lunes, 31 de mayo de 2010

La Parte por el Todo (III)

Dime cómo te llamas y te diré quién eres.

Va de nombres, en ellos encontraréis la clave.

Este post se lo dedico a dos amigas mías que están demostrando el mayor de los corajes.

A una la han operado recientemente y está aguantando con ánimo, buen humor y una voluntad de hierro no sólo las cuatro operaciones a las que se ha sometido sino también la recuperación y las curas.

La otra acompaña a su madre que está muy malica en el hospital y desde aquí le mando un abrazo apretadísimo.

Ambas están demostrando fuerza de leonas y son dignas de admiración. Ambas se llaman igual y a su santa está dedicada esta obra, cuyo autor da la casualidad que es tocayo mío.

(Tal y como lo tengo en la pared de mi habitación)

domingo, 30 de mayo de 2010

El satélite de Lena

¡Pues a mí me gusta!



Love my aim is straight and true
Cupid's arrows just for you
I even painted my toenails for you
I did it just the other day

jueves, 27 de mayo de 2010

Ladies' night


Blanca y radiante iba la novia, pero no me refiero al día de la boda sino al de la despedida de soltera, que fue el pasado sábado. Ella de blanco, nosotras de negro. Con antenitas de corazón y un collar de perlas nosotras, ella con tiara, alas de hada, varita mágica, banda a la novia con más glamour y aliviada de que no la hubiéramos disfrazado de nada cruel. Sería sin embargo una despedida de soltera distinta. Siete mujeres de edades comprendidas entre los 23 y los 58 años conformaban el cortejo. Que es que iban la hermana, la madre, la suegra, la tía, las cuñás y la madre de la cuñá. Échale guindas, que nos faltó la abuela.

La fiesta comenzó al salir del céntrico garaje donde aparcamos los coches. Justo en la entrada, una limusina más grande y más hortera que donde las hacen, todo larga, blanca y con luces azules, nos esperaba con las puertas abiertas. A la novia se le saltaban las lágrimas mientras daba saltitos de alegría. Yo que creía que el sueño de su vida era casarse con mi hermano, pues resulta que no, que era montarse en un trasto de éstos. Dentro, los sillones de cuero negro, las luces cambiantes fosforitas, dos televisores con videoclips de música cañera y ocho copicas de champán aguardaban a las ocho culonas revolucionadas. ¡Lo que dio de sí la hora que la tuvimos a nuestra disposición para deambular por el centro y gritar ordinarieces por la ventana! Una pena que la noche coincidiera con la final de la Champions, que hizo que hubiera pocos hombres a los que jalear, si eso algún bohemio gafapasta con novia pegá, algún pringao que saludaba ruborizado y por supuesto, la policía que custodiaba a La Cibeles y a Neptuno. “¡Cómo está el cuerpo!” Pa habernos arrestao.

La tournée acabó en (la) Gran Vía, a las puertas del restaurante donde cenaríamos. Mientras esperábamos para entrar observábamos a la peña que allí se agolpaba. Salían del garito mayoritariamente despedidas de solteras de chicas, algunas con atuendos humillantes. Apareció un grupo de sevillanos feítos ataviados con camisetas rojas que ofrecían amor verdadero en estos tiempos difíciles: “Por la crisis follo gratis”. El único guapo era el novio, cómo no, del que yo me enamoré locamente: “¿Por qué te casas tú y no otro?”-se me escapó. “Morena, que toavía no me he cazao, ¿dónde va a ehtar luego?” “Puede que por Huertas” “¿Muerta? Tampoco é pa ponerze azí, mi arma”. Mardita zea mi zuerte, pensé. También apareció por allí nuestro Ginés García Millán, que muy sonriente se hizo una foto con la novia, a la que felicitó por casarse con un murciano.

Por fin entramos al Gula Gula y eso, como decimos los murcianos, es un disparate. Aunque llamativo y peculiar, tiene un ambiente acogedor, la cena es deliciosa, los semi-desnudos camareros son amabilísimos y las despampanantes drags son la monda. Me encantaría volver con mis chicas, a ver si pilláramos el espectáculo llamado “Pelota Picada”.

Durante la cena, como es habitual, obsequiamos a la novia con distintos jugueticos eróticos: pintura corporal de chocolate, aceites de masajes, un conjunto de ropa interior, y mi favorito: un set de viaje de geisha, que incluía más aceites afrodisíacos (“orgía de uvas” se llamaba uno), unos polvitos de miel con unas plumitas para extenderlos y ¡atención! la crema orgásmica “Jardín secreto”, que alguna de la troupe intentó arrebatarle en un ataque de envidia.

Al final a Huertas ni muertas, que media Italia había copado el centro de Madrid y nos fue imposible siquiera acercarnos a tomarnos la última. Decidimos volver al garaje dando un paseo por la capi, y bajo la luz de la luna nos comprometimos a hacer una locura de éstas cada año. No sé si repetiremos limo o restaurante, lo que si cae seguro es un tapper-sex, que de probar el “Jardín Secreto” nos hemos quedao con ganas más de una.

domingo, 23 de mayo de 2010

Mentiras de domingo


Una de las cosas que más odio de los domingos por la tarde es la jartá a películas románticas que ponen en la tele, una detrás de otra, a la hora de la siesta. Que no tiene una suficiente con estar de resaca, aplataná en el sofá, arrepintiéndose de las copas que no se debió beber y de ese kebab que no se debió comer a las 4 de la mañana, con la botella de dos litros de agua como único acompañante, como para que te vengan con historias de cenicientas rescatadas por príncipes azules que no existen.

Tú que te pusiste tan mona anoche para salir y te volviste sola, cabizbaja y afligida tras presenciar lo que bautizaste como el festival de San Feo, lo primero que vas a tener que soportar es una historia de chico cañón conoce a chica mediocre, son felices y comen perdices. Ale, la primera en la frente. Vayan pasándome el helado de a litro, que me dispongo a ser patética.
Lo siguiente que me da rabia es que las chicas de estas pelis no suelen ser, a priori, bellezones estupendos, lo cual no motiva nada. Son descuidadas y mosquitas muertas, sonsas que luego demuestran tener intelecto y vida interior. Esto me hace reflexionar tantas cosas… Por una parte, ¡la de sonsas con suerte que hay en este mundo! O si no, daros vuelta. Seguro que conocéis a más de una. Y luego, ¿es por esto que las estupendas por fuera y por dentro no nos comemos una rosca? Me da por pensar que a los tíos lo que les gusta es rescatar a sonsas de su supuesta vida triste ¿o qué? ¿Y es que una tía no reluce hasta que no tiene un zamarro a su lado?

Otra cosa que me mosquea es que la prota suele ser huérfana, o por el contrario tiene una familia gigantesca, estrambótica y porculera ¿eso por qué? ¿No valen los típicos papá, mamá y hermano (s) que no molesten? Porque haberlos haylos, (o eso me han contado).

En lo profesional, los triunfadores son ellos: médicos, altos ejecutivos, arquitectos, profesores de universidad… Ellas, subordinadas a su sonsez, viven atrapadas en trabajos rutinarios de los que quieren salir por patas: camareras, taquilleras, paseadoras de perros… que sueñan con un príncipe que les proporcione una vida mejor. Y con eso les basta, con los sueños, porque total, sin que ellas hagan nada al respecto, hay un momento en el que llega el guapetón de turno, se fija en ellas de la manera más pelegrina y empieza la persecución, la otra gran mentira.

Los chicos de las pelis no sólo tienen una habilidad paranormal para hacerse con los móviles de las susodichas sino que también las llamarán, ¡y hasta les dejarán mensajes en el contestador! También se enterarán de dónde viven, dónde trabajan e irán a verlas. ¡Eso no pasa! En la vida real somos nosotras las que perseguimos. Por sms, por el facebook, en los bares, nos haremos 200km de carretera, averiguaremos su lugar de trabajo y nos dedicaremos a pasar hechas un pincel por la puerta… pa na.

En la vida real las triunfadoras somos también nosotras. Incluso me atrevo a quitar el “también”, que últimamente me cuesta encontrar a alguien que no sea un arrastrao de la vida cuya mayor ambición sea que haya fiesta 2x1 en el 609.

Sinceramente, creo que las pelis románticas son el peor invento del siglo XX. En el siglo XXI deberíamos apostar por pelis tipo La cosa más dulce, Sexo en Nueva York o Que se mueran los feos, o creemos un nuevo género donde se exponga la realidad de ese fenómeno social que es “Mataos vs Tías estupendas”.

Esta tarde veré la nueva de Jennifer López, que he oído que se acerca a este nuevo género: ella es la triunfadora y a él le descubriremos una interesante vida interior pero no sé yo… ¿qué te apuestas a que ella es huérfana?

lunes, 17 de mayo de 2010

Por una tienda Nespresso en Murcia


Esta mañana, tras salir a correr, mientras saboreaba mi cafetazo manchado con leche de soja, en un momento de inspiración matutina, he decidido crear un grupo en facebook.

POR UNA TIENDA NESPRESSO EN MURCIA
(Pinchad en el título y uníos)

Que ya está bien, hombre! Estamos ya hasta el moño de pedirlo por internet, teléfono, correo o molestar a nuestros amigos y familiares que vienen de Madrid, Barcelona o Valencia. Porculico de los gastos de envío, tener que esperar o tener que ir por él a un punto de recogida. Está la cosa como pa una urgencia.

¡Queremos ir a comprar café como el que compra el pan!

Estoy segura de que somos muchísimas personas que pensamos igual. Que Murcia puede perfectamente tener una tienda Nespresso rentable. Yo tengo a casi todos mis amigos y parte de mi familia enganchados al Nespresso, ¿tú no? A ver si nos juntáramos un montón y al menos saliéramos en The Guardian, como pasó con el Starbucks (que tiene tan sólo mil y pico miembros). Que hay tienda en Alicante y aquí no, qué vergüenza. Hay que hacer ruido.
Y si ya viene George Clooney a inaugurar la tienda, mejor que mejor, ¿te imaginas?

Este finde voy a Madrid, ¿algún encargo?

domingo, 16 de mayo de 2010

La dieta del...


Cuando llevas cuatro meses con una dieta poco estricta y eres un poquito débil de voluntad, hay un momento en el que te saltas el régimen por norma, mínimo una vez al día. Que si un trocico de pan, que si “esto tampoco engorda tanto”, que si “luego lo quemo”, que si “total, una cañica”, que si entro a un chino y me compro unas gominolas… Si ya a eso le sumas que una se va a EEUU en Semana Santa y se hincha a jalar, y tiene la mar de eventos de variada índole, llámese bodas, bautizos, comidas familiares, el SOS y cursos de cocina, pues ya apaga y vámonos. El estancamiento era oficial. Necesitaba un empujón, sufrir un poco, pasar hambre, volver al “modo régimen” y así volver a motivarme. Entonces me dirigí a mi endocrino desesperada: “Antonio, hazme sufrir, que estar a régimen y ser feliz no es compatible”.

Así pues, me miró a los ojos y empezó su discurso con las siguientes palabras: “Cuando uno hace ayuno o huelga de hambre al tercer día ya ni siente ni padece…” Tragué saliva y asumí las consecuencias de mi petición.

No era no comer, pero casi. Se trataba de una dieta a base de proteínas y la debía intentar una o incluso dos semanas. Y así he estado, que si carne, pescado, jamón, huevos, carne, pescado, jamón, huevos. Olvídate del pan, del arroz, de las verduras y casi casi ¡olvídate de la vida! Porque además con ésta sí que no valían las trampas. Por ejemplo, si se me ocurría comerme un cachito de pan, mi organismo lo cogería con tantas ganas que me engordaría el doble. Algo así me explicaron, que yo de química no sé. También me dijeron que tendría mucha sed y dolores de cabeza, se me pondría la lengua blanca y no sé qué de la acetona. Habréis oído hablar de la dieta de la alcachofa, la del análisis facial, la del cucurucho, la de la zona… pues yo a ésta la denominé la Dieta del Hijoputismo.

Aun así, al principio, supongo que por aquello de la novedad y los buenos propósitos, lo llevé genial. Hasta el punto de decir que no a unas galletas danesas que me ofrecieron o de estar tan ricamente de cena con mis amigas mientras ellas se hinchaban a montaditos y yo conformarme con mi platazo de carne (secreto ibérico del bueno, ojo). Pero eso fue al principio, a partir del cuarto día eso de que ni sientes ni padeces ¡me río yo! Señores, vivo entre el Zaher y la Buena Moza, he tenido que pasar todos los días por la Plaza de las Flores y me he aguantado las ganas de abalanzarme sobre algún que otro viandante y robarle el pastel de carne de un bocao, que con la dieta ésta se me agudizó el olfato, el oído y la vista. No podía ver la tele porque todo me producía hambre. No podía leer el periódico porque titulares como “Almuerzo motero en Totana” me ponían enferma. No podía tener una conversación normal porque palabras como bocadillo, chocolate o queso me producían la más voraz de las hambrunas.

Pero el suplicio llegó a su fin, ayer acabé la Dieta del Hijoputismo y hoy domingo estoy que vivo sin vivir en mí. No sé cuántos kilos habré perdido y creo que ni me importa. En lo único en lo que pienso es en qué comer para celebrarlo. Había pensado organizar la Fiesta del Hidrato de Carbono, pero mi familia y amigos me lo han prohibido.

Ahora estoy tan motivada que ya pienso en mi próximo régimen, que se llamará “la Dieta del Cinco” (la rima pa ti), la he diseñado yo y consistirá en recortar un 5% de todo lo que coma. La pondré en marcha en junio. Ya os contaré qué tal me va.

viernes, 14 de mayo de 2010

Bitter:Sweet

¡Menudo descubrimiento! ¿cómo no sabía yo de su existencia?


Esto es sólo un ejemplo, que tienen un montón de temazos chulísimos como The Bomb, Don't forget to breathe, Salty Air, Sugar Mama, Love Revolution... Seguro que alguna os sonará porque son la banda sonora de millones de series de TV.

Muchas gracias, Juan Carlos, por descubrirmelos.

domingo, 9 de mayo de 2010

Objetivo Elisabetta

La primera fue Jennifer Aniston cuando salía en Friends. Principalmente, y no soy nada original, por el pelo. Esa melena tan brillante que lucía la tía, con sus mechas y sus capas. Se decía incluso que era el corte de pelo más demandado en las peluquerías americanas. Me caía bien, supongo que porque era normal, porque perfectamente podría haber sido mi vecina, esa chica mona del barrio que me caería bien así porque sí, esa chica con la que quedaría a tomarme una marinera en la Plaza de las Flores o esa chica que podría encontrarme un viernes noche en Aduana tomándose un brugal-cola. Hasta que un buen día va la tía y, de repente, caza a Brad Pitt y ya mi admiración por ella fue extraordinaria durante varios años. Que luego nos sabemos todos la historia de cuando él le puso los cuernacos con la jincha de Angelina Jolie, y que desde entonces la pobre Jennifer vaga por el mundo como alma en pena… pero yo la sigo queriendo. Obviamente, dejó de ser mi modelo a seguir y volvió a ser la vecina del barrio, pero “esa chica con tan mala suerte”.

Luego tuve una época de Gwyneth Paltrow, otra que también se ligó a Brad Pitt, y que en principio es una sonsa y una llorica que come alpiste, pero tiene algo. Algo que le encantó a mi adorado Chris Martin, y ahí que siguen casados con dos hijos con nombres raros, viviendo en Londres y toda la pesca. Aún así, aunque no la veo ni muy real ni muy cercana, reconozco que me gusta su estilo y me encanta, además de su marido, cómo habla español la tía. Pero luego me ofusca. Me ofusca lo rara y lo mensa que es, sobre todo desde el día que decidieron ponerla de presentadora en un programa sobre la gastronomía española ¿Cómo una persona que no come jamón se pone a mostrar los placeres de nuestra cocina? Habrase visto. Y que tan rubia y tan flaca… no sé, demasiado inalcanzable y friki.

Desde la semana pasada tengo un ídolo nuevo, un objetivo alcanzable. La encontré en una revista, por casualidad, sin buscarla, como los mejores descubrimientos. Se trata de Elisabetta Canalis, la novia de George Clooney, y lo vi cristalino: una tía de mi edad, filóloga como yo, mediterránea, triunfadora, cuerpazo y con un pedazo de novio que pa qué las prisas. Ésa es la mujer a la que debo aspirar. De hecho, ya he recortado su foto, una que sale con el Clooney paseando por las playas de Hawái, y la he puesto en mi nevera para motivarme. Me gusta pensar que ésa podría perfectamente ser yo este verano en la Torre de la Horadada, no sólo por el tipazo que tiene la tía sino también por el maromo que la acompaña. Que por la misma regla de tres por la que ella se ligó a uno de los hombres más sexys del mundo, pues yo uno equivalente me podría pillar, ¿no? Yo lo llamo visualización.

Esta semana he pensado mucho en Elisabetta. Y es que ha sido especialmente dura. Entre el viento helado que soplaba en mi contra por la vereda del río cuando he salido a correr y que el endocrino me cambió el régimen, he sufrido mucho y pasado mucha hambre. Sin embargo ella, dondequiera que me encontrara, se me ha aparecido desde la nevera y me ha dado fuerzas cuando he flaqueado diciéndome que no desistiera, que en nada seré clavadita a ella. Que luego seguro que ella jala como una bestia, me la imagino comiéndose unos platos de pasta de aúpa, pero yo intento pensar que donde quiera que esté, se mata a hacer ejercicio como yo y suda y resopla para llegar al kilómetro 7 como yo.
¿Cuál te gusta más de las tres?

¿Qué te parece Elisabetta?

¿Te imaginas al Clooney poniéndole el Nespresso por las mañanas en su casa del Lago de Como...?

viernes, 7 de mayo de 2010

Todos los raros fuimos al SOS (2)

La segunda jornada del SOS comenzó con los Nada Surf. Es cierto que yo prácticamente no tenía ni idea de qué cantaban éstos pero me los habían recomendado y reconozco que me gustaron bastante, que sonaban muy bien, más pop de lo que me imaginaba. Además, había gente súper animada y súper fan que te contagiaban las ganas de baile. Ahí, na más empezar, con la primera cañica, mientras oteas el paisaje preguntándote cómo será el segundo día de SOS.

De ahí pasamos a los We are standard, que también me gustaron pero que los tuve más bien de fondo, que nos encontramos a un montón de amiguetes por los alrededores. Es lo que tiene el SOS, especialmente el de este año, que hay tantas cosas, tanta gente, tanta distracción y los escenarios están tan lejos y tampoco se oyen fortísimo, que al final, más que ir a ver conciertos, allí se va por el ambiente y en definitiva, a socializar. Porque amigos nuevos siempre haces. Gente que simplemente pasa por tu lado y admira tus gafas, tu sonrisa, tu diadema. Chicos que te dicen que eres la más guapa del SOS o que les gustas demasiado… Otros hay que te cogen de la mano y bailan contigo, que te preguntan cómo estás sin conocerte, otros que intentan secuestrarte un poquito…

Paseando, paseando, llegamos al SOS Club y decidimos instalarnos allí un rato. El DJ estaba pinchando una música chulísima, mezclando temazos de esos discotequeros playeros de cuando éramos unas crías (Ultra Naté, Modjo…) con ritmicos más actuales como los Ting Tings (que vienen al B-side!), o cosas más rollito house y chunda chunda. Y hubo bailoteos. Y copitas. Más de una.

Lo siguiente fue cenar, y esta vez sí que no me pude resistir a los pinchos de medio metro. En la foto podéis ver uno de queso y otro de pavo. Muy ricos, menudo invento.
.
En el escenario grande llevaban retraso. Los Madness aparecieron ya rondando la media noche. Los más expertos dicen que se han vuelto muy pop, que ya no hacen ska o que están muy viejunos, pero a mí me encantaron y me bailé tanto los nuevos temas (¿cantaron Sorry? No me acuerdo) como los clasicazos One Step Beyond, House of Fun, Our House que me la sé de memoria de haberla hecho tantas veces en clase. De postre, la preciosísima It must be love, que hizo que los amigos se abrazaran y las parejas se besaran. Definitivamente, los Madness fueron los reyes del sábado y casi que me atrevo a decir del SOS entero.

Vi un poquito de los Love of Lesbian (una pena) y a los Orbital los tuve de paisaje. No me parecieron nada especial, chunda chunda, bailecicos y tal. Estuve más concentrada en mis amigos y en el crepe de chocolate que me jalé por esa hora. Necesitaba energía para llegar a Fatboy Slim. Me había zampado el “We’ve come a long way” unas treinta veces esa mañana y flipado con todos sus videos en el youtube. Estaba emocionadísima. Tanto que me fueron a presentar a los Nada surf y salí corriendo porque justo empezaba en ese momento. Por fin, a las casi 5 de la mañana, Fatboy slim aparecía… ¿o eran los Orbital otra vez? Menudo bajón me iba dando según avanzaban los minutos… Yo que ansiaba bailar Rockafeller Skank o Praise you y el tío no arrancaba ni salía de ese chunda chunda en el que parecía haberse atascado. Qué rollaco de concierto, qué… decepción.

Resistí hasta las 6 de la mañana y me daba rabia irme con tan mal sabor de boca. Encima, con los retrasos y el lío de horarios, me perdí a los Addictive TV, que creo que estuvieron geniales. Los vi al pasar hacia la salida, pero ya no tuve fuerzas para SOStenerme en pie.

A pesar de todo, sigo pensando que me encanta el SOS y le deseo que continue durante muchos años. Yo mientras tanto iré contando los días para el próximo.

domingo, 2 de mayo de 2010

Set the fire to the third bar

Haciendo balance del día de ayer (que lo tenéis más abajo), del pasado finde, escuchando música al azar por youtube... Me topo con esta canción, que hacía tiempo que no oía. Quería compartirla con vosotros.

I find the map and draw a straight line
Over rivers, farms, and state lines
The distance from 'A' to where you'd be
It's only finger-lengths that I see
I touch the place where I'd find your face
My finger in creases of distant dark places...




Postdata! Una especie de parte por el todo. Premio al que me diga qué tiene que ver la chica esta que canta con el SOS 4.8. Menos de seis grados de separación...

Desinflao


Tras la infleta a amor de la pedida, vuelvo a casa deseosa de mirar mi móvil, que seguramente yacería rebosante de mensajes de gente que me habría echado muchísimo de menos…

Pues no. Ni uno.

“¿De quién esperabas mensaje?” – Me pregunta mi hermano. “Pues la verdad es que de nadie.” De nadie. Juré no decirle nada a… nadie, nada de recriminarle que no hubiera dado señales de vida en todo el fin de semana, qué se le va a hacer. Me duele que no le apeteciera saber de mí, pero bueno. Decido callarme. Según mi mejor amigo y consejero emocional, que no supiera nada de él era buena señal. ¿Desde cuándo? Me da que esta vez se va a equivocar.

Tres días después, en su casa, le estoy contando a nadie cómo acabó la historia de mi amiga con el aterciopelado aquél cuando de repente me interrumpe: “En otras palabras, se desinfló, como nosotros, que nos hemos desinflado.” ¿Peeerdona? Aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid ¡me tiras este jarro de agua fría! Además, habla por ti, tronco, que yo no me he desinflado. Que por una vez que no tuviera expectativas en una relación y no me mostrara disponible, empalagosa e intensita contigo, como suelo hacer con todos los mataos con los que me junto, no significaba que me hubiera desinflado. Yo además estaba muy a gusto…

Así, me pongo a pensar que yo no me desinflo, yo no pierdo la intensidad nunca. ¿Por qué entonces vosotros sí? ¿Cómo cogeros el punto? Si nos mostramos ilusionadas y cariñosas os repelemos, y si estamos distantes, vamos de tranqui, dejándonos querer un poquito… ¿os desinfláis? Para una vez que lo estaba haciendo bien. Que es que además, entre mis viajes y sus compromisos, ¡nos hemos visto muy poco! Y que en ningún momento le propuse planes de futuro, ni le invadí con el cepillo de dientes… Era para que estuviera deseando verme a todas horas.

Entonces viene la mejor parte de la charla, que es ésa en la que me suelta el rollo del “No eres tú, soy yo”, asegurándose además de que mi autoestima no se desmorona. Madre mía, qué viejuno es eso y ¿cuántas veces lo habré oído este año? Que es que lo he pillao en mal momento y que él es así. Que le perdone pero es que él ya tiene la vida resuelta y básicamente, ahora mismo, a día de hoy, no siente especial ilusión por nada ni por nadie. Y entonces, antes de que me hunda con la frase y con el pensamiento de “no he sido capaz de ilusionarle”, se apresura a añadir que yo valgo mucho y que soy de lo mejor, una tía estupenda que tiene que creérselo, y que no me puedo imaginar la de petardas que hay sueltas por Murcia... ¡Pues claro que sí! Y que no te quepa la menor duda. Ni me mereces, ni sabes lo que te estás perdiendo. Que alguien como yo no te vas a encontrar en la vida, que deberías estar dándote patadas en el culo para complacerme, dándole gracias a Dios o a la conjunción interplanetaria que hizo que se cruzaran nuestros caminos. Como dice mi amiga A, es que ya no me toca los sentimientos, sino el orgullo y los huevos.

Yo no me desinflo. Y me niego a que esto me vuelva a pasar. Se acabaron los poco a poco, el estar a gusto, las oportunidades a los simpáticos y buena gente. Se acabaron los “nos estamos conociendo”. Quiero intensidad plena y recíproca, quiero locura loca, quiero un “no puedo vivir sin ti” (no hay maneeera), un “sin ti no puedo funcionar”, un “buenos días princesa” y un “ya te echo de menos”. Quiero tener el poder de ilusionar a alguien… y que dure.

- “¿Cómo? ¿Que se ha qué?”- me pregunta mi amiga A.
- “Desinflado”.
- “Pues anda y que le zurzan, y que se vaya comprando una bomba”.

sábado, 1 de mayo de 2010

Todos los raros fuimos al SOS (1)

Mi SOS 2010 empezó bordeando las acequias que hay donde está el Karting. Desde allí pudimos oír comenzar el concierto de mi adorada Alondra Bentley que, conforme nos acercábamos, dentro de lo dulce y lo suave que es la murciana Alondra Bentley, se hacía sentir con mucha fuerza. O sería la emoción. La emoción de volver al SOS por tercer año consecutivo, los mismos que tiene el SOS, pero esta vez sabiendo a lo que iba (o no), sintiéndome anfitriona de una fiesta que no era mía, sino de todos los murcianos.

Entré con cuatro amigas mías, tres de ellas nuevas en esto del SOS, ansiosas por ver lo que estos últimos años yo les había contado. Tras hacer el canje de pulseras, nos apresuramos a ver finalizar la sesión de Jet (Nacho Canut) y la Mexican Acid Queen (Alaska) que nos encantó, no sólo el ver a Alaska tan cerca, sino también porque se atrevió a mezclar todo tipo de temas muy muy comerciales con otros más chunda chunda. La Britney salió por ahí, y nosotras como locas. Mira que me gusta el SOS Club. Ahí nos tomamos nuestras primeras cañicas, agüica fresca de Espinardo, como debe ser.

Seguidamente nos dispusimos a explorar la zona, a localizar las barras y a investigar qué era cada chiringuito, que había muchísimos, sobre todo de comida y una zona como de comedor a la alemana, con mesas alargadas y bancos. Es increíble cómo parece que se expande la Fica. De repente, un codazo: “Mira, Conch!” Entonces se paró el tiempo y el sonido y lo vi, walking in beauty, era mi facebook love, que también había venido al SOS…

En el gigante escenario Estrella de Levante, tocaban los melódicos Sunday Drivers, en el Jägermeister, nuestra amiga Alondra daba sus últimos acordes. Ahí le echamos un recuerdo a nuestra Carmen, que utiliza sus canciones para tranquilizar a su bebé.

Joe Crepúsculo empezaba poco después, pero decidimos pasar y seguir de paseo. Nos encontramos a Edu y a Cristina que, según su plan (lo llevaban por escrito), era hora ya de cenar. Yo, a pesar de que tenía en mente no respetar mi régimen, decidí no comer porque no me cabía. Me había pegado la gran comilona pre-SOS de mi vida en casa de los Sres. de Hood, ideado y cocinado casi todo por mi queridísimo amigo y gran SOSero, sushi de anguila, con el que me reuniría más tarde. The Horrors sonaban de fondo pero por mucho que me los hubieran recomendado… a mí ese rollo garage-punk-miedo no me va, me suenan más bien a como su propio nombre indica. Yo estaba contando los minutos para los Leadings, a los que había descubierto pocas semanas antes y estaba loca por oír.

No me equivoqué, me encantan los Leadings, me gusta muchísimo cómo suenan. Si es que se me van los pies nada más recordarlos. Sin embargo, cometimos un error, a las 22.30 los abandonamos para ver comenzar el concierto de Los Planetas. Error porque… ¡menudo rollaco! Por ellos me perdí el final de los murcianos, que al parecer tuvieron un final apoteósico con “Relax”. Que alguien se entere de cuándo vuelven a tocar que vaya a verlos.

Entonces pasamos a ver a Crystal Castles y si ya me dio miedo algún que otro grupo, éste ni os cuento. Aguantamos un rato, pero yo seriamente me pregunto si la cantante estaba poseída.

Más paseos, más paseos, más y más gente. Cuántos amigos y cuánta gente desconocida y con acento de fuera. Y para gente de fuera, el guapo del SOS 2009, que más cariñoso que na me dio un abrazo. “Ay, qué creía que no te veía este año, que no funcionan los móviles” (Ay, hijomío qué bueno estás, laorden). Así, para el siguiente concierto, nos situamos en un lugar estratégico de lujo: a mi izquierda el guapo del SOS, al frente los Franz Ferdinand, a la derecha mi facebook love tonteando con una rubia moderna y detrás, la barra.

Franz Ferdinand moló mucho. Daba gusto por fin bailar y cantar canciones conocidas… aunque fueran sólo unas cuantas, ejem. Sea como fuere, para música de fondo era genial porque la verdad es que se hizo algo largo…

El cansancio típico de los viernes se empezó a notar y de hecho, tres de mi expedición decidieron retirarse. Yo quería ver a los Hot Chip y me propuse resistir a pesar de todo. Ahí fue cuando llamamos a sushi, que se encontraba en la barra 8 y muy cerca de él varias de mis personas favoritas: mi Luigi, Isa, María, Alvaskate y mi compi Achopijo, al que le brillaban los ojos de la emoción propia de un primer SOS (él al día siguiente escribiría sobre ello). Junto a ellos muchas más personas, muchísimos amigos animadísimos, era como si hubiera empezado de nuevo el SOS. Mejorando a mis amigos presentes, no había tíos buenos pero sí cerveza y enseguida los Hot Chip empezaron a tocar. Cómo me alegré de haberme quedado, me lo pasé como yo me lo suelo pasar en él SOS. Pero es que ya el puntazo fue cuando empezaron a sonar las primeras notas de algo de lo que Luigi me había informado: los Hot Chip tenían su propia versión de “La Loba” de Shakira! A partir de ese momento todos nos convertimos en licántropos bailongos y hasta en Puente Tocinos oirían nuestros aullidos…
Tras los bailes y las risas, decidimos poner punto y seguido al SOS del viernes. Qué ganazas de volver al día siguiente teníamos ya.