martes, 30 de noviembre de 2010

Incapaz

Si es que he sido incapaz. Mi plan esta mañana era levantarme temprano y, entre otros muchos sitios, ir al Inaqua a preguntar los precios y horarios de sus actividades de fitness y el uso de las piscis (que es que las clases de mi antiguo gym me coinciden con Italiano). Pero he sido incapaz. Por el frío y la lluvia, que es que ni en coche... Y además, sin querer, me aparece el pensamiento seti-maligno cual sombra alargada... Ése que dice "Espérate hasta Enero...". Así que me he quedado en casa... una mañana más, disfrutando de mi radiador nuevo y mi culo esclafao en la silla...

Y entonces me entero por el twitter y el facebook de que ya está nevando en Madrid, Caravaca y Moratalla... En ese momento me llama mi madre, informándome de que se siente incapaz de hacer, como todos los lunes, día de frutas, que hay cambio de planes y hoy comeremos algo calentico y consistente.

Y es que es verdad, pijo, llevo un mes diciéndolo: Que llega el invierno y hay que aprovisionar calorías!!! Que es que ultimamente paso de regímenes y de amarguras! Entre que no tengo ningún objetivo (un evento, un viaje, un bikini que ponerme) a la vista, ningun vestido en el que embutirme, el verano está tan lejos, el hecho de que siga ligando lo mismo gorda o flaca y esta escena de "Come Reza Ama" que rememoro cada vez que tengo ocasión...



Es que fue colgar el teléfono y comerme las dos últimas Digestive de chocolate blanco.

2 comentarios:

sushi de anguila dijo...

Qué murcianico es el pensamiento seti-maligno, y qué gustico da, como comerse un paparajote o un caldero, practicarlo de cuando en cuando y con moderación...

Anónimo dijo...

Di que si, Bitter, que el chocolate alegra la vida, y a quien tengamos que gustarle (si es que existe :-)), le gustaremos igual con dos kilos de más q de menos. Para qué están hechas entonces las tallas superiores a la 38??? Pues para usarlas...
Como va a tener una la misma sonrisa después de unas digestive de chocolate que después de una menestra... Imposible... Y la sonrisa también enamora, jeje...