martes, 23 de junio de 2009

Matador


Tengo Operación Triunfo de fondo y salen dos capullines triunfitos quejándose del tema que les toca cantar, que al parecer no conocen, por "viejo". Los profes les explican que esta canción fue poco menos que una revolución... que ¿de qué canción se trata? De Matador, de Los Fabulosos Cadillacs. No hay canciones en el mundo.

Como buena mosquica cojonera, esta canción me recuerda a una historia. Una historia que empieza en un restaurante de Miami, como no, llamado Dolores but you can call me Lolita. Allí conocí a dos miembros del grupo.

A la noche siguiente fui, de gratis, al concierto que dieron en el American Airlines Arena, donde juegan los Miami Heat. Y además en tercera fila, no lo flipé yo ni na. Si bien es cierto que no conocía las canciones de Los Fabulosos Cadillacs (vamos, ni idea), y que la de Matador la dejaron obviamente para el final, he de decir que lo pasé pipa! Que me quiten lo bailao y nunca mejor dicho, que no me senté en ningún momento.

Presentaban los Cadillacs su nuevo álbum después de muchos años llamado La luz del ritmo, temazo para ponerse así por las mañanas con el café y la tostada. Otras cancioncicas que recuerdo son Padre Nuestro, Mal bicho y la genial Calaveras y Diablitos.

Tras el concierto, un grupo de privilegiados fuimos a saludarlos a los vestuarios... Los vestuarios de un estadio de la NBA!!!

La historia no acaba con menos glamour pues la última escena tiene lugar en el Delano (pronúnciese /délano/ por favor), uno de los hoteles más emblemáticos de Miami Beach, de esos con camas alrededor de la piscina y recepción tipo lounge con sofás de terciopelo lila y cortinones blancos que al moverse descubren alguna pareja de un negro con gafas de sol y una rubiaca de piernas interminables.... Sólo fuimos a recoger un CD que no estaba, pero sólo entrar y ver aquello mereció la pena. Me faltó Puff Daddy.

Cosicas de estas, que sólo pasan en Miami.

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