Cena con las Infantas

Decidimos hacerlo por orden alfabético así que me tocaba a mí. El jueves pasado organicé yo la Cena de las Infantas en mi piso.

Algo tan simple como una cena entre amigas puede resultar fácil a primera vista pero alto ahí. Con las Infantas hay que afrontar dos retos:

1. Salimos de trabajar a las 9 y pico de la noche. La comida no debía necesitar (casi) preparación. Y os recuerdo que todavía no tengo horno.

y 2. Tenía que ser apta para celíacos.


Nota: Los celíacos no pueden comer ni trigo, ni avena, ni centeno, ni cebada, ni malta, ni no sé qué estabilizante, ni avecrem, ni mayonesa...


Después de fracasar con el encargo de empanadillas y panochos sin gluten (los de La Colegiala no me ayudaron nada), decidí intentarlo con la pasta de arroz. Mi idea era hacer una ensalada de pasta... y otra de canónigos chulífera que le copiaría a mi Rosi.

Pues ahí que, antes de ir a trabajar, herví la pasta esta cuasi transparentosa. Tan pronto como sumerges los macarrones el agua se pone turbia, y te da por mirarlos, y crees que además la pasta se está pasando, y entonces la muerdes y tiene la textura del regaliz :S... Tras los 7 minutos cronometrados, la sacas, la escurres y eso tiene una pinta... así como arenosa... oh well.

Seis horas más tarde la sacas de la nevera... y como puedes la desincrustas de la fuente y como puedes, que no puedes, debajo del grifo intentas despegar los macarrones de esa conglomeración que a mí me recordaba más bien a un neumático... Vale. Abortamos plan de ensalada de pasta.

Las Infantas ya estaban aquí así que... a cenar!

El menú quedó de la siguiente manera:

- Pepinillos y aceitunas pa acompañar al Marqués de Cáceres que me trajo Y.

- Salmón Marinado

- Jamón Ibérico

- Queso de cabra con mermeladas de fresa y tomate

- Cuenquito de tomate rallado

- Cuenquito de queso para untar

- Ensalada gigante de canónigos (con tomaticos cherry, zanahoria, apio, tacos de jamón york y pipas)

- Pan de tres tipos: blanco, tostado integral y sin gluten. Este último por supuesto separado del resto.

Y empezamos a jugar los dos juegos típicos de nuestras cenas:

1. El pan con gluten no puede sobrevolar ninguno de los alimentos. Peligro de migas. Se cogerá o pasará la panera rodeando la comida.

y 2. El juego de los cuchillos. Habrá cuchillos para servir, pero no podrán rozar tu pan. Deberás ponerte un pegote de queso o mermelada en tu plato y ya, con tu propio cuchillo, te lo pondrás en tu pan. Si esto se te olvida, deberás quedarte el cuchillo de servir y reponerlo con uno nuevo. Éramos 6, se utilizaron 11 cuchillos en total.

De postre... Fondue de chocolate con fresas, plátanos y kiwis. Dip dip dip.

Aunque esté mal que lo diga yo, la cena fue un éxito. Y me queda algún resto en la nevera... ¿te vienes a cenar?