De pequeña me encantaba disfrazarme. Pero no sabéis hasta qué punto, que es que hasta tenía un armario dedicado sola y exclusivamente a guardar disfraces. Recuerdo que era la sección que más me gustaba de los catálogos de juguetes y lo que me traían los Reyes cada año (maravillosamente confeccionados por mi abuela P). Recuerdo también que pasaba horas dibujando los atuendos con los que soñaba, y que no empezaba a jugar a lo que fuera sin antes haberme caracterizado adecuadamente. En la adolescencia seguí disfrazándome, especialmente en las fiestas de la playa e incluso algún carnaval, pero en la actualidad, y normalmente porque la gente no me sigue el rollo, cualquier sugerencia de fiesta de disfraces echa más para atrás que para delante.
No hace mucho me llegó la invitación a la Mad Men party y sin consultarlo con nadie, acepté, pensando que, total, una fiesta tan friki acabaría no sucediendo nunca. Porque ¿qué es Mad Men? ¿Quién ve esta denominada “serie de culto”? ¿Dónde lo echan y a qué hora? ¿Y disfrazarse? Vamos, calla.
Por eso llegué tarde a propósito y tampoco puse mucho empeño en el disfraz o en el peinado, no fuera a ser yo la más friki del lugar. Me puse mi vestido la-la-la, llamado así en honor a la canción con que Massiel ganó Eurovisión en el 68 y, aunque me pasaba de moderna pues la serie está ambientada más en los 50, pensé que colaría si es que no dejaban entrar a quien no acudiera disfrazado.
Al llegar a la puerta del Chinatown lo flipé. Justo en ese momento una pareja salía del local a los que estuve a punto de hablar en inglés, que parecía que habían sido sacados de dentro del televisor de un tirón. Él, rubito, con el pelico repeinao, con corbata y traje de chaqueta marrón auténtico, de solapas estrechas. Ella, ataviada con una falda de vuelo a lunares, camisica con cuello Peter Pan que asomaba bajo el abrigo y el pelo con ondas, le sonreía con morritos color rojo bermellón.
Una vez dentro… ¡aquello estaba lleno de Mad People! Mic Rocamora, que ideó y organizó todo esto, flotaba de alegría entre la muchedumbre. “A la gente le gusta ponerse guapa”, me dijo. Sonaba música de Elvis y Dusty Springfield y había parejas que se marcaban un rock ’n roll de lo más auténtico. Me arrepentí de no haberme puesto mis guantes negros largos o no haber sido más atrevida con el peinado y haberme marcado un moñazo de impresión como los que llevaban algunas (“llevo un calcetín dentro”). También podría haberme puesto unas gaficas de pasta con diamanticos o incluso haberme colocado relleno y marcado mis curvas, que el jamonismo también se estila en Mad Men, o si no que se lo digan a los fans de Christina Hendricks. Aluciné especialmente con un grupo de azafatas, ¿de dónde habrían sacado esos gorritos? Va a ser que hubo gente que se preparó el disfraz a conciencia y con antelación, aunque no podía evitar preguntarme si habrían visto también algún episodio de la serie. Que decía mi amigo L, puestísimo en Mad Men, que deberían haber hecho un test de conocimientos en la puerta. “Pues bonica fiesta multitudinaria iba a ser ésa”, le dije, que me juego lo que sea a que la peña no tenía ni pajolera idea de de qué se estaban disfrazando.
Varios días después, nadie lo niega: La fiesta Mad Men fue un éxito y ha sentado precedente. Tanto es así que he oído que se está proyectando otra en Madrid, a la que, si puedo, iré, que ya tengo ideado el modelazo. Ahora que se acercan las Navidades, ha sido un aperitivo perfecto para las fiestas que se nos avecinan. Gracias, Mic, por tu atrevimiento y tu idea excepcional, pero sobre todo, gracias por adelantarme los Reyes regalándome una fiesta de disfraces.
¿Fuisteis a la fiesta Mad Men? ¿Os gusta disfrazaros?
14 comentarios:
Asistí a esa grandísima fiesta precursora. De haber tenido constancia entonces sobre tu desconocimiento acerca de Mad Men, te habrías enterado de lo que es bueno. Y que tu adorado Alcázar no te haya iniciado aún en esa Masterpiece... No sé quien tiene más delito de los dos. Un besico Conch ;)
Lo tengo yo. Alcazarita me la recomendó hace siglos, pero como suelo hacerle poco caso... ;) Sin embargo, en mi defensa diré que fui yo la que lo informó de la fiesta! que conste!
Además el petardo se dejó la primera temporada en la playa... Y me he tenido que buscar la vida por otros medios...
Un besico, Adrián.
¿Un armario? Venga ya... ¡En mi casa hay tres! Mi madre y yo adoramos los disfraces hasta un punto casi enfermizo. Seguro que te lo pasarías genial en esa fiesta. Es una idea envidiable :D
Bueno bueno, ni punto de comparación, eh? ;)
Ein? Comparación? con qué? Me he perdido.
Mmmmm... es que hace un par de días leí otro artículo sobre esa fiesta, firmado por nosequién y nosequién. Y digo que ni punto de comparación, que me ha gustado más el tuyo. Pero very very :P
Ah! Ok! Sé a qué te refieres, jajaja. Muchas gracias, corazón.
A mandar :D
Pues yo que quieres que te diga, no fui a la fiesta, pero he visto las fotos y la indumentaria me pareció, salvo algunas excepciones muy loables, algo cutre.
Además,había mucha gente sin caracterizar.
He visto las tres temporadas de Mad Men y creo que el estilismo es más sesentero que cincuentero.
Pero reconozco que la idea es buenísima, y que para ser la primera vez, estuvo muy bien.
Por cierto, vivan las curvas de la Hendricks!
Sí, lo de los 50 es un gazapillo mío hecho casi a propósito, para darle más dramatismo a lo de que yo fuera vestida del 68 ;) que en la última temporada van ya por el año 65...
Sí es verdad que había mucha gente que no se disfrazó ni lo intentó si quiera... y es una pena.
Tú harías una Joan Holloway estupenda, vecina. Versión refinada y menos putón, claro, tú me entiendes, jaja.
pd. nosaper... sape!
Y más delgada! jajaja
Ay, sí, claro! que la Hendricks está jamona, jamona y mi vecina tiene un tipín. Yo lo decía por lo sexy que son las curvas...
Yo me pido a Cooper.. por lo de Japón y tal, jejeje....
Ayyyyy, esa Joannie que tengo en casa versión Incosol, ñam, ñam!!!!!!
Yo me veo muy Peggy Olson.
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