Mañana del sábado, nos levantamos a las 7:30. Que emoción! Despertarse en Suecia! Miro por la ventana: sigue sin haber nieve.
Desayuno en el hotel: Dioooohhhh, no tengo palabras! Qué peligro tienen los buffets, y más ese. Permitidme hacer memoria: Huevos revueltos, huevos duros y huevos cocidos de esos pa ponerlos en la hueverica típica. Salchichas, bacon y cuatro tipos de embutido: Jamón cocido, ahumado, de pavo y una especie de Leberkase. Queso de 2 tipos: uno ya cortado y otro con cortaquesos de esos chulísimos. Panes: un capítulo entero pa los panes! Tostado, tierno, grande, pequeño, redondo, cuadrado, rectangular, triangular, cracker, en barra, en rebanada, integral, blanco, con pipas, croissants… Mermeladas, unas 4 o 5, queso de untar, algo llamado “Kaviar” de color naranja y dos tipos de mantequilla. Tomate cortado, pimientos rojos y amarillos, rodajas de pepino. Fruta: sabado piña, domingo naranja. Cereales: 5 tipos. Yogur natural, low-fat, y de frutas del bosque. Zumo de naranja o de pomelo. 25 tipos de te, colacao sueco y café, of course, leche caliente o fría?
Bueno… de todos es conocido el pozo sin fondo este que poseo en mi tripita… pues terminé de comer porque mi cuerpo dijo basta… salí de allí con ganas de vomitar! Y eso que, por fortuna o por desgracia, a mi gusto le faltó chocolate y azúcar.
Tras eso, Mary, mi tripita y yo salimos de paseo. Lo primero, la oficina de Turismo a coger mapas y preguntar cositas. Qué de souvenirs chulos. El paseo hasta allí también estuvo muy bien. Cayó alguna foto y fichamos alguna tienda pa volver luego, si eso.
Luego cruzamos hacia Gamla Stan, una isla que se considera el casco antiguo de Estocolmo, donde se encuentran el Palacio Real y la Catedral. Que por cierto, vaya una catedral más pequeña. Me pregunté qué harán cuando se case la Princesa Victoria… pero luego pensé que, siendo suecos, o hay bancos ocultos o llamarán a los de Ikea pa que se los hagan.
Y eso es todo el turismo que hicimos. Tras eso se nos fue la olla y nos dedicamos al shopping… qué disparate. Tanto de souvenirs como de ropa y cosas de casa. Me obsesioné por 2 cosas: una tienda llamada Indiska y el caballico sueco. Estos últimos qué caros son, jolín, yo que quería uno gigante pa mi casa.
Comimos en un sitio recomendado por el Lonely Planet. El Café Art. Un local subterráneo con especialidad en quiches, pancakes (pannkakor! me encanta el sueco), tartas, bolleria… si no mirad la foto. Rico y baratico.
Desayuno en el hotel: Dioooohhhh, no tengo palabras! Qué peligro tienen los buffets, y más ese. Permitidme hacer memoria: Huevos revueltos, huevos duros y huevos cocidos de esos pa ponerlos en la hueverica típica. Salchichas, bacon y cuatro tipos de embutido: Jamón cocido, ahumado, de pavo y una especie de Leberkase. Queso de 2 tipos: uno ya cortado y otro con cortaquesos de esos chulísimos. Panes: un capítulo entero pa los panes! Tostado, tierno, grande, pequeño, redondo, cuadrado, rectangular, triangular, cracker, en barra, en rebanada, integral, blanco, con pipas, croissants… Mermeladas, unas 4 o 5, queso de untar, algo llamado “Kaviar” de color naranja y dos tipos de mantequilla. Tomate cortado, pimientos rojos y amarillos, rodajas de pepino. Fruta: sabado piña, domingo naranja. Cereales: 5 tipos. Yogur natural, low-fat, y de frutas del bosque. Zumo de naranja o de pomelo. 25 tipos de te, colacao sueco y café, of course, leche caliente o fría?
Bueno… de todos es conocido el pozo sin fondo este que poseo en mi tripita… pues terminé de comer porque mi cuerpo dijo basta… salí de allí con ganas de vomitar! Y eso que, por fortuna o por desgracia, a mi gusto le faltó chocolate y azúcar.
Tras eso, Mary, mi tripita y yo salimos de paseo. Lo primero, la oficina de Turismo a coger mapas y preguntar cositas. Qué de souvenirs chulos. El paseo hasta allí también estuvo muy bien. Cayó alguna foto y fichamos alguna tienda pa volver luego, si eso.
Luego cruzamos hacia Gamla Stan, una isla que se considera el casco antiguo de Estocolmo, donde se encuentran el Palacio Real y la Catedral. Que por cierto, vaya una catedral más pequeña. Me pregunté qué harán cuando se case la Princesa Victoria… pero luego pensé que, siendo suecos, o hay bancos ocultos o llamarán a los de Ikea pa que se los hagan.
Y eso es todo el turismo que hicimos. Tras eso se nos fue la olla y nos dedicamos al shopping… qué disparate. Tanto de souvenirs como de ropa y cosas de casa. Me obsesioné por 2 cosas: una tienda llamada Indiska y el caballico sueco. Estos últimos qué caros son, jolín, yo que quería uno gigante pa mi casa.
Comimos en un sitio recomendado por el Lonely Planet. El Café Art. Un local subterráneo con especialidad en quiches, pancakes (pannkakor! me encanta el sueco), tartas, bolleria… si no mirad la foto. Rico y baratico.
2 comentarios:
Oye, como que ese fue todo el turismo que hicimos? y el mini crucero del domingo que? eso no entra en la categoria de turismo? ;-))
Bueno... es que a esa parte no he llegao todavia!!
Publicar un comentario