Las pasadas navidades, y con el propósito, entre otros, de que leyera más, mi muy mejor amigo y hombre de mi vida Luis me regaló una novela: El curioso incidente del perro a medianoche, (The Curious Incident of the Dog in the Night-Time). Escrita por el inglés Mark Haddon en 2004.
De rápida lectura y con humor del amargo, del que a mí me gusta, se trata de una historia de detectives distinta, con un Sherlock Holmes muy especial, Christopher Boone, un chico de 15 años con gran talento para las matemáticas pero suspenso, sin remedio, en habilidades sociales… Un chico con una visión del mundo muy particular y a veces, incluso, excesivamente lógica.
Por mucho que Christopher nos insista (“This will not be a funny book. I cannot tell jokes because I do not understand them”), la voz de la novela es irónica, pero nos llega y emociona a todos. El resultado: una obra que te abre los ojos (an eyeopener) a un mundo único que siempre había estado ahí, pero del que nunca nos habíamos dado cuenta que existía.
Es extraordinario el hecho de que Haddon haya escrito el libro desde el punto de vista de Christopher, con todas sus manías y rarezas y aún así haya hecho de él un personaje adorable. Por una cuestión de necesidad, el discurso es sencillo y sin adornos, pero no mundano. Para entender mejor como funciona la mente de Christopher, también se han incluido dibujos y problemas matemáticos.
Una novela diferente y, como decía, corta, rápida y fácil de leer en un par de sentadas. El impacto, sin embargo durará algo más de tiempo.
Por mucho que Christopher nos insista (“This will not be a funny book. I cannot tell jokes because I do not understand them”), la voz de la novela es irónica, pero nos llega y emociona a todos. El resultado: una obra que te abre los ojos (an eyeopener) a un mundo único que siempre había estado ahí, pero del que nunca nos habíamos dado cuenta que existía.
Es extraordinario el hecho de que Haddon haya escrito el libro desde el punto de vista de Christopher, con todas sus manías y rarezas y aún así haya hecho de él un personaje adorable. Por una cuestión de necesidad, el discurso es sencillo y sin adornos, pero no mundano. Para entender mejor como funciona la mente de Christopher, también se han incluido dibujos y problemas matemáticos.
Una novela diferente y, como decía, corta, rápida y fácil de leer en un par de sentadas. El impacto, sin embargo durará algo más de tiempo.
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