domingo, 30 de enero de 2011

El software


Se volvió loco. Empezó a no hacerme caso, a no responder a mis órdenes. A veces hasta se movía solo, de arriba a abajo, como poseído, hasta que incluso una mañana desaparecieron los iconos de la pantalla. Mi móvil, con menos de un año de edad, había muerto. Era el fin. Y yo sin pasta ni puntos, en plena cuesta de enero. Cabizbaja y sin albergar la mínima esperanza de encontrar un móvil decente, me dirigí a una tienda a estudiar mis posibilidades. “Pregúntale a un técnico primero”- me dijo sabiamente el comercial, no fuera a ser que tuviera arreglo. Así que eso hice, y el técnico, con tan sólo mirarlo, encontró la solución. “Es el software, necesitas actualizarlo”. Y rauda y veloz, sin pensar, le entregué mi móvil, y con él, sin saberlo, parte de mi vida. “Antes de nada ¿tienes algo que quieras guardar o apuntar”. No, pensé, los teléfonos estaban almacenados en la tarjeta así que… Adelante con la actualización, que se me quite esta ansiedad que me produce tener un móvil chalao. Y ahí que el chaval enchufó mi móvil a un cable mágico y tras cinco minutos de espera ya estaba que parecía otro.

Y es que efectivamente era otro. No había salido siquiera de la tienda que ya pude comprobar cómo había desaparecido mi currada configuración personal, la disposición de los iconos, e incluso (¡¿cómo puedo ser tan pava?!) todas las cosas que tenía apuntadas en el calendario: las fechas importantes, mi interminable lista de cosas que hacer, las citas (con el dentista, no lo flipéis). Para una mujer que vive pegada a su agenda era como sentirme desnuda e indefensa.

De repente, recibo una llamada de un número desconocido y lo cojo poniendo voz de mujer estupenda. “¿Cómo que “dígame”?” – la voz indignada de mi amiga G al otro lado. Entonces me di cuenta: ¡había perdido su teléfono! “Ni software ni hardware, tú has borrado mi número, cachoputa.” Al finalizar nuestra amigable conversación fui directa a comprobar mi listín de contactos. Efectivamente, había perdido todos los teléfonos apuntados en el último año. Así, sin pretenderlo, me vi haciendo balance del mismo, intentando listar a todas aquellas personas nuevas en mi vida, las nuevas amistades, los contactos del trabajo, los últimos maromos, recordando incluso todas esas historias frustradas con todos esos mataos cuyo teléfono no tuve la fuerza de borrar en su día.

Entonces, sin quererlo, sentí una especie de liberación. Y al mismo tiempo, una experiencia extra-corporal, pues soñé que los tenía a todos delante y les gritaba desde una montaña, con los brazos abiertos, dedicándoles una mirada perversa a cada uno de ellos: “¡Ya no tengo tu móvil!”.

Ahora no caeré en la tentación de mandar mensajes a tíos que no me quieren ni ver para preguntarles qué hacen el fin de semana. O esos de celos y despecho cuando sienta que un tío me ha abandonado por una más sonsa, más loba o más rubia. O uno de esos mensajes patéticos para recordarles mi existencia (“Me terminado el libro que me regalaste” “Voy a tu pueblo este finde”). Se acabaron los mensajes de plasta, de borracha, de resentida, de necesitada. Voy a dejarme querer, y el que quiera mejillones que se moje el culo. Sonará exagerado pero, con la tontería del software, siento que la vida me da una fantástica oportunidad de cambio.

Lo único que no me mola es que también he perdido el número del pelma aquél que me llamaba para nada. Ese elemento que sólo quería oír mi voz y lo único que hacía era respirar al otro lado del aparato, como los pervertidos. Ése al que no le cogía el teléfono y me llamaba desde el trabajo o desde el móvil de un amigo para pillarme. Yo los tenía todos almacenados, por supuesto (A1, A2, A3...) y ahora no los tengo.

No me mola ni eso, ni cosas como lo que me ha pasado hoy. Por favor, ¿alguien sabe quién me ha llamado a las 8:22 esta mañana? Es para darle las gracias.

martes, 25 de enero de 2011

Last request

Este post, o más bien esta cancioncica, se la dedico a mi compi Helena, con la que comparto, además de curro, ideas, coche, la sala de profes, dos blogs, gusto para las gafas y sobre todo gustos musicales. Hoy le he hablado de esta canción y no la conocía. Es de Paolo Nutini, de hace unos añicos, y espero que le guste.



¿Y que por qué le he hablado de esta canción? Pues porque estábamos hablando de Operación Triunfo (sí! qué pasa?) y le he contado que me gustó la versión que hicieron de esta canción (he dicho que qué pasa!). Ah, por cierto, el mulatico que canta primero... ES MÍO!!

No me dejan poner el video, así que si lo queréis ver haced click aquí.

domingo, 23 de enero de 2011

Lo que diga la rubia


De nada sirve que seas la mejor. De nada sirve que, además de mona, seas medianamente inteligente, divertida, autosuficiente y buena persona. De nada sirve que huelas bien, tengas un cuerpo de escándalo, un pelazo o un estilazo envidiables. Igual que de nada sirve que hoy sí te apetezca, o cualquier cosa que haya ocurrido antes. Con los tíos no cuentan los méritos. Nada está cantado. Todo lo que hayas planeado puede irse al carajo en un solo instante, sobre todo si no eres rubia.

Ocurrió en el Musik la noche del concierto de los Zoolanders, donde fuimos convencidas por una amiga que tenía especial interés en ir para encontrarse con alguien. Un chico con el que había estado de tonteo y encontronazos varios durante toda la semana, chateando diariamente, e incluso de agradable y soleado aperitivo esa misma mañana. Se podría decir que, en palabras de mi amiga, ese chico había hecho una reserva en su cama para esa noche. Esa noche era la noche, o al menos eso le parecía a mi amiga, que inevitablemente se había montado ya su película. Así, y siendo testigo de los hechos que acontecieron, hasta yo estaba empezando a creerme la película y casi me planteaba volver a tener fe en el género masculino.

Una vez allí, el chico estuvo de lo más simpático desde el momento en que vio a mi amiga. Le invitó a una copa, charlaron y desde fuera se le notaba encantado de haber coincidido con ella esa noche. Que hasta los tíos, los amigos comunes, decían que entre ellos no veían química, sino puro fuego. Igualmente ocurría cuando mi amiga se venía a hablar con nosotras, o se acercaba a la primera fila a berrear a los Zoolanders en plan groupie, que el chico, apoyado como el que no quiere la cosa en una pared del bar, no le quitaba ojo, y sacaba el periscopio para buscarla si en algún momento la perdía de vista.

Pues de repente una rubia, sola, aparece en escena surgida de la nada. Llega y se apoya en la misma pared, detrás de nuestro chico. “Ojo con ésa” murmuré a Lady M. “No me seas peliculera, Bítter, tú también, que pasas de las comedias románticas a las tragedias catastróficas con una facilidad…” Vale, seré una perversa, pero sabía que no me equivocaba. De repente, la rubia, cual cangrejo, saca los garfios y engancha a nuestro chico, se abraza a él por la espalda y le empieza a dar besos en el cuello.

“¿Qué está pasando? ¿Quién es esa?”-le preguntaban a mi amiga, que se encogía de hombros y asumía con una sonrisa que esa noche dormiría sola. Y es que ¿qué le iba a hacer? (por mucho que su mayor deseo fuera el de sacarle los ojos a la rubia y darle una patada en los mismísimos al chico). Entonces, seguidamente, pasó lo de siempre, que empezaron los discursos de salvamento de la auto-estima y la dignidad por parte de todos: “Con lo guapísima que vas esta noche, con lo fantástica que tú eres, no te preocupes que no acabará con ella, tú eres mucho mejor, ella no te llega ni a la suela…” Pero de nada servía, que mientras, la rubia le acariciaba la colleja al pedazo de carne con ojos, ahora apoyados en la barra. Y es que no tiene nada que ver. “¿Vas conjuntada y depilada?” le pregunté yo en mi habitual estilo. “Sí, y además había limpiado mi casa” Pues no me digas más, ahí está la clave. Mi amiga se aseguró el desastre desde el momento en que salió de su portal. La ley de Bridget Jones en estado puro, que no falla. Que lo estilosa y lo dispuesta que vayas una noche será directamente proporcional al fracaso más estrepitoso.

Pronto desaparecieron los tortolitos, sin despedirse de nadie. Mi amiga, resignada, decidió pedirse un último copazo antes de marcharse a casa, mientras los chicos del grupo intentaban disculpar a su amigo. “No tiene mayor explicación – le dijo J- más que los tíos pensamos con lo que pensamos y al final, siempre haremos… lo que diga la rubia”.

sábado, 22 de enero de 2011

Que pare el mundo, que me bajo!

I Want The World To Stop

I want the world to stop
(I want the world to stop)
Give me the morning
(give me the understanding)
I want the world to stop
(I want the world to stop)
Give me the morning, give me the afternoon
The night, the night

Let me step out of my shell
I'm wrapped in sheets of milky winter disorder
Let me feel the air again, the talk of friends
The mind of someone my equal
I want the world to stop

Tinseltown has followed me from Tinseltown to
Grey adorable city by the docks
Girls will walk in moving air the sun hangs low the girls don't care
As they paint themselves at dusk.

I want the world to stop
Towns' and cities' populations up and grow
The workers move to the suburbs
In between I watch and go
I run along side rush hour traffic a prayer for every car

I want the world to stop
I want to write a message to you
Everyday at 10 o clock in the evening
Yellow pearl my city is
This is your art this is your Balzac your Brookside and your Bach

domingo, 16 de enero de 2011

Enero

“Te conocí un día de enero con la luna en mi nariz y como vi que eras sincero en tus ojos me perdí”. Así empezaba Shakira su canción “Día de enero”, dedicada al que ahora es su ex-novio. Que al parecer su relación empezó un enero, como igualmente ha acabado en otro, varios años después.

Y es que, según las estadísticas, es enero el mes más típico para las rupturas amorosas. Poneos a pensar, que seguro que conocéis casos que coinciden. ¿Los motivos? Pues decía mi amiga T, cruelmente, que sería debido a esos kilos de más que se ganan en Navidad. Y yo espero que no, por Dios, qué injusticia, que yo todas las Navidades me pongo igualica que el buey y la mula juntos. Y que en teoría ¿no se te debería querer tal y como eres y bla bla bla? Por lo menos es lo que me gusta pensar a mí en mi feliz mundo de color verde limón. A lo mejor, también es verdad, por eso mismo no tengo novio.

Ya en serio, dicen que la Navidad y el verano son las dos etapas de fuego para muchas parejas. Es en estos períodos vacacionales donde típicamente se pasa más tiempo juntos, tienes que soportar a la familia política y contar hasta 10 con los cuñaos si no quieres llegar a las manos. Que no a todos se nos da bien ponernos el chubasquero metafórico para que todo nos resbale, o ser diplomáticos, poner una sonrisa falseta, no sacar temas de conversación controvertidos, y más con la que está cayendo, o acatar las decisiones de una familia que no es la tuya. Que dice mi querida L, todo tremenda ella, que si no tienes suerte, la familia política puede ser razón de peso para querer perder de vista a toda una raza. Y que el roce continuo, según mi amiga J, desgasta profundamente, por lo que ella intenta siempre no pasar más de 7-10 días con su pareja a solas, que si no, a partir de ahí empieza a pensar en la separación de bienes. O como mi compi N, que se fue a Japón esta Navidad con su novio y por precaución se buscó a otra pareja que los acompañara. “Y que la gente en realidad no se soporta”, responde tajante mi adorada M, que si le dejas es porque no le querías o que, sencillamente, hay otra persona, que a veces se nos olvida pensar en eso, cuando es la más fácil de las respuestas. ¿O es que no se nos pasó por la cabeza el macizorro de Piqué cuando nos enteramos de la separación de Shakira? Ay, la Chaqui, que parecía buena y sonsica. (De las sonsis por fuera, leopardas por dentro hablaré algún día, lo prometo)

Interesante la estadística ésta del mes de enero, aunque de momento no sea algo que me preocupe directamente. Sí creo, sin embargo, que debo tomar buena nota de ello para futuros eneros. Desde un punto de vista metafísico me fascinan las razones de tanta ruptura. ¿Será por aquello de que empieza el año y queremos mejorar nuestra vida? Y desde un punto de visto más práctico pienso en lo que dice la optimista de mi amiga P, que “por un amor que se acaba, otro que empieza”. Así que cruzaremos los dedos y confiaremos en que también sea enero el mes de los comienzos amorosos. Que yo además, me pongo a pensar, y de repente recuerdo que mi relación más larga comenzó a finales de un enero (allá por el Pleistoceno) tras finiquitar con otro a principios.

Me dispongo pues a ponerme el disfraz de sonsi por fuera para ocultar que en realidad soy una leoparda por dentro, que si algo he aprendido estas pasadas fiestas es que son las de esta calaña las que triunfan, a lo tonto, tonto, minando, minando. Me lanzo entonces a las calles a buscar soltericos despechados y destrozados, para en un descuido, imitando la dulce vocecica de la tonti de Shakira les cante al oído aquello de que “mi loco amor es tu mejor doctor”.

Un día de enero


Shakira - Video - Dia De Enero - ShakiraMega
Cargado por shakiramega. - Ver los videos de música recién destacados.

sábado, 15 de enero de 2011

Finde en Madrid con los chicos

De las cosas que me apetecería hacer una noche como ésta sería compartir con alguien mi sofá, preferiblemente con un chico guapo, simpático y que huela muy bien. Ver una peli buenísima como, por ejemplo, se me ocurre, Celda 211, que te tiene enganchadísima de principio a fin, y cenar un kebab, de esos fantásticos que puedes pedir que te traigan a tu domicilio. Por hacer algo tranqui y guay.

A la mañana siguiente levantarse temprano y coger carretera y manta con los primeros rayos de sol. Para llegar a Madrid justo a tiempo para un aperitivo en La Latina, y pedirnos una cervecica fría y exclamar: "Ay, cómo las tiran en Madrid!". Y acompañarla de unas croquetas, unas bravas...

Seguir entonces con unos vermús y unos callos, y después unas albóndigas con sabor a curry.

Para terminar, ir a un bar donde te pongan un chupito de licor de madroño, que no está mal, pero te hace el hueco necesario para tomarse el cafelico. O quizá, como decía A, un café lucido, con una magdalena de colores del Happy Bake antes de empezar con las copas en Lamucca.

Que quien dice copa, dice mojito. Y no uno, ni dos, ni tres...

Tras un mini descanso y una ducha cenaríamos un buen plataco de mejillones en una cervecería de la Plaza de Santa Ana, y conociéndome, a pesar de mis propósitos, caería lo menos un kilo pa mí sola, que total los mejillones tampoco es que engorden mucho, no? Quizá sí la cerveza :)

Y luego ir a un concierto, pero tampoco nada muy multitudinario. Algo parecido a cuando fuimos a la presentación del disco de M-Clan en el Teatro Monumental.

Y ya por fin, para terminar la noche, tomarnos unos gin lemons en la Sala Juglar, a la que por otra parte, no sabría volver sin ti, aquel chico guapo que se sentó una noche junto a mí en el sofá.

viernes, 14 de enero de 2011

Con la tontería

Con la tontería y la fiebre, he publicado sin querer algunos pensamientos míos absurdos que tuve esta Navidad...

Pensamientos de esos que tienes, y que cualquier persona normal piensa, pero alguien tarado como yo va y y los escribe. Y luego se le escapan. Y me hacen comments. Y ahora no puedo borrarlo, pero sí editarlo para que no creáis que he perdido la chabeta definitivamente.

Ahí van:

Pensé que podrías llamarme para desearme feliz año nuevo, y quedar, y reconciliarnos con la tontería. Así de fácil.
O yo podría mandarte algún mensaje, a ver si te animas a acordarte de mí:
"te dejaste un chicle en mi casa"
"he visto a tu amigo desde el coche"
"he terminado de leer el libro que me regalaste"
"en enero voy a Madrid"


La navidad es muy puta, sobre todo al principio, que te hace tener pensamientos ñoños: 
Si tuviera novio le regalaría eso o desayunaríamos tortas de pascua de Bonache cada mañana.
O qué a gusto estaríamos en mi sofá, viendo la tele, con mi nueva alfombra, y los arbolicos del balcón.


Creo que estoy preparada para hacerle a alguien la vida deliciosa. Este año es mi año.
A pesar de las nuevas arrugas, a pesar de que se me está agriando (aún más) el carácter.

jueves, 13 de enero de 2011

La Parte por el Todo (6)

Es que el 5 no era buen número :)

Reitero mi más sincera enhorabuena a la Vecina de Ayer por acertar a mi amigo Mao de mi admirado Warhol. Sin embargo, esto de que cada vez los adivinéis más rápido no puede ser... y cómo yo NO ME PICO he decidido poneros otro ya, a ver qué tal.

Antes de nada, diré que la idea de poner esto no ha sido mía, que la historieta que hay detrás de esta obra me la ha contado mi amigo y lector Salvador San Mateo Gil, magnífico pintor y fotógrafo murciano. A él le dedico esta PARTE.

La única pista que daré es... que para muestra, un botón.

miércoles, 12 de enero de 2011

La Parte por el Todo (5)

De cómo me entretengo yo sola y encuentro la inspiración...
Os digo cómo he seleccionado esta PARTE y ésa será la primera pista...

Todo empieza con mi madre, que recientemente me ha regalado unos libracos de Historia del Arte que yo adoraba y con los que yo estudié... Pues ha sido coger uno al azar y elegir una obra de entre sus páginas...

Luego, al ir a sacar la foto de Internet... de repente... noto algo en la obra... y descubro gracias a eso una historia truculenta pero en cierto modo divertida que tendrá que contar quien adivine el TODO.

No os voy a decir ni la editorial ni el tomo, tan sólo la página, la 101.

domingo, 9 de enero de 2011

¿A qué huelen los bares?


Llego a Aduana a la hora de siempre, con las amigas de siempre, sentadas donde siempre, pero no sé por qué hay algo esta noche que es distinto. Para empezar las veo claramente desde la puerta, antes me costaba un poco más encontrarlas. Tienen un brillo diferente en la piel ¿nuevo maquillaje? Ah no, espera. Un momento. ¿A qué huele aquí? Es como un mezclete raruno entre licorería retestiná y personas. “Pues cuando encienden el aire acondicionado lo flipas”- me avisa mi amiga R. “Que es una peste horrible al tabaco de todos estos años mezclado con tubería sucia típica”. Mmm, delicioso, no puedo esperar a experimentarlo en mis carnes. 

Y efectivamente empieza lo que me temía, que ahora, con la ley antitabaco, vamos a tener que olernos los unos a los otros. Las distancias cortas se alargan. Una nueva sinceridad para esta segunda década del siglo XXI, que ahora comenzaremos a diferenciar a los que se lavan de los que no. Los que usan desodorante de los que no, desde el primer hola qué tal. Qué bien, las feromonas funcionando a todo gas y acertando, por lo menos, en la parte física. Ya no habrá sorpresas desagradables ni alas pestosas de última hora. 

Se acabó el “¿tienes fuego?” para entrarle a alguien, y el “se fue a por tabaco” se transforma en “se fue a fumar y no volvió”. Y será verdad, que seguramente fue porque conoció a otra en la puerta del bar, que es donde ahora se va a ligar realmente, que en estos tiempos fumar une mucho. “¿Qué tal ahí fuera?” – le pregunto a una amiga que fuma. “Pues nada, me he hecho una amiguita. Una mature aterrorizada porque sus hijos la han amenazado con chivarse si la pillan fumando”. Pobre. Como pobres también los vecinos ahora. Auguro que alguno, desesperado y desamparado, optará por salirse al balcón con una bolsa de pipas a poner la antena en las conversaciones de los posibles futuros amantes.

Aun así, por mucho que recapacito sobre ello, la ley antitabaco sólo trae ventajas. Ahora si eso, volveremos a casa con olor a fritanga de las cenicas en nuestras tascas o del kebab de madrugada. Sin embargo se acabó lo de airear abrigos, ducharse antes de dormir, el mechón de pelo pestoso aquel que te atacaba a la mañana siguiente al girar la cabeza, entre las sábanas que tenías que lavar sin falta… Lo que ahorraremos en lavadoras, jabones, champuses, y en definitiva, en agua, que nunca está de más.

Que cuando llegué tras mi primera noche de fiesta sin humos me pareció que eran las 2 de la madrugada por lo fresca y despejada que me sentía, pero eran ya las 4. Que me habría acostado con la ropa que llevaba porque todavía olía a mi perfume y mis brazos a mi crema. No me habían llorado los ojos ni estaba afónica como un perro.

Definitivamente es el momento de dejar de fumar. Me atrevo a afirmar que hasta dejará de existir el concepto de “fumador social”, ya que pierde su sentido el cigarro del café, el de la copa, el de las bodas. Decía F que lo suyo sería crear un Club de Fumadores Sociales que sólo abriera hasta las dos, y me sonó ya a algo totalmente desesperado y hasta carcundio, como lo de los Amigos de la Capa.

Yo espero sinceramente que dure para siempre. En Irlanda, tierra de pubs, funciona de maravilla desde hace tiempo y en Gotemburgo este verano fue algo que alabamos y agradecimos las cinco noches que pasamos allí. (En México por el contrario, he leído que quitaron la ley antitabaco porque la gente se largaba de los bares sin pagar diciendo "salgo a fumar y vuelvo"). Me preocupa sin embargo el verano, las discotecas, los bares abarrotaos y la peña sudando… Ay, espero que los fabricantes de jabones y desodorante tomen buena nota de esto.

sábado, 8 de enero de 2011

Su elegancia matutina

No sé qué me gusta más, si la canción o el vídeo. Dedicado a mi tía P. DEP.



Her Morning Elegance

Sun been down for days
A pretty flower in a vase
A slipper by the fireplace
A cello lying in its case

Soon she's down the stairs
Her morning elegance she wears
The sound of water makes her dream
Awoken by a cloud of steam
She pours a daydream in a cup
A spoon of sugar sweetens up

And she fights for her life
As she puts on her coat
And she fights for her life on the train
She looks at the rain
As it pours
And she fights for her life
As she goes in a store
With a thought she has caught
By a thread
She pays for the bread
And she goes...
Nobody knows

Sun been down for days
A winter melody she plays
The thunder makes her contemplate
She hears a noise behind the gate
Perhaps a letter with a dove
Perhaps a stranger she could love

And she fights for her life
As she puts on her coat
And she fights for her life on the train
She looks at the rain
As it pours
And she fights for her life
As she goes in a store
With a thought she has caught
By a thread
She pays for the bread
And She goes...
Nobody knows

And she fights for her life
As she puts on her coat
And she fights for her life on the train
She looks at the rain
As it pours
And she fights for her life
Where people are pleasently strange
And counting the change
And she goes...
Nobody knows

jueves, 6 de enero de 2011

Gracias, Reyes Magos

Queridos Reyes Magos,

Contrariamente a lo que hacen los demás, os escribo hoy y para daros las gracias por todo lo que me trajisteis el año pasado. Gracias por un 2010 fantástico. Cierto es que no fue exactamente lo que os pedí, aunque por este año os lo perdono, que comprendo que os puse una tarea digna de Pekin Express.

Os dejo mi año en fotos, donde se demuestra en tan sólo 16 imágenes lo bien que me lo he pasado. Aun así me faltan otros muchos momentos y eventos importantes de mi 2010, pero eso no significa que me haya olvidado de ellos y de sus protagonistas.


Una vez dicho esto, y viendo que ya claramente estoy siendo buenísima y me lo he ganao... Creo que este año YA me toca que me traigáis lo que os he pedido. Jolín.

Besos y abrazos

miércoles, 5 de enero de 2011

Send me someone to love

Heaven please send to all mankind,
Understanding and peace of mind.
But, if it's not asking too much
Please send me someone to love.

Show all the world how to get along,
Peace will enter when hate is gone.
But, if it's not asking too much,
Please send me someone to love.

I lay awake night and ponder world troubles.
My answer is always the same.
That unless men put an end to all of this,
Hate will put the world in a flame, (oh) what a shame.
Just because I'm in misery.
I'm not begging for no sympathy.
But if it's not asking too much,
Just send me someone to love.

Heaven please send to all mankind,
Understanding and peace of mind.
But if it's not asking too much,
Please send me someone to love.

domingo, 2 de enero de 2011

Año nuevo...

Vale que los años se diferencien oficialmente cada 1 de enero. Es lo que se oye estos días: que si 2010 para mí ha sido bueno, pues para mí regulero, que si los impares a mí me dan suerte, pues para mí son de cambios, pues yo como la Reina de Inglaterra y su annus horribilis... Muy bien todo eso, genial. Sin embargo, nadie empieza un nuevo año tras la euforia del champán, el cotillón, los Boney M o por el contrario, durmiendo la mona. Los años nuevos siempre han empezado el 1 de septiembre, cuando volvemos de la playa y hay que organizarse la vida.

Por eso pasaba de propósitos, que ya me los hago cada septiembre y cada vez que tengo uno de mis habituales rollos de “necesito-una-nueva-vida”. Tengo el blog lleno de listas, de ideas, de propósitos que nunca cumplo, que modifico a mis anchas y actualizo según mi estado de humor. Aún así, hoy me he levantado espléndida y con ganas de ser valiente. Me han anunciado tantos cambios en mi sueldo, mi trabajo y mis facturas que va a ser que voy a tener que cambiar de vida pero de verdad. Así pues, he seleccionado 12 propósitos, lo más realistas posible, uno para ir alcanzando y tachando cada mes del año.

1. Dejar de ser un perro, inspirado en una canción de Florence & The Machine. Que se acaben esas mañanas eternas en las que no hago nada, al igual que esas noches interminables, hipnotizada frente a la pantalla del ordenador, dejando la vida pasar.

2. Acostarme temprano. No esperarme a que me lloren los ojos y dirigirme a la cama a una hora de personica. Leerme un libro, escribir y dormir ocho horas, que mi piel me lo agradecerá y menos dinero tendré que gastarme en cremas antiarrugas.

3. Dejarme una hora al día para mí misma y mi belleza, y así gastar todos esos botes de potingues y pócimas milagro que habitan en mi cuarto de baño. Como no voy a poder permitirme acudir a un salón de estética nunca más, me lo voy a tener que currar yo sola.

4. Hacer de la calle mi gimnasio y salir a correr cuatro veces por semana. Volver a hacerme mis 7 kilómetros sin rechistar antes de que cumpla los 33.

5. Volver al peso que alcancé el verano pasado. Se acabó el alcohol, las tartas y las bolsas de gominolas de los chinos.

6. No fumarme ni una clase de italiano más, aprobar en junio y largarme a Italia para celebrarlo, hincharme a hidratos de carbono y encontrar un ragazzo que me diga bellissima bajo el sol de la Toscana.

7. Ordenar la Habitación del Caos. Un día al mes estará dedicado a mi casa, a hacer excursiones al trastero (ese gran desconocido) y deshacerme de trastos que no son nada zen y sólo me aportan energía negativa.

8. Suavizar mi carácter, respirar hondo y contar hasta diez antes de soltar un estufío de los míos. Eso con mi familia, mis amigos, mis compañeros y mis alumnos.

9. Aprender a decir “que te den” a todos esos tontucios que me hagan sufrir. Es corto, conciso, contundente y hasta refrescante.

10. Para octubre haberme leído al menos seis libros y tener escrito el mío propio (para luego venderlo y forrarme, como hizo mi profe María Dueñas).

11. No coger nunca más un ascensor. Me vendrá bien para el culo y para la factura de la comunidad.

12. Ser feliz y hacer felices a los de mi alrededor, reconocer el placer en las pequeñas cosas y buscar el lado positivo. Que nada me turbe ni me haga perder el norte, de modo que para final de año pueda mirar esta lista y sonreír al ver que he cumplido todos mis propósitos.

¿Cuáles son tus propósitos para el 2011?

Mi primer día

Tras ocho maravillosas horas de sueño, tras comer-merendar un delicioso caldo con pelota, tras una siestecica tranquilica de lavadoras, twitter y facebook...

Tras una velada con las chicas, de aquelarre con Sara Montiel de fondo (lo que hemos sufrido por la pobre al final), pastelicos de carne, galletas de Ikea y Vacaciones en Roma...

Ya estoy preparada para empezar.

¡¡¡Arranca el 2011!!!