Ahora es que me ha dado por las
tertulias. Que si en la radio, que si en los bares, en el coche y en la vida,
en general. Tanto cara a cara, como por la vía virtual, que por whatsapp, ese
invento del maligno, últimamente me pego unas charletas con mis amigas que dan
para escribir libros.
Y ¿de qué hablamos en estas
tertulias? Pues de hombres. Que si lo pienso mucho me repatea sobremanera.
Nosotras que vamos de liberadas y modernas, parece que nuestra mayor
preocupación es el sexo opuesto. Y ojo, que a mí me encanta. De todos es sabido
que me apunto a rajar al personal en cuanto tengo ocasión, pero visto a
posteriori o tomando algo de distancia, me da cierta rabia que en un segundo
todo se reduzca a eso.
Un ejemplo. El sábado pasado mi amiga
M quedó con un chico guapérrimo. “El Espaldas” le llamamos, pues no tiene una
espalda sino dos, madre mía, qué disparate. No sólo eso, sino que también tiene
un trabajo digno, conversación y hasta vida interior. Y lo mejor, insisto, es que
había querido quedar con M para irse de cañas. De ahí surgió nuestra primera
tertulia, con el tema “Qué me pongo”. Media horica de charleta y calculo unos
180 mensajes.
Al acabar la cita, nos contaba M
por whatsapp y desde su nube, que la cosa parecía haber ido bien y que prometía,
pues habían quedado en repetir. Eso ocasionó otro montón de mensajes y otro rato
de tertulia con todo tipo de consejos sobre cómo actuar el día después. Pero luego
con la vida real entre semana, donde, además de ir como locos y no acordarnos
de que hay vida más allá, los pocos momentos de asueto no fueron dedicados a
mensajes por parte de ninguno de los dos.
No fue hasta el jueves cuando M
abrió la caja de los truenos sin que fuera ésa su intención. “No quiero ahondar
en el tema, pero a día de hoy el Espaldas pasa oficialmente de mi cara. No sé
nada de él”. Y se lió. Que su plan era relajarse y olvidar, y nosotras le recomendábamos
emborracharse o buscarse un clavo. Entonces pronto salió lo de la cobardía (que
yo cuando oigo esa palabra no puedo evitar acordarme de Chiquetete) y lo de que,
con lo maravillosas que somos, no nos merecen, que las prefieren sonsas en
lugar de especiales… Y entramos en un bucle eterno por los siglos de los
siglos. Que no nos valoran, que tienen el guapo subido, y que si no les convences
tú porque no ven nada especial en ti, ya se encargan ellos de buscar otra. Que “tías
hay más que botellines”, se dicen quedándose en ese limbo del soltero chungo
que arrasa con la primera que pilla. O eso o llegará la Otra con mayúsculas,
con la que empezará una relación (palabra que dejará de darles miedo pronunciar
de repente), tendrán críos y serán felices para siempre.
Aquí fue cuando decidí silenciar
el móvil. Será que la vejez me está haciendo más pragmática, pero sé que, por
mucho que hablemos, no vamos a solucionar nada, por lo que tampoco me sirve de
consuelo. Soy de la teoría, según lo visto en mis amigas felizmente casadas, de
que cuando se encuentra a la persona adecuada, todo encaja, fluye y no hay que
necesidad de forzar las cosas, ni de sentirse incómodo o nervioso. Lo que no es,
no es, y si tienes dudas en los principios, que deberían ser preciosos, sal por
patas antes de que la película se convierta en peliculón. En palabras de mi
amiga I, muchas nos empeñamos en cosas que desde el inicio son problemáticas
olvidándonos de que una relación sana no debe ser así. ¿Cuándo perdimos las mujeres el control? ¿Fue
cuando bajamos el nivel de exigencia dada la escasa calidad de la oferta?
A la mañana siguiente, M retiró de
un golpe todo lo dicho y reconoció que se equivocó con el de las Espaldas.
Había recibido 6 mensajes suyos pidiéndole perdón por no haber dado señales de
vida. M supo entonces que debía cambiar de actitud, pues se dio cuenta de que
ellos serán unos cagaos, unos simples y unos cerdos, pero nosotras siempre
estamos a la defensiva.
2 comentarios:
"ellos serán unos cagaos, unos simples y unos cerdos, pero nosotras siempre estamos a la defensiva"
Va a ser eso... pero a nosotros tb nos pasa #ojoconeso
Sí, vale. Sólo que nosotras, por lo general... ni cagadas, ni simples, ni cerdas. #ojito
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