque es que ha elegido también el momento más oportuno para operarse, cuando la prensa la persigue a todas horas. Que además, trabajando donde trabaja, en un ambiente mayoritariamente masculino, con una audiencia principalmente masculina, que ahora pida que la traten de iguales. Venga por Dios! Yo desde luego ya no pienso lo mismo de ella.

Y ya, si nos ponemos, Iker también me empieza a caer mal. Otro tonto del capullo.

¿No queríais un post de tetas? Pues ahí lo tenéis.

domingo, 21 de noviembre de 2010

La Capea

Días antes del evento, Pepito, de cuatro años, hijo de torero, le preguntó a su primo Andresito, de tres, si pensaba torear  en la capea del sábado. “Hombre, pues si sale una oveja…”. Pero no sacaron una oveja al final, ni ningún toro ni vaquilla para que se lanzaran a hacerse el valiente, y el ridículo en la mayoría de los casos, el resto de los mortales, que en el Evento Taurino de la Finca La Herencia se deja actuar solamente a los profesionales. Los demás vamos a verlos, a estar con los amigos, a pasar el día de fiesta campera y a disfrutar de nuestro solazo murciano otoñal, que es una maravilla.

Todos los años se juntan allí en El Jimenado el ciento y la madre, que éste era mi tercero y todavía me sigue sorprendiendo la cantidad de gente que va. Familias enteras, grupos enormes de amigos, personajes de la Murcia más fiestera acuden cada noviembre desde hace años a disfrutar del toreo de nuestra tierra y de algún que otro invitado de fuera. Y justo por eso, porque suele caer algún famoso y por el pampaneo, los hay que vienen más a ver y a ser vistos, que a disfrutar de los toros y el condumio. Que siempre hay alguna a la que se le nota que lleva planeando el modelito desde la capea anterior, que si la vez pasada erró al llevar los tacones demasiado finos, este año ha optado por una versión más cowboy, innovando con la incorporación del sombrerito y las pieles en el chaleco. A ésas las llamamos las Barbie Capea, cuya melena recién salida de la peluquería, con su onda perfecta, siempre me fascina. ¿A qué hora se habrán levantado estas buenas mozas para subirse la pestaña?

Y por supuesto, si hay Barbie, hay Ken. El Ken Capea o Ken Campero también viste botas de cowboy, o puede, si es más casual (pronúnciese cásual), llevar deportivos de Prada. Lleva sí o sí, camisa y americana aterciopelada, y no pasa calor. Además, se ha vaciado un bote de perfume y otro de gomina para la ocasión. Otro que madruga.  

Para la corrida siempre nos sentamos en el mismo sitio, una especie de palco donde, cuando no se tiene ni idea de toros, como es mi caso, es bonito que cada vez seamos más, para oír los comentarios de los entendidos, disfrutando a la vez de de un aperitivo multitudinario.

El primero en torear, con sus sesenta cumplidos, fue Luis Miguel, que al enfrentarse al toro se quitaba treinta años de golpe. Tanta alegría llevaba ese hombre en el cuerpo, que en medio de la faena se marcó un taconeao frente al toro, como si nada. Le siguió el Tato, pero confieso que lo vi poco, que me pilló repostando cañas. Tras él, de traje de chaqueta blanco y coletica engominá, Javier Conde, que ni qué decir tiene que se puso perdío, como cada vez que uno se viste de ese color. Le cantó su mujer, Estrella Morente, en plena faena, y eso, sin tener yo ni idea de na, me puso los pelos de punta. 

Y tras los de fuera, los tres murcianos salaos: mi admirado Pepe Moreno, Alfonso Romero y el simpático José María Requena para poner el fin de fiesta.

Aunque la fiesta campera ahí no acaba, que para las copas de la merienda se habilita una carpa con barra libre y música en directo y ¡ay, si esa lona hablara! Que nunca me explicaré como el olor a zorrera en la ropa pudo ser tan atractivo. Que a pesar del frío de estar en medio del campo, se escapan las parejas a esconderse en los burladeros y comentar la faena bajo las estrellas. Que en esa carpa, año tras año, siempre hay un momento en el que se va la luz y los tímidos se desatan. Que lo he visto yo eso más de una vez y más de dos. Que aún sin caja, se crea un tablao flamenco invisible donde se desgañita hasta el más cohibido. Y siguen los bailes y la jarana… hasta que el cuerpo aguanta. ¿Has ido alguna vez a una capea?

jueves, 18 de noviembre de 2010

¿Por qué no me llamas?

Salimos una noche, todo fue bien... Empezamos algo, algo maravilloso, nos lo pasamos tan bien... Pero hey! ¿por qué no me has llamado? Creía que te volvería a ver.

We went out one night
Everything went right
We got something started
It was outta sight
We had such a good time
Hey! Why didn't you call me?
I thought I'd see you again

By the phone I wait

Staring into space
Thinking about our first kiss
Out on our first date
We had such a good time
Hey! Why didn't you call me?
I thought I'd see you again

Why don't you call me again?

I'm gonna ask
When I see you again
Thought you would be my man my lover my friend
I never never thought it would end so quickly
It would end

I've resorted to

Hanging up on you
I know you know it's me
How else will I talk to you
We had such a good time
Hey! Why didn't you call me?
I thought I'd see you again

Why don't you call me again?

And I'm gonna ask
When I see you again
Thought you would be my man my lover my friend
I never thought it would end so quickly
We had such a good time
Hey! Why didn't you call me?
I thought I'd see you
I thought I'd see you
I thought I'd see you again

Hey! Que aquí no ha pasado nada, eh? Que sólo estoy ensayando para el concierto de mañana ;)


Why Didn't You Call Me. Watch more top selected videos about: Macy Gray

miércoles, 17 de noviembre de 2010

True Romantic Morning!

Me he levantado de un happy-tontorrón... QUE NO ME AGUANTO!!

Se me mezclan varias cosas en la cabeza, canciones, videos, otra canción, otro vídeo... algún que otro sms extraño pero divertido... y hasta tengo ganas de trabajar!

Será el día este de gris y lluvia que, por extraño que suene... ¡Me encanta!

En primer lugar, me he levantado tarareando esta canción, no me preguntéis por qué, pero a que es super happy?



Luego la noticia de la Royal Wedding, con la que rápidamente he preparao una activity para mi blog de clase (qué le voy a hacer si yo...). Os dejo el enlace aquí, por si queréis practicar vuestro inglés. Que estará el crío calvete y tal pero... oh, that beautiful accent!


Hey, y hablando de clases de inglés... ¡Esta tarde salgo en la tele!

Pa que luego digan que noviembre es un mes triste...
Feliz día a todos!

El invierno ya está aquí

Eso que dicen de que en Murcia no tenemos otoño… O que el invierno en Murcia en realidad es un otoño… 

A la 1:30 del mediodía cruzaba yo hoy la soleada Plaza Belluga casi que corriendo. Por una vez en mi vida no llegaba tarde, así que si iba rapidico era porque hacía un viento helado de quitaba la respiración. Hoy el sol no calentaba tanto como ayer o como este pasado finde (que yo creo que hasta cogí color el sábado).

Llego por fin al edificio, entro y respiro algo de calorcico, qué alivio, y allí me encuentro con Loles: "Nena, qué frío hace de repente" - le digo al sentarme en el taburete de la cantina. "Claro, es que es mi cumpleaños".

Y es que es verdad. No que no me acordara de su cumple, ojo, que por eso fui a verla, sino que, con su sonrisa preciosa habitual, me estaba recordando que el invierno siempre empieza con su cumple. La conozco desde hace más de 15 años y, entre mis amigas, el cumple de Loles marca el principio del invierno. Es más, siempre en su fiesta estrenábamos algún conjunto nuevo, las botas, algún jersey...

Estos días hablábamos del calor que hacía todavía para ser noviembre, de si hacía frío por las mañanas sólo, de si habíamos puesto el nórdico ya pero nos asábamos, de si habíamos hecho el cambio de armarios ya del todo, de que mi madre me quiere comprar un calefactor como regalo de santo... Y yo les decía "Esperaros al cumple de Loles", que es que hasta una compañera de trabajo que no la conoce se acordaba de mí repitiendo la misma cantinera el año pasado. Y es que es infalible nuestra teoría. Que luego volverá el calor en diciembre, pero de momento... el invierno ha llegado.

Desde aquí felicidades a mi amiga Loles por mil cosas de las que sólo diré unas cuantas: por su cumple, por haberse sacado el teórico, porque el flamenco haya sido declarado Patrimonio de la Humanidad tal día como hoy, porque la peque ya está bien, por esos 10 años y, sobre todo, muchas felicidades por ser como eres. Te deseo que sigas contagiando tu energía, sonrisa, generosidad y alegría mil años más.

domingo, 14 de noviembre de 2010

Disfruto

Será lo de la crisis, y que estamos locas perdidas, pero a mis amigas y a mí nos ha dado por los descuentos. Ofertas en restaurantes, en cosmética, en parques de atracciones, en los relojes de Sara Carbonero… lo que sea. Cualquier hallazgo, aunque no lo necesitemos, aunque jamás se nos hubiera pasado por la cabeza tener o hacer algo así, se convertirá en una pequeña obsesión, un pequeño deseo, una nueva experiencia que nos plantearemos probar. Aunque no los aprovechemos, aunque sólo les dediquemos cinco minutos de nuestro pensamiento, el materialismo y la codicia se apoderan de nosotras, justo ahora que es cuando menos lo necesitamos. Cualquier cosa es tentadora de repente: ¿Una cena a la americana a base de costillar y coca cola para dos? ¿Una sesión de acupuntura? ¿Un día en Terra Natura con los niños gratis? 

 Y así fue como ocurrió. En unas de ésas, una buena mañana de esta semana, mi amiga M encontró un descuento y lo dejó caer en mi bandeja de entrada. “Sólo tienes 24 horas”. Y como justo me pilló estresada, agobiada y con ganas de gritar, el mero hecho de abrir el correo fue como ver la luz al final del túnel. Esta vez sí que necesitaba un poco de amor en forma de descuento, y además ya.

“Disfruta del lujo con un masaje de oro por sólo 6 euros”.

Entonces paré lo que estaba haciendo y decidí investigar sobre semejante frivolidad. Cuál fue mi sorpresa cuando descubrí que el masaje de oro era cosa seria. Resulta que ya se realizaba en el antiguo Egipto y no se trataba del típico capricho estético, consistente en caricias y mimos, sino más bien de un masaje con fines curativos, reactivando la circulación y aliviando contracturas musculares de espalda y piernas. Hasta ahí la parte física, que ahora llega la mística. 

El masaje de oro además puede ser considerado un ritual de prosperidad, pues atrae al dinero y al éxito, aumentando la autoestima y alejando las influencias negativas. Así mismo, te alivia en momentos de estrés y te reactiva si estás decaída. Y Jennifer López es súper fan, ¿qué más quieres, Federico?

Así pues, dicho, hecho, comprado y reservado cita, al día siguiente, a las 10 de la mañana.

Menudo masaje, amigos, menudas manos las de A, incrustándose en todos mis nudos y contracturas desde los pies a la coronilla. Como si desencorsetaran varios años de tu vida, casi como una liberación. Con dolor, pero sintiendo alivio y respiro. Un “dolor rico” que dicen en Sudamérica, según A, con momentos de mecagoentusmuelas, según yo.

Tras eso, A, que hasta ahora me había explicado todos sus movimientos sobre mi espalda, guardó silencio para leerme los chakras dibujando símbolos sobre mi espalda. Poco después se llevaría mi energía para limpiarme el aura. Yo mientras, me mordía los labios reteniéndome las ganas de preguntarle mil cosas, intentando a la vez poner la mente en blanco para que no le aparecieran mis dudas y malos rollos. Que lo suyo era que se los llevara todos.

Dice A que al limpiar mi aura leyó en mí muchas cosas, como que me cuesta perder el control y que soy una mujer poderosa. Esto último, a pesar de la torta monumental tras treinta minutos de masaje bocabajo, me emocionó y me hizo sentirme lo menos 2cm más alta. Sería también debido al estado medio galáctico en el que me encontraba, que salí de allí que parecía que flotaba, cruzando la Pasarela como una triunfante de Bridget Jones, recitando inevitablemente un mantra de una rubia más real y más de aquí que decía: “Me encanta el oro, me vuelve loca el oro, todo junto. Yo, o nada o mucho. Disfruto.” ¿Has probado ya el oro? 

domingo, 7 de noviembre de 2010

Cuentos modernos

A veces pasa que, de la manera más tonta, más peregrina, por un contacto de twitter, por un mensaje descarado en el facebook, porque ambos comentáis en un blog, o incluso, por una llamada equivocada a tu teléfono… conoces a alguien. Alguien a quien no habías visto en tu vida y al que, por mil circunstancias, no podrás ver a diario, entra a formar parte de tu vida de la manera más inesperada.

Ese alguien, en principio tan extraño y tan lejano, tan diferente a ti, poco a poco se va convirtiendo, mensaje tras mensaje, email tras email, llamada tras llamada, en algo curioso, misterioso, excitante, que quieres conocer aunque sólo sea para que se te quite ese continuo vuelco al corazón. Con el tiempo, quizás trascurridos solamente unos días, aquel alguien se convierte en un amigo, un alguien familiar, cercano, casi imprescindible, con quien compartes confidencias, un par de fotos, una canción. Y pronto serán tres las tomas de contacto diarias, las mínimas para contarse la anécdota absurda de la jornada, otra para hablar de lo divino y lo humano, y la tercera, la última, la más larga, justo antes de dormir, para desearse un buen día siguiente y para conseguir que soñéis el uno con el otro. Igualmente e inevitablemente os convenceréis de que es posible un futuro juntos, y con ello llegarán los castillos en el aire, donde os imaginaréis viviendo el más fascinante y perfecto cuento de hadas jamás contado. Y así, sin casi darte cuenta, ese alguien que no conocías y realmente no necesitabas, se convierte en el centro de tus días y tus noches. Y desearás con todas tus fuerzas no necesitarlo tanto.

Entonces llega un momento en el que, por parte de los dos, urge acabar con las intrigas y el sinvivir y conocer a ese alguien en carne y hueso, ser espectador directo de sus gestos, tocarlo, olerlo. Y sin timideces organizaréis ese finde en el que veros por primera vez, aun con el miedo de que pueda tratarse del error más grande que hayáis cometido en la vida. Así, tras mil emails y mil llamadas, llegará el día en el que se acaben las cuentas en la agenda, las cruces en el calendario y aparecerá él, puntual, donde habíais quedado, y el mundo se parará a vuestro alrededor y… ¿sabéis qué pasa a continuación? Que todo saldrá bien. Que las primeras miradas serán llenas de ternura, pero pronto pasarán a ser gestos divertidos y más vuestros. De la forma más natural quedaréis instantáneamente imantados el uno al otro y desearéis permanecer juntos así para toda la vida.

Bonito, ¿eh? Pues que sepáis que yo no creo en nada de esto. Estas cosas no pasan. Todas estas historias, estos cuentos de hadas modernos, se los he oído a otros, lo típico que le pasó a una amiga de un amigo. A mí, lo que es a mí, no me ha pasado esto en la vida. Será porque no me dejo, o porque no me lo merezco. Quizá porque no me lo creo o quizá porque me niego a empezar historias fantásticas con quien no elijo. Me niego a creer en el destino y a tener líos con alguien que no me gusta de primeras y, por durísimo que suene, me niego a dar oportunidades a quien no me entra por los ojos, que a mí ya no se me ablanda el corazón, ni estoy de oferta. Me encuentro en un momento cansado, apático, en el que no me creo nada y no quiero perder el tiempo con algo que siempre acaba y siempre duele. No me intriga este tipo de tramas porque preveo el desenlace. Así que no me busques, no me escribas, no te empeñes en que debo conocerte. Si no es, no es, y no voy a salir contigo. Soy una rancia, una estúpida, una tiquismiquis y no te gustaré. No soy tan interesante como crees, ni tan especial como en la película que te has montado.  

Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.

sábado, 6 de noviembre de 2010

Domani è già qui

¿Cuántos tíos buenos contáis en este vídeo? Llevo tres días soñando con Giovanotti (¡¿desde cuándo está tan buenorro?!) rapeándome al oído. Ains!
¡Quiero irme a Italia YA!

jueves, 4 de noviembre de 2010

Amando la trama

Ya que no he podido ir al concierto (está tocando en el auditorio en estos momentos), me estoy pegando una hincheta a Jorge Drexler en casa con ayuda del spotify de padre y muy señor mío.

Para que disfrutéis un poquito de Drexler vosotros también, os pongo la letra preciosísima de mi última canción favorita suya, La trama y el desenlace, y se la dedico inevitablemente a dos personas por mil motivos.

En primer lugar se la dedico a A, porque él tampoco ha podido ir al concierto por causas de fuerza mayor, porque me encontré a Drexler en su muro y me habló y porque... digamos que le hará gracia que se la dedique yo a él y no al contrario.

Y en segundo lugar y por supuesto, a C, porque la oí por primera vez junto a él, porque me paseé por Madrid con él, porque me ha conseguido una entrada aunque ya era demasiado tarde y porque además, ya de paso, hoy es su santo. Gracias, petardo, por todo eso y más.

La trama y el desenlace

Camino por Madrid en tu compañía,
Mi mano en tu cintura,
Copiando a tu mano en la cintura mía.
A paso lento, como bostezando,
Como quién besa el barrio al irlo pisando,
Como quién sabe que cuenta con la tarde entera,
Sin nada más que hacer que acariciar aceras.

Y sin planearlo tú acaso,
Como quién sin quererlo va y lo hace,
Te vi cambiar tu paso,
Hasta ponerlo en fase,
En la misma fase que mi propio paso.

Ir y venir, seguir y guiar, dar y tener,
Entrar y salir de fase.
Amar la trama más que al desenlace,
Amar la trama más que al desenlace.

Fue un salto ínfimo
Disimulado,
Un mínimo cambio de ritmo apenas,
Un paso cambiado,
Y dos cuerdas que resuenan con un mismo número en distintos lados,
O el paso exacto de dos soldados,
Como dos focos intermitentes,
Subitamente así, sincronizados.

Dos paseantes distraídos
Han conseguido que el reloj de arena de la pena pare,
Que se despedace.
Y seguir que el rumbo que el viento trace.

Ir y venir, seguir y guiar, dar y tener,
Entrar y salir de fase.
Amar la trama más que al desenlace,
Amar la trama más que al desenlace.

Ir por ahí como en un film de éric rohmer
Sin esperar que algo pase.
Amar la trama más que al desenlace,
Amar la trama más que al desenlace.

Te vi cambiar tu paso,
Hasta ponerlo en fase,
En la misma fase que mi propio paso.

Amar la trama más que al desenlace,
Amar la trama más que al desenlace.

Camino por Madrid en tu compañía.

lunes, 1 de noviembre de 2010

Historias de Halloween

Anoche en la cena al final acabamos contando historias de miedo. Sobre todo de casas antiguas, las de la playa, las de los abuelos, las del campo. De ruidos extraños, sábanas que se deslizaban, luces que se encendían solas y hasta trozos de pizza que desaparecían. Yo, que estas cosas no me gustan, intentaba pararles los pies a los narradores, que luego estoy que vuelvo a mi casa a dormir sola, y más teniendo en cuenta que el edificio donde habito tiene unos 40 años... Pero al final me reía, sobre todo con historias no sé si más de terror que las de espíritus, como la de la niña irlandesa que perseguía a C por un pasillo... o la de los atuendos de la madre... o incluso recordando al guapo (pero salido) de Michael Hutchence... animalico mío.

Fue una noche de lo más completa, que después fuimos al Atomic en el tren de la bruja (escobazos incluidos), a ver cómo pinchaba semejante personaje que es Miguel Ángel Keaton. Y no estuvo mal, muy Jalogüín, que sumándole la idea de las pegatinicas, las fotos y la tontería, lo pasamos bien, a pesar de que tanto el Atomic como el Ma-t estuvieran prácticamente vacíos. ¿Fue porque la gente salió más el sábado? ¿O porque estaban todos repartidos entre Luminata y la Boutique? Porque tendríais que haber visto las puertas de ambos locales. Todo lo que yo pudiera contaros es poco. Lo único que puedo decir, si eso, es: QUÉ CURRADOS LOS DISFRACES!!! Y qué mogollón de gente.

Y ya, uno de los mejores momentos de la noche ocurrió en Luminata, cuando pararon la música, apagaron las luces y pusieron este vídeo. Me hizo una ilu de lo más tontuna, quizá porque era de las cosas que más terror me daban cuando era cría y lo ponían en La Bola de Cristal. Y me fascina cuando pienso que Michael Jackson nunca celebró Halloween en su infancia (era testigo de Jehová y mirad un aviso aclaratorio al principio del vídeo). Así le salió el video de afanao.

Una horica después de la proyección del video, cansada de codearme con zombies, novias cadáver y Alex de La Naranja Mecánica, me fui a casa, y estaba tan reventaíca y tan concentrada en mi incipiente catarro, que se me olvidó pensar en ruidos extraños, en muertos y en fantasmas.

Estas son mis historias de Halloween ¿cuáles son las tuyas? ¿Has pasado un buen puente?