Deseando que llegue Julio

Cierto es que, a excepción de mi cumpleaños, nada tiene fecha. Ni la plaza, ni mi apartamento (llevan desde enero diciéndome que le queda un mes) y mucho menos el amor… sin embargo, esperar e ilusionarse con fechas o momentos futuros es gratis y no duele.

Yo hace tiempo que dejé de buscar el amor, porque, lo digo mucho, hace años aprendí que no puedes obligar a nadie a que te quiera (qué fácil decirlo pero cómo cuesta acordarse de esa máxima a veces, eh?). Ahora espero, no encontrar el amor, sino que el amor me encuentre a mí y ser, por fin, una princesa (o una sirena, o Cleopatra, o Julieta)… que ya va siendo hora, pijo, que me lo merezco, que ya llega un momento que una está hasta los huevos de ser moderna, como dice mi Silvina. "Me he divertido / he visto tantos capullos / que ahora prefiero esperar mi rosal".

Y creo además que para este verano estaré, como dice Antonio Rentero, perfectamente situada en posición para que el amor me halle.

Una vez sea el amor bienhallado: el equilibrio. Mi amigo y casi hermano Sergi me dijo una vez que en las relaciones hay que llevar el 50%-50% y si eso, en ocasiones, pasarse al 75% para luego volver a tu 50 y cuánta razón tiene. Mis dos últimas relaciones fallaron por una cuestión de desequilibrio en los porcentajes, una vez para un lado y la otra, para el otro.

Si bien al amar abierta y públicamente mostramos cierta debilidad (cosa que no es tan tremenda), y cambia nuestro orden de prioridades en la vida, no creo que haya que llegar a poner al otro por delante de nosotros, ni nada, nunca, por delante de nosotros. En palabras de mi santa madre, lo primero de todo eres tú, luego tú, después tú y lo que quede para ti. Es más, volviendo al concepto de posición y disposición, estoy segura de que no se puede amar completamente si no eres antes una persona completa. Que luego llega el menosprecio, la subestimación y lo que es peor, la anulación.

Lo hablaba también con Sushi hace poco: se trata de acomodarte y acompasarte con el ritmo de la otra persona, y la otra persona con el tuyo, de ser un 1+1=1 al cuadrado, de ser cómplices, de risas, de entenderse, de compartir, de estar al mismo nivel al fin y al cabo… y de todas esas cosas.

“El desprendimiento extremo de nuestro yo anteponiendo el afán de conservar la vida de otra persona” es un error, Rentero. Luego llega un momento, cuando el otro se harta de que ya no seas tú, cuando ya no te encuentra porque te has desprendido de la persona que eras... que te abandonará, y con razón, porque no encontrará en ti a la persona de la que se enamoró un día. Y entonces ahí te quedas, desprendido de tu ser, desprendido del objeto de tu afecto y desprendido de todo… y con la dura misión de reconstruirte, con todo lo que eso conlleva.

Como ya dije en mi MEME: me siento completa, y por lo tanto en posición y dispuesta a recibir el amor y por eso mismo, le pongo fecha. Estoy deseando que llegue Julio. Hala.