martes, 6 de abril de 2010

De la nada a la mermelada


Mi amiga B al final sucumbió al encanto de un miembro del Clan de la Chaqueta de Terciopelo, quizá el más anaranjado de todos: “Sí, tía, yo voy dos días a la semana al Solmanía”- le dice sin complejos. Mi amiga, ante mi cara de estupefacción, dice que el payo es tronchante, que es muy bromista y que sin embargo, que no me preocupe, que justo por eso nunca se enamorará de él, que a ella le gustan los serios. Que de momento le hace gracia y le entretiene y han quedado para cenar, un par de cines y hasta un café en casa de ella, pero que no ha pasado nada, ni siquiera un besico en el portal. Lo cual confirma mi teoría de que esos besos son una especie en extinción. O eso o es gay.

Me cuenta mi amiga, para que me deje los prejuicios e intente entenderla, que la semana pasada, cuando lo invitó a un café en su casa, el tío quedó fascinado cuando descubrió que B bebía leche de soja. “¿Has probado la de chocolate?”- le preguntó casi en éxtasis- “porque está riquísima, pero riquísima. Así, se tomaron el café entre risas y al ratico el aterciopelado se marchó. Diez minutos después sonaba el timbre. Era el naranja sonriendo de oreja a oreja, sosteniendo entre sus manos un brik de leche de soja de chocolate.

Vale, me desprendo de algún prejuicio, démosle el beneficio de la duda al chiquillo, que hay que reconocer que es un detallazo por su parte, especialmente siendo algo tan poco habitual entre los maromos de mi generación, y que tiene su gracia. Entonces mi amiga, como prácticamente le doy mi bendición, me sigue contando.

Resulta que al chico le gusta dar masajes y, viendo que mi amiga se retorcía tras una dura tarde de trabajo, se ofreció a darle uno el sábado por la noche. “Será una noche de relax” – le aseguró. Así pues, el sábado por la tarde hablaban para concretar cuando el tío le informa: “Te he comprado leche de soja, colacao light y mermelada de dos tipos porque no sé cuál te gustará para desayunar”. “¿Peeerdona?”- le contestó mi amiga- “¿pretendes pasar de la nada a la mermelada? ¡Si ni siquiera me has besado!”. Aún así B decidió acudir a la cita, pero en su coche, por si tenía que salir corriendo.

Al llegar a casa del repeinao, el tío le había preparado la cena con un montón de esmero. Tras la cena se sentaron en el sofá para ver una peli y dice mi amiga que, como si de magia se tratara, encontró el hueco perfecto junto a él, se acurrucó bajo su brazo y se sintió… cómoda. Poco después, como era de esperar, hubo beso…

A la mañana siguiente, tras un suculento desayuno de los campeones, con sus dos tipos de mermelada, mi amiga se marchó a casa y no había aparcado el coche en su garaje cuando ya tenía un mensaje de él: “Ya te echo de menos”. Dice mi amiga que lo tuvo que leer varias veces para digerirlo.

¿Ahora qué? ¿Nos lo creemos? ¿Y si el tío es un profesional? ¿Y por qué nos tenemos que hacer estas preguntas? Esto último es lo que más me molesta. Cabe la posibilidad de que este tío (nótese que ya no lo llamo aterciopelado ni anaranjado) sea estupendo. Cabe la posibilidad de que este tío esté de verdad, de una manera genuina, loco por mi amiga. Y sin embargo, mi amiga B y yo, cegadas por nuestros prejuicios o por nuestro pasado repleto de mentirosos, no nos hemos querido creer que quizás todavía existan tipos así.

Estos días, en mi ausencia, he dejado a mi amiga B el encargo de que sea prudente y se fije más en los hechos que en los dichos. ¿Habrá sido una semana de amor loco y desenfrenado? ¿Me devolverá esta historia la fe en el género masculino? Estoy deseando que llegue el día del Bando y me cuente.

15 comentarios:

Anónimo dijo...

Que pensaba yo el domingo, cuando leí la columna en La Opinión, que hay que moderar la desconfianza o no vamos a llegar a nada. Que sí, que los hombres somos como somos y solo hace falta que nos tires una pelota para entretenernos pero... hay una cantidad de "hombres de los de verdad" por ahí sueltos que merecen la pena (no yo, que soy de lo malo lo peor) y que no tienen una oportunidad... tengo varios amigos que son magníficos pero [comience guerra] VOSOTRAS no os dais cuenta porque estais ocupadas recurriendo a la experiencia anterior para prejuzgar y descartar nuevas opciones.

:)

Ana Belén dijo...

Estoy de acuerdo con Jan en que ocupamos mucho nuestro tiempo en la desconfianza pero,¿ como se hace para que las experiencias no condicionen las nuevas opciones?
Conchi lo has definido tal y cual es y quien diga que no influye así creo que "se" miente.
Amiga, al final tu y yo sabemos que el amor de nuestras vidas será un anaranjado y no un principe azul de esos que solo existen en apariencia.

Me has sorprendido, un besico.

Conch dijo...

Jan: También es que algunas nos hemos convertido en buffys cazamataos. Yo personalmente tengo un máster en precipitaciones y experiencia avalada en tirarme a la piscina sin agua...

Ana Belén: Entre tanto Bando y tanta gente se me olvidó comentarte un par de cosicas ;)

Amigo indiscreto dijo...

Conch, aún existen hombres de verdad. Bueno, si por "de verdad" entendemos un "buen hombre", que te quiera como eres y esas cosas que todos sabemos y todos buscamos. Lo malo que es vosotras, o nosotros los gays, casi siempre vamos a la defensiva. A ver si llega el día del bando y sabemos qué ha pasado con B, ¡no sé si podré resistir!

Anónimo dijo...

Desde hoy estoy totalmente enganchada a tu blog... y totalmente intrigada con esta historia, por favor cuenta qué pasó ayer!!!

Un beso

Fran dijo...

Creo que es un auténtico profesional.

Hay gente que se lo curra muchísimo, y debe de verse como un arte.

Por cierto, un placer haberte conocido.

Conch dijo...

El Bando fue ayer, Ni está.

A mi amiga se la ve contenta, parece que entre las fiestas y tal no se han visto mucho, pero se han llamado, mensajeado, emaileado... La cosa pinta bien, pero piano piano.

Brioche, gracias, estás en tu casa.

Fran, miedo me das, que a lo mejor tienes más razón que un santo.

Lorquina dijo...

Un voto de confianza!!!!Aunque son especies en extinción...Hay hombres buenos...igual que mujeres buenas :) lo dificil es encontrarlos, pero no es justo perder una oportunidad( a lo mejor de oro )por malas experiencias anteriores,tonta no, precavida si.
Espero que pasaras un buen día de Happy birthday y que te fuera muy bien por las Mayamis...

Anónimo dijo...

Mi chico fue así de atento al principio, y yo, que venía de una relación con muchísimas carencias, no me creía su rollo para nada. Desconfiaba, les decía a mis amigas que ocultaba algo, que no era normal que tuviera tantos detalles sin apenas conocerme… Pasó el tiempo, me relajé, disfruté de sus atenciones … Y así, hasta hoy. Nos casamos la semana que viene, después de 7 años de noviazgo en los que no me ha faltado “mermelada” ni “leche de soja con cacao” ni un solo día. Dile a tu amiga que confíe y difrute, que si el chico no tuviera ningún interés no se esmeraría tanto. Cristina.

sushi de anguila dijo...

Pues a mí, lo de los besos en el portal siempre me ha precido un momento cumbre, de la misma intensidad y emoción cuando al artificiero de turno le quedan quince segundos para desactivar un bombarrón y ha de escoger entre el cable rojo y el verde... en oasiones compruebas ipso facto que la has cagado, y, metafóricamente, todo salta por los aires a tu alrededor...

A MÍ, LO DE LOS BESOS EN LA PUERTA, SIEMPRE ME HA RECORDADO A LA INCREÍBLE DESPEDIDA DE CARY GRANT A GRACE KELLY EN 'ATRAPA UN LADRÓN'...

http://www.youtube.com/watch?v=P6rPikqCXss

Toda la suerte y felicidad del mundo a B...

Armando dijo...

De todo un poco.
Ahora mismico es imposible predecir por dónde va a salir el payo.
Si fuese película, seria la ideal para hacer el final ese interactivo que quieren hacer en el cine. Lo mismo es un profesional como bien apunta Fran (y en ese caso, de oscar el jodio); que lo mismo es el premio de la bonoloto.
La verdad es que he conocido más de una historia muy parecida a esta con final feliz (y moza murciana).
Jejejeje, Sushi, una vez corté el cable equivocado. Hace de esto veintitantos y aun escuece.....

Conch dijo...

Muchas gracias, Lorquina, ya os contaré cosicas... cuando aterrice del todo.

Habrá que hacer lo que dice Cristina, no? Relajarse y dejarse llevar... y ya que estamos ¡Enhorabuena, amiga! Te deseo todo lo mejor.

Sushi, no sé si te das cuenta pero... ¡me das la razón! ¡el beso se lo da ella! Coño, es que ni Cary Grant se lanza... Arranaos, pijo.

Palabra de verificación: equis :)

Anónimo dijo...

Gracias, Conch!! Seguiré leyéndote a mi vuelta del viaje, ya como casada. Y a ver si me animo a escribirte más, que me encanta tu blog. Besos. Cristina.

Mafalda dijo...

Este es un profesional, el típico profesional que tiene la técnica muy ensayada. Lo del "te echo de menos" y lo del "me encantas" (además de muchas otras) son las frases clave que indican que el maromo es un fraude.

Conch dijo...

Profesional o no, os informo de que mi amiga, tras hacer uso y abuso de él un par de noches locas, decidió dejar de contestarle a las llamadas. No en plan cabrona, ojo, sino porque no le parecía justo. El tío no le encantaba y ante todo, parecía buena persona. Cómo somos, eh?