SOS… qué completito! (I)

No estoy pidiendo ayuda, no. Hablo del Festival Internacional de Acción Artística Sostenible de Murcia 2008, el SOS 4.8 (que alguien me explique el por qué del nombre, please).

Una pasada, y eso que yo no presencié ni la cuarta parte. Yo os daré, of course, mi versión de los hechos… Una versión yo diría que más musical, si cabe.

Viernes al caer la tarde recogí a mis dos niños, mis Zipi y Zape, del 609. Los pillé recuperándose de la euforia de haber oído (y bailado) la canción de Xanadu. Llego 10 minuticos antes y me veo poniéndome los patines de ruedas.

Echamos a andar pal auditorio, pasando por mi minipiso y cruzando Vistabella. Aquí Sushi nos explicó que los edificios del barrio estaban construidos según los parámetros de la Alemania nazi… yikes.

Llegada al auditorio. Pase. Jijiji.

Cuando llegamos están tocando los Second. Abastecimiento de cervecita y copas (todo gratis, gracias Deivi!) en la barra de la derecha. Los Second se despiden poco después ondeando una bandera del Real Murcia y cantando un pequeño fragmento de su himno. La verdad es que me gustan a mí estos payos.

Después los James, un grupo británico que yo conocí en Concord College (Shrewsbury) en el verano de 2002 gracias a mi amiga Dawn, que era una fanática. Aquí no los conoce mucha gente y se notó, pero bueno, estuvieron geniales, incluso bailables, como música de fondo mientras saludabas a la media Murcia que había acudido al concierto.

Mientras Fontelles me proporcionaba la bebida (que no farte de na!) el bueno de Sushi me regaló un bocata de tortilla que me sentó de bien… Goliadkin pululaba nervioso intentando buscar el mejor sitio para saltar cerca del escenario... A partir de aquí estuve oscilando entre mis nenes y el grupo de Noelia y Juan…

Y entonces llegó Rufus. Mágico Rufus Wainwright en el momento adecuado y en la medida perfecta. Cuarenta y cinco minutos para dejarte el cuerpo como una balsa, ese Hallelujah que cantó al final sonó hasta sexy…

Rufus se despide y aparecen los Kaiser Chiefs con los primeros acordes del manido “Money for Nothing” de los Dire Straits (por supuesto, mis carcas particulares calificaron el detalle de “espectacular comienzo”, en fin).

Los Kaiser estuvieron fantásticos. Les doy un 10. Subidón subidón. Ya desde el primer tema (“Everything is average nowadays”) consiguieron hacer botar hasta al apuntador. Qué más daba que no hubieras oído na más que dos canciones suyas en tu vida? Nos conquistaron a todos, sin lugar a dudas, especialmente con su Nanananana. No se olvidaron de cantar Ruby, Everyday I love you less and less y I predict a riot y presentaron algunas de las canciones que han dejado a medio grabar en Leeds (dicen). Terminaron con el Oh my God, cancioncita que yo conocí por una versión de Mark Ronson “featuring” mi adorada Lily Allen.

Tras el subidón con los Kaiser, paseo por la zona vip, bailoteo y jale de comida turco-egipcia a ritmo de los Fisherspooners.

Me volví entonces a reunir con Zipi y Zape y, despeinados y con ojos desorbitados (ellos, yo never!), retornamos al centro, atravesando las calles de la Alemania nazi y entonando bonitas melodías de amor… “wir wollen alle besoffen sein!”

Y esto solo fue la primera parte.