domingo, 13 de febrero de 2011

I love Thalatsu


Fue un trato que hice con mi amigo F, que me confesó que tenía antojo de caldero, y vi el cielo abierto para mi último hedonismo. “Hecho”- le dije- “nos vamos un miércoles al Thalasia, a San Pedro del Pinatar. Yo te invito al Ritual del Caldero en el restaurante La Sal y tú me invitas a un masaje”. Y aceptó, sin saber que yo no me refería a un masajucho cualquiera. Yo quería probar el Thalatsu, único en el mundo entero y diseñado específicamente para mí. O más o menos.

Con esto de San Valentín, mi bandeja de entrada, mi twitter, hasta mi buzón, y por supuesto, mis nervios, estaban que trinaban con tal cantidad de promociones, ofertas, viajes, regalos e ideas para gente con pareja pero sin imaginación. Además, el facebook aparecía de repente lleno de novietes rezumando y recochineando amor, e incluso algún amigo osado me pedía consejo sobre cómo demostrarle amor a su chuqui. (¡A mí! Habrase visto.) Y yendo por la calle, y en el trabajo… Y todas tiendas, las revistas, los periódicos… rebosantes de corazones. Entonces, justo cuando ya pensaba que Eros estaba conspirando contra mi feliz soltería, lo vi. Cristalino, para mí, allí estaba, entre las sugerencias de una revista para los malditos enamorados: el Thalatsu.

Leí que este masaje acuático, además de ser anti-estrés, mejoraba las relaciones de pareja. Que no se trataba de una simple técnica de relajación sino que era algo más profundo. Realizado en agua salada caliente, combinando aspectos físicos y mentales, proporcionaba bienestar al cuerpo y permitía encontrarse a sí mismo, facilitando así la comunicación de pareja bla bla bla… Obviamente esto último me daba igual, que yo lo que quería era probarlo y ver qué efectos tenía en mí.

Y allí que me planté. Momento biquini en pleno febrero, luciendo lorza a to lo que daba la mata, pero dispuesta a dejarme llevar en manos de Jorge, el amable fisioterapeuta al que le tocó la china esa mañana. Seguí sus instrucciones y me adentré con él en una mini-piscina que había junto a las otras grandes donde chapoteaba el reparto de Cocoon en pleno. “Tienes que confiar en mí”- me dijo- “y no abrir los ojos hasta que yo te diga”.  Mucho me pides, tronco. Pero los cerré, y que fuera lo que Dios quisiera. Y en esto que Jorge me abraza y me coloca en posición horizontal, como haciendo el muerto, con los oídos sumergidos en el agua. Y de eso que ya no se oye nada, y piensas si será eso parecido a aquello que dicen de volver al vientre materno, porque sólo podía oír profundidad y agua. Que lo demás no me importaba, ni un pelo que me pudiera haber dejado sin depilar, ni el posible público proveniente de la piscina de al lado. Me olvidé hasta de Jorge, que movía mi cuerpo en el agua y presionaba mis puntos de energía. Yo sólo flotaba y me concentraba en mí misma o en la nada.

Dicen también de este masaje que los que lo prueban, al dejarse llevar, se desinhiben de tal manera que se sinceran sin querer, pues te puede dar por llorar o por partirte la caja. Y en mi caso fue lo segundo, que se me escapaba la risa con la tontería de la flotación, menuda fiesta me monté yo en los cincuenta minutos que estuve conmigo misma.

“Abre los ojos” –oí decir a Jorge, al que recibí con una inmensa sonrisa y una alegría loca que no cabía en mí. Una alegría por la que habría saltado a la piscina contigua a morrearme con un pedazo de guiri rubiales que me miraba con cara de “a-donde-vas-pringá”, para escarnio de los viejunos de alrededor.

Tras eso, lo prometido: el calderico allí mismo, pero hecho y servido con esmero y ritual, que primero fue el caldo en tapón, luego un pescado frito, para culminar con el arroz, su pescado, su ajo, y unos paparajotes de postre.

Y yo con mi sonrisa tontuna, que vaya un plan más guapo me monté por San Valentín sin quererlo, así, a lo tonto tonto.   

5 comentarios:

Anónimo dijo...

La de la foto eres tú?

Conch dijo...

Nop. Por?

Palabra de verificación: mildsms :)

Anónimo dijo...

Quería ver una foto tuya en bikini...

Palabra de verificación (lo prometo): meten

Conch dijo...

Pues me temo que te vas a quedar con las ganas.

Anónimo dijo...

Lo suponía...

Palabra de verificación: imnone