Con eso de que es Halloween he decidido convertirme en una bruja ermitaña. Empezar una de mis mil nuevas vidas, a ver si ésta me va mejor. Tengo un plan que sólo saben mis íntimos, de esos que nunca llevaré a cabo, lleno concentración en lo que verdaderamente importa e intenciones meditadas que también mis íntimos y no tan íntimos sabéis que cambiaré trascurridos tan solo cinco minutos.
Así pues, como hago casi cada vez que empiezo una nueva vida, ayer fui a la peluquería. Aunque había decidido no cortarme el pelo hasta encontrar un hombre que mereciera la pena (como lo leéis, queda desvelado el secreto-parida), decidí también ser realista con esta cabellera desmelenada y salvaje y dejarme las tonterías antes de empezar a parecerme a la Pantoja. Así que me he cortado el pelo. Y me lo han dejado como la Leti, como muy formalico y muy puesto, que no sé yo si me gusta.
También, aunque por la tiza las tengo más cortas que na, me hice las uñas, y las llevo pintadas acorde con las circunstancias... de negro.
Luego no se me ocurrió otra cosa que pasarme por Bobbi. 56€ después (un logro, que la última vez me gasté 3 veces más) salí del Corte Inglés más pintá que una puerta. Entonces ya me lié yo solica, que ahora había que salir y mostrarse al mundo. Y entonces me propusieron varios planes extraños y, típico en mí, porque la vida me ha hecho así, accedí al más extraño de todos. Que digo que menos mal que mi plan hallowinero incluía recogimiento y dieta. Me consuelo pensando que si me hubiera quedado en casa seguro me habría terminado de zampar los bombones que me regaló una alumna...
Y aquí me encuentro, que hoy me he levantado confusa, con muchas ganas de darme mimos, de olvidar el mundo exterior y dejar la mente en blanco con ayuda de mis sábanas. Intento recordar mi plan, mis intenciones de recluirme y estarme quietecica. Por eso me he hecho el desayuno y me lo he traído a la cama, que hoy no quiero salir de aquí ni al salón. Y me siento bien, resguardada y conmigo misma… hasta que de repente, se me revelan los elementos. Empiezan los fenómenos extraños.
El primero con el spotify, que se queda mudo de repente. Ya le puedo dar al pause, al play, al volumen, apago y enciendo, que nada. Está ahí, pero no responde. Desisto. Media hora después el sonido de un tren y un murmullo me pone los pelos de punta. Es spoti que ha vuelto a la vida! ¿Y con qué canción? Ghost train de Summer Camp. Susto o muerte!!
El segundo, a través del feis. Un mensaje que viene de la nada de un conocido desconocido, con pinta de fantasma. Que quiere conocerme, mi teléfono, conversar sobre cosas importantes. Y tiene que ser hoy. Y me llama cada hora.
Por último E y C, que si nos vamos de aperitivo.
Que no hay manera, que cuanto más bruja, más imán. Cuanto más escondida, más me buscan. Que cuanto más me niego… más fácil me encuentran.
6 comentarios:
¿Podría ser que, en lugar de cortarte el pelo después de encontrar a alguien interesante, hayas encontrado a alguien interesante después de cortarte el pelo?
Podría ser. Pero no creo.
Me parece una buena hipoótesis... Divina la casualidad del Spoti ;)
Vaya con lo del fantasmagórico conocido desconocido.... la cosa ¿promete?
¿En qué sentido? ;)
Ganicas de verte, y a su señora de usted también, para intercambiar impresiones y cosicas nuestras.
Ahí, ahí... Los feelings son mutuosss... Hay que verse y platicarrr platicarrr...
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