Por la tarde del sábado seguimos con las compras. Lo más digno de mención fue la subida al Katarina Hisse, un ascensor desde donde contemplamos Estocolmo anocheciendo… eran las 15:30…
Para cenar fuimos a un restaurante elegido a ojo y desde la puerta, Aktiebolaget Kvarnen. Pues resultó ser un éxito. Si es que tengo un ojico yo pa estas cosas. Cocina típica-típica sueca, yo cené albóndigas como las del Ikea y Mary ciervo, ambos con su puré de patatas y su salsita de arándanos, lingonsilt o algo así se llama…ahí es na.
En el mismo restaurante había 2 pubs, uno al fondo y otro subterráneo, los dos muy chulos. En el del fondo estuvimos después de la cena. Copas a 9.5 euros, no digo más. Nos volvimos al hotel temprano. He de decir que me quedé con ganas de ir al Absolut Ice bar…
A la mañana siguiente corriendico nos fuimos a coger el mini-crucerin guiado por aguas estocolmesas. Me encantó el guía, pero no por guapo, sino por personaje. Steve Urkel versión sueca.
Tras esto devolví una de las tropecientas prendas de ropa que me compré porque me estaba grande!! Y era una M! Me encantan los tallajes suecos. Os he dicho que me compré una camiseta de la talla XS? Y además por 3 euros, jiji.
Y esto fue mi finde en Estocolmo. Me he quitao la espinita de Suecia pero habrá que volver. Te vienes?
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