Mi SOS 2010 empezó bordeando las acequias que hay donde está el Karting. Desde allí pudimos oír comenzar el concierto de mi adorada Alondra Bentley que, conforme nos acercábamos, dentro de lo dulce y lo suave que es la murciana Alondra Bentley, se hacía sentir con mucha fuerza. O sería la emoción. La emoción de volver al SOS por tercer año consecutivo, los mismos que tiene el SOS, pero esta vez sabiendo a lo que iba (o no), sintiéndome anfitriona de una fiesta que no era mía, sino de todos los murcianos.
Entré con cuatro amigas mías, tres de ellas nuevas en esto del SOS, ansiosas por ver lo que estos últimos años yo les había contado. Tras hacer el canje de pulseras, nos apresuramos a ver finalizar la sesión de Jet (Nacho Canut) y la Mexican Acid Queen (Alaska) que nos encantó, no sólo el ver a Alaska tan cerca, sino también porque se atrevió a mezclar todo tipo de temas muy muy comerciales con otros más chunda chunda. La Britney salió por ahí, y nosotras como locas. Mira que me gusta el SOS Club. Ahí nos tomamos nuestras primeras cañicas, agüica fresca de Espinardo, como debe ser.
Seguidamente nos dispusimos a explorar la zona, a localizar las barras y a investigar qué era cada chiringuito, que había muchísimos, sobre todo de comida y una zona como de comedor a la alemana, con mesas alargadas y bancos. Es increíble cómo parece que se expande la Fica. De repente, un codazo: “Mira, Conch!” Entonces se paró el tiempo y el sonido y lo vi, walking in beauty, era mi facebook love, que también había venido al SOS…
Franz Ferdinand moló mucho. Daba gusto por fin bailar y cantar canciones conocidas… aunque fueran sólo unas cuantas, ejem. Sea como fuere, para música de fondo era genial porque la verdad es que se hizo algo largo…
Entré con cuatro amigas mías, tres de ellas nuevas en esto del SOS, ansiosas por ver lo que estos últimos años yo les había contado. Tras hacer el canje de pulseras, nos apresuramos a ver finalizar la sesión de Jet (Nacho Canut) y la Mexican Acid Queen (Alaska) que nos encantó, no sólo el ver a Alaska tan cerca, sino también porque se atrevió a mezclar todo tipo de temas muy muy comerciales con otros más chunda chunda. La Britney salió por ahí, y nosotras como locas. Mira que me gusta el SOS Club. Ahí nos tomamos nuestras primeras cañicas, agüica fresca de Espinardo, como debe ser.
Seguidamente nos dispusimos a explorar la zona, a localizar las barras y a investigar qué era cada chiringuito, que había muchísimos, sobre todo de comida y una zona como de comedor a la alemana, con mesas alargadas y bancos. Es increíble cómo parece que se expande la Fica. De repente, un codazo: “Mira, Conch!” Entonces se paró el tiempo y el sonido y lo vi, walking in beauty, era mi facebook love, que también había venido al SOS…
En el gigante escenario Estrella de Levante, tocaban los melódicos Sunday Drivers, en el Jägermeister, nuestra amiga Alondra daba sus últimos acordes. Ahí le echamos un recuerdo a nuestra Carmen, que utiliza sus canciones para tranquilizar a su bebé.
Joe Crepúsculo empezaba poco después, pero decidimos pasar y seguir de paseo. Nos encontramos a Edu y a Cristina que, según su plan (lo llevaban por escrito), era hora ya de cenar. Yo, a pesar de que tenía en mente no respetar mi régimen, decidí no comer porque no me cabía. Me había pegado la gran comilona pre-SOS de mi vida en casa de los Sres. de Hood, ideado y cocinado casi todo por mi queridísimo amigo y gran SOSero, sushi de anguila, con el que me reuniría más tarde. The Horrors sonaban de fondo pero por mucho que me los hubieran recomendado… a mí ese rollo garage-punk-miedo no me va, me suenan más bien a como su propio nombre indica. Yo estaba contando los minutos para los Leadings, a los que había descubierto pocas semanas antes y estaba loca por oír.
No me equivoqué, me encantan los Leadings, me gusta muchísimo cómo suenan. Si es que se me van los pies nada más recordarlos. Sin embargo, cometimos un error, a las 22.30 los abandonamos para ver comenzar el concierto de Los Planetas. Error porque… ¡menudo rollaco! Por ellos me perdí el final de los murcianos, que al parecer tuvieron un final apoteósico con “Relax”. Que alguien se entere de cuándo vuelven a tocar que vaya a verlos.
Entonces pasamos a ver a Crystal Castles y si ya me dio miedo algún que otro grupo, éste ni os cuento. Aguantamos un rato, pero yo seriamente me pregunto si la cantante estaba poseída.
Más paseos, más paseos, más y más gente. Cuántos amigos y cuánta gente desconocida y con acento de fuera. Y para gente de fuera, el guapo del SOS 2009, que más cariñoso que na me dio un abrazo. “Ay, qué creía que no te veía este año, que no funcionan los móviles” (Ay, hijomío qué bueno estás, laorden). Así, para el siguiente concierto, nos situamos en un lugar estratégico de lujo: a mi izquierda el guapo del SOS, al frente los Franz Ferdinand, a la derecha mi facebook love tonteando con una rubia moderna y detrás, la barra.
Franz Ferdinand moló mucho. Daba gusto por fin bailar y cantar canciones conocidas… aunque fueran sólo unas cuantas, ejem. Sea como fuere, para música de fondo era genial porque la verdad es que se hizo algo largo…
El cansancio típico de los viernes se empezó a notar y de hecho, tres de mi expedición decidieron retirarse. Yo quería ver a los Hot Chip y me propuse resistir a pesar de todo. Ahí fue cuando llamamos a sushi, que se encontraba en la barra 8 y muy cerca de él varias de mis personas favoritas: mi Luigi, Isa, María, Alvaskate y mi compi Achopijo, al que le brillaban los ojos de la emoción propia de un primer SOS (él al día siguiente escribiría sobre ello). Junto a ellos muchas más personas, muchísimos amigos animadísimos, era como si hubiera empezado de nuevo el SOS. Mejorando a mis amigos presentes, no había tíos buenos pero sí cerveza y enseguida los Hot Chip empezaron a tocar. Cómo me alegré de haberme quedado, me lo pasé como yo me lo suelo pasar en él SOS. Pero es que ya el puntazo fue cuando empezaron a sonar las primeras notas de algo de lo que Luigi me había informado: los Hot Chip tenían su propia versión de “La Loba” de Shakira! A partir de ese momento todos nos convertimos en licántropos bailongos y hasta en Puente Tocinos oirían nuestros aullidos…
Tras los bailes y las risas, decidimos poner punto y seguido al SOS del viernes. Qué ganazas de volver al día siguiente teníamos ya.
7 comentarios:
... y yo que fui al SOS, exclusivamente, para escuchar a Los Planetas...
Decepción?
...y yo iba avisada de que el último disco era soporífero...
me gusta el último disco, algunas canciones creo que son realmente buenas, y la ocasión de verlos con La Bien Querida se me antoja única... pero... una horita y a casa... esperba más, mucho más, apenas entré en calor.
Yo el último disco no lo he escuchado y qué quieres que te diga, me apetece cero! A la Bien Querida lo malo es que era dentro del auditorio con aforo limitado y a mí se me pasó, pero vamos, que tampoco lo intenté, los vi en concierto el pasado noviembre.
Un placer ser anfitriones y cocinero de semejantes invitadas... como preludio de un SOS entretenido, distinto, con chascos como los Planetas (game over, nenes) y con buenos momentos de amistad con vosotras, los Achopijeros y Deivi & friends...
Qué comilona, nene. Ahora, si me ves ahora no me reconoces.
Como dce Brian, esa sonrisa es inconfundibile, bambina!
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