Al final iba a ser verdad eso que
dicen de los bebés cuando nacen. La pequeña B llegaría con un pan bajo el
brazo. Y es que su papi, tras meses desesperado en un trabajo sin futuro y sin
fuste, decidió, a escondidas y arriesgándose en los tiempos que corren, salir a
buscar un currele mejor. Y lo encontró, pero no era mejor en grado comparativo,
sino el mejor en grado superlativo. El trabajo de los trabajos, el sueño hecho
realidad de cualquier trabajador de su especialidad, demostrado claramente por
el número solicitudes presentadas a la oferta y por la cantidad de fases de entrevistas
y cribas extrañas por las que el papi de B tuvo que pasar. Al final sólo podía
quedar uno y el elegido fue él. Yo le felicité en plena calle cantándole una canción
que le hizo reír al otro lado del teléfono. Enhorabuena, A, a celebrarlo, que tienes
el mundo en tus manos.
A mi amiga B la ascendieron por
sorpresa. Tan de sorpresa, que ni siquiera estaba preparada para celebrarlo.
“Esperaos al menos a que cobre”, nos dijo sin mucho entusiasmo, ¿pensando que
tal vez se nos olvidaría? Nada más lejos, que los amigos habíamos apuntado la
fecha en la agenda y ésa no se iba a librar de pagarse algo tan fácilmente. Aun
así tuvimos que recordárselo y supo encontrar una excusa. “Es que esa noche tengo
el cumpleaños de I, no va a poder ser”. Pues buscaremos otra fecha, ¿será por
días?
Al cumpleaños de I fui yo también.
Lo celebró en la huerta, en la casa de unas amigas, en el jardín, bajo las
estrellas, aprovechando que todavía no refresca demasiado por las noches. La
media luna y el silencio más absoluto a nuestro alrededor, pues la casa está en
medio de ningún sitio, nos acompañaron en una velada de risas y mucho cenar. Y
menos mal, porque nos quedamos sin postre. Canija, la perra de la casa,
aprovechó nuestro despiste colectivo para localizar la tarta de queso en la
cocina, alcanzarla y jalársela, por lo que le tuvimos que cantar el Cumpleaños feliz a I con un tiramisú
helado que encontró en el fondo del congelador. Tras la tarta, las copas, y con
las copas, posamos en un photocall improvisado con una cortina de ducha,
bailando al ritmo de temazos de ayer y siempre a todo volumen. Que en la huerta
estábamos solos y ahí no había a quien molestar. De Technotronic a Raphael,
pasando por Paloma San Basilio y acabando en La Más Grande, nos desgañitábamos
y mostrábamos nuestras exquisitas coreografías y dotes artísticas. Tanto es así
que decidimos organizar pronto otra fiesta, con motivo de que no hay motivo, y
montar, ya que estábamos, un concurso de talentos tipo “Lluvia de Estrellas”,
que mis amigos y yo tenemos arte para rato y vergüenza ninguna.
Y debió de ser eso, que de
repente me acordé de que efectivamente no hay por qué tener un motivo para
celebrar las cosas, sino sólo ganas de hacerlo. Por eso este viernes se me
ocurrió convocar a mis compis de curro para celebrar que somos un gran equipo,
que éste va a ser un gran año, que esta semana ha sido mejor que la anterior y
que además tampoco llovía. Cierto es que ya no estábamos en feria, pero le
debíamos una a Lorca, a cambio del horrible viernes anterior. De ese modo
volvimos a reservar mesa en la Cofradía, que tiene un estupendo menú diario de
10 euros y allí cabríamos todos.
De postre me pedí la tarta de la
abuela, la de galletas de toda la vida, y mientras la saboreaba y me relamía, recordé
que es la tarta favorita de B. Acto seguido la llamé: “B, no seas petarda, pon
una fecha, y ve pensando ya lo que nos darás de cenar en tu fiesta. Yo me
encargo del postre”.
Y tú, ¿tienes algo que celebrar?
8 comentarios:
Felicidades a A, por todo, me alegro mucho mucho por el!!!
Fantástico artículo.
SY espera a ver la semana que viene...será mejor que esta (y así sucesivamente :))Arrancar cuesta, pero luego ya...la moto va sola ;)
Todos los dias hay que celebrar algo, ¡Qué para eso estamos vivos!
Mucha suerte este curso y que no sea la última que celebréis.
Fdo.( Después de mucho tiempo desaparecida)La Lorquina
Nice to see you around again, Lorquina!
De la semana que viene no pasa volver a irme de celebración por Lorca.
Ahhh si me dejan...yo me apunto!! :) jeje
La Lorquina ;b
¿Cómo que si te dejan?!! Que no me entere yo!
Jajaja no sé como lo has entendido...pero el sentido era,si me dejan unirme...no si me dan permiso( eso obviously no lo tengo ni que decir, faltaría más) :)
Lorquina
Aaaahhh!!
Claro que te dejamos ;)
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