Trato cerrado

Le dije a Sushi que a lo mejor caían unas shocking news a final de la semana. Una semana en la que he estado un poco plof y algunos os preguntabais por qué: la ilusión de mi vida se tambaleaba.
He estado esperando a tenerlo todo atado antes de deciros nada para no gafarlo, ya que han sido unos días muy intensos con cambios cada hora, o casi. El interés de Rafa (guapo!) me ha hecho adelantaros la buena nueva.

Queridos todos:

TENGO PISO!

Pero no la bombonera de 36m² en la zona de las tascas, sino un PISO como Dios manda:
- 80m²
- 2 habitaciones (con posibilidad de 4)
- En el centro, más cerca aún de la Plaza de las Flores de lo que está la casa de mis padres.
- Orientación a mediodía
- Vestidor (¡!) (mi sueño!) (Saltos de alegría!)
- Trastero
- … (más saltos y taconeos por la emoción)
- dos millones de pelas más barato… y lo más importante:

PA IRME A VIVIR YA!!!

La long story de la que os hablaba se resume en lo siguiente: La entrega del apartamento de las tascas se retrasaba. Llevaban desde enero diciéndome que le quedaba un mes. Llegado septiembre, mi habitación en casa de mis padres era (y es) un caos (la vuelta de Yecla, el invierno, el verano, las oposiciones, los trastos que me he comprado este verano, el escurridor de Praga…) y mi vida empezaba a convertirse en otro muy gordo.

Chantajeada por una servidora, mi madre pues se colgó el bolso y se dispuso a buscarme alquileres por el barrio… y sin querer, encontró esta ganga preciosísima. Gracias, Mami.

Ayer tarde todavía urdíamos ella y yo, compinchadas con los vendedores, una estrategia para que el inmobiliario no se saliera con la suya… pero el tipo oyó la palabra “abogados” e inesperadamente se bajó los pantalones.

El trato está cerrado.

Este post se lo dedico a mi madre que, cuando quiere, es la mejor mamá del mundo. Le dedico esta canción, que además de ser muy simbólica, la lleva la tía canturreando todo el día. Me largo, que como me vea en pijama a estas horas…