Blanca y radiante iba la novia, pero no me refiero al día de la boda sino al de la despedida de soltera, que fue el pasado sábado. Ella de blanco, nosotras de negro. Con antenitas de corazón y un collar de perlas nosotras, ella con tiara, alas de hada, varita mágica, banda a la novia con más glamour y aliviada de que no la hubiéramos disfrazado de nada cruel. Sería sin embargo una despedida de soltera distinta. Siete mujeres de edades comprendidas entre los 23 y los 58 años conformaban el cortejo. Que es que iban la hermana, la madre, la suegra, la tía, las cuñás y la madre de la cuñá. Échale guindas, que nos faltó la abuela.
La fiesta comenzó al salir del céntrico garaje donde aparcamos los coches. Justo en la entrada, una limusina más grande y más hortera que donde las hacen, todo larga, blanca y con luces azules, nos esperaba con las puertas abiertas. A la novia se le saltaban las lágrimas mientras daba saltitos de alegría. Yo que creía que el sueño de su vida era casarse con mi hermano, pues resulta que no, que era montarse en un trasto de éstos. Dentro, los sillones de cuero negro, las luces cambiantes fosforitas, dos televisores con videoclips de música cañera y ocho copicas de champán aguardaban a las ocho culonas revolucionadas. ¡Lo que dio de sí la hora que la tuvimos a nuestra disposición para deambular por el centro y gritar ordinarieces por la ventana! Una pena que la noche coincidiera con la final de la Champions, que hizo que hubiera pocos hombres a los que jalear, si eso algún bohemio gafapasta con novia pegá, algún pringao que saludaba ruborizado y por supuesto, la policía que custodiaba a La Cibeles y a Neptuno. “¡Cómo está el cuerpo!” Pa habernos arrestao.
La fiesta comenzó al salir del céntrico garaje donde aparcamos los coches. Justo en la entrada, una limusina más grande y más hortera que donde las hacen, todo larga, blanca y con luces azules, nos esperaba con las puertas abiertas. A la novia se le saltaban las lágrimas mientras daba saltitos de alegría. Yo que creía que el sueño de su vida era casarse con mi hermano, pues resulta que no, que era montarse en un trasto de éstos. Dentro, los sillones de cuero negro, las luces cambiantes fosforitas, dos televisores con videoclips de música cañera y ocho copicas de champán aguardaban a las ocho culonas revolucionadas. ¡Lo que dio de sí la hora que la tuvimos a nuestra disposición para deambular por el centro y gritar ordinarieces por la ventana! Una pena que la noche coincidiera con la final de la Champions, que hizo que hubiera pocos hombres a los que jalear, si eso algún bohemio gafapasta con novia pegá, algún pringao que saludaba ruborizado y por supuesto, la policía que custodiaba a La Cibeles y a Neptuno. “¡Cómo está el cuerpo!” Pa habernos arrestao.
La tournée acabó en (la) Gran Vía, a las puertas del restaurante donde cenaríamos. Mientras esperábamos para entrar observábamos a la peña que allí se agolpaba. Salían del garito mayoritariamente despedidas de solteras de chicas, algunas con atuendos humillantes. Apareció un grupo de sevillanos feítos ataviados con camisetas rojas que ofrecían amor verdadero en estos tiempos difíciles: “Por la crisis follo gratis”. El único guapo era el novio, cómo no, del que yo me enamoré locamente: “¿Por qué te casas tú y no otro?”-se me escapó. “Morena, que toavía no me he cazao, ¿dónde va a ehtar luego?” “Puede que por Huertas” “¿Muerta? Tampoco é pa ponerze azí, mi arma”. Mardita zea mi zuerte, pensé. También apareció por allí nuestro Ginés García Millán, que muy sonriente se hizo una foto con la novia, a la que felicitó por casarse con un murciano.
Por fin entramos al Gula Gula y eso, como decimos los murcianos, es un disparate. Aunque llamativo y peculiar, tiene un ambiente acogedor, la cena es deliciosa, los semi-desnudos camareros son amabilísimos y las despampanantes drags son la monda. Me encantaría volver con mis chicas, a ver si pilláramos el espectáculo llamado “Pelota Picada”.
Durante la cena, como es habitual, obsequiamos a la novia con distintos jugueticos eróticos: pintura corporal de chocolate, aceites de masajes, un conjunto de ropa interior, y mi favorito: un set de viaje de geisha, que incluía más aceites afrodisíacos (“orgía de uvas” se llamaba uno), unos polvitos de miel con unas plumitas para extenderlos y ¡atención! la crema orgásmica “Jardín secreto”, que alguna de la troupe intentó arrebatarle en un ataque de envidia.
Al final a Huertas ni muertas, que media Italia había copado el centro de Madrid y nos fue imposible siquiera acercarnos a tomarnos la última. Decidimos volver al garaje dando un paseo por la capi, y bajo la luz de la luna nos comprometimos a hacer una locura de éstas cada año. No sé si repetiremos limo o restaurante, lo que si cae seguro es un tapper-sex, que de probar el “Jardín Secreto” nos hemos quedao con ganas más de una.
23 comentarios:
Sublime la escena del sevillano, me ha arrancado la primera carcajada del día!!!
A tus pies Conch ;)
Muchas gracias, bonica.
Ánimo con lo tuyo.
Muax!
Horteradas, horteradas y más horteradas. Las despedidas de soltero/a son la mayor tontuna que jamás haya existido junto con la baba de caracol. Yo, por supuesto, jamás participaría en una. Jamás. Porque soy demasiado excelente como para rebajarme a eso. Salvo si la despedida de soltero incluye casa rural, paintball, botellón, feria de Albacete, el novio disfrazado de toro, los amigos de Sanfermines, mojitos a puntapala... en ese caso sí que me apuntaría.
Ay...
Si es que todo eso ya sucedió.
Jajajaja. Ay.
Yo una despedida en casa rural también he hecho, y en Granada y en Alicante, y con la novia vestida de faralaes, o de china o una doble que hicimos que las vestimos de Zipi y Zape... pero sí, una horterada, y además se lo pasa uno fatal.
A las pruebas me remito:
http://bitterconch.blogspot.com/2009/10/en-medio-de-una-despedida-de-soltera.html
http://bitterconch.blogspot.com/2009/10/despedida-de-soltera-2.html
(Como es mi blog, el autobombo está incluido)
De nada flor, es un placer pasarme por aquí :)
¡Lo que me he reído, por Dios!
¡Ay! ¿qué vamos a hacer cuando el murcianico dé el "Sí, quiero"...?
Voy a buscar lo del "Jardín secreto" para regalárselo a algún compañero (barra, compañera) ... A ver si se les alegra el carácter... ;)
Gracias, Anavmor.
Que qué vamos a hacer? Nosotros nada! Que ellos lo disfruten, pijo.
Ah, y el Jardín secreto es sólo para chicas, lo que es, mayormente, yo me lo guiso yo me lo como...
Gracias por arrojarme luz...
Me he informado:
Una crema especialmente concebida para aumentar la sensibilidad del XXX de la mujer.
Al aplicarla suavemente sobre el XXX mediante un suave masaje, notarás una sensación de frío y calor que significa que el producto está actuando eficazmente.
Muy divertido para el juego de XXX XXX de la pareja, ya que el contraste de temperaturas y sensaciones es todo un complemento dentro de la cosmética erótica.
Conch, eres mi idolo, aquí nos has alegrado la mañana del lunes... aquí murcius está que se sube por las paredes, pero ya hacemos nosotros por sentarlo en la silla! Besos!
No seáis malos y dejad al chiquillo tranquilo y... ¡Poneos a trabajar, pijo!
Besicos!
¿Y para los muchachos qué productos hay? ¿Alguna recomendación?
Mi recomendación es que te pases por la sexshop de al lao del Cine Rex...
Ni siquiera conocía su existencia... pero me da vergüenza entrar :)
Así no vamos a ninguna parte, amigo.
Hablaré con un colega esta tarde pa que me pase una web donde él consigue todos sus jugueticos, así desde la intimidad de tu hogar, sin intermediarios... jajaja.
Te imagino poniendo tus caras en el Gula-Gula, jaja
Besos vecina
¿Qué caras? jajajaja Atí la vecina, qué paya :)
Cucha, Jan, la web que necesitas es www.maesen.com. Recomendada por un amigo mío experto.
Besicos de martes.
Oys... pero, cucha, que no iba yo tan en serio ¿eh? Además, lo que yo necesito para paliar mi desertización amorística no es eso. :P
Y qué es lo que necesitas tú? No le ibas a pedir matrimonio a una hace poco? Qué pasó?
Tenía otras prioridades, supongo. Nada, a otra cosa (mariposa). Eso no es lo que me preocupa ahora, si no que me via quedar sin vacaciones parte de Julio :(
Como yo. Me voy a tener que dejar la playa para los domingos.
La playa es un rollo, y más los domingos. Prefiero los picnic montañescos, montar a caballo, disparar con arco... y si tiene que ser playa, entonces que sea en un lugar desierto. Ni un alma. Me tengo que pensar viaje par Agosto.
A mí la playa me encanta, sea como sea y casi que cuando sea, si eso en febrero no, pero bueno.
Yo estoy en lo mismo que tú, buscando viajeS para Agosto.
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