Entramos tarde, que se estaba muy bien en La Corra, hinchándonos a cañas y calentando motores, hablando con gente venida de toda España que te aseguraba que el concierto de The Prodigy sería el mejor de nuestras vidas.
Las primeras que vimos, por capricho mío, las Those Dancing Days. Unas suecas más bonicas... sacadas del mismo molde que la Pippi Langstrumpf. Mucho tío vi por allí disfrutando más de los mini shorts que llevaba la cabrona de la cantante que de las canciones tan happy clappy. Os pongo algunas: Home Sweet Home, Run Run y mi favorita: Hitten, por lo pegadiza y por la pedazo letraca que tiene. Estuvieron marchosísimas, la única mini decepción, si eso: que la cantante llevara el pelo recogido, jaja.
Corriendo, corriendo y sin poder verlas terminar fuimos a coger sitio para ver a la que fue la gran sorpresa de este festival: Duffy
Duffy aparece en la oscuridad cantando Rockferry y a mí me da la impresión de que la Fica se silencia... o yo quedo himnotizada por la galesa esta que, sin esperarlo, ha alcanzado el nivel de diva del soul. Otra que lleva unos shorts que a cualquiera de nosotras nos hubieran hecho una desgraciada, y su pelo rubio cardado. Su único movimiento es un sutil chasquido a modo de diapasón, lo demás sale de su garganta. El cámara se centra en sus piernas, que ni en las canciones más marchosas (Rain on your parade, por ejemplo) hace la tía el mínimo movimiento medio atrevido de baile. La Duffy ésta es más pasota que la vida. Pero bueno, ya estábamos ahí nosotros pa desgañitarnos y bailar desenfrenadamente por ella.
En el periódico la pusieron verde y muchos asistentes al festival también, que si no pegaba y tal, que es más carne de auditorio y que vaya una petarda. A mí me encantó y lo digo como lo siento, supongo que me gusta su música y no veo más allá, no sé. Y que venga otra vez, pijo, a volver a tocarme la fibrica con Warwick Avenue (snif!) y I'm scared, pedazo temazo.
Tras ella, sólo quedó lo que yo entiendo como la esencia de los festivales de este tipo (os habla la experta) que es disfrutar de los amigos, de una copica, de algo de comida rara, de hacer un poquillo de people watching y echarle el ojo a alguno que otro que esté medio aseado... mientras vas de un escenario a otro, te cruzas con media Murcia teniendo como fondo la mayor variedad de música en directo que se puede juntar en una noche.
2 comentarios:
Pues fíjate que sin haber pensado siquiera pasar por este festival con nombre de arroz, nos has dado un paseo muy wapo por él. Y es que mucha de esta música no me dice nada, pero tienes gracia contando cosas. Y sonriendo.
Kaiser
Gracias, Kaiser, cuánto tiempo.
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