Fue el lunes por la noche, cuando de repente recibí un mensaje alarmante de mi amiga P, que sin querer me rescataba de mi montaña de trabajo. “Conch, por favor, pon la tele”. ¿Qué sería? Qué intriga, madre mía, que mientras le daba a los trescientos botones de los mil mandos que tengo (estas teles de ahora) y esperaba a que se cargara, no puede evitar asomarme a twitter a ver qué es lo que ocurría. “No puede ser verdad” decían muchos. “Qué país, hasta dónde hemos llegado”.
Por fin a la tele le apeteció encenderse y lo vi con mis propios ojos que no se atrevían ni a pestañear. Ante mí tenía “Quien quiere casarse con mi hijo”, probablemente el programa más impresentable e inaudito de la historia de la televisión. Cinco zamarros a cada cual más especial, que junto a sus señoras madres salen en búsqueda de la mujer u hombre de su vida. Ni qué decir tiene que es un “Mujeres, hombres y viceversa” mezclado con el magazine de la mañana. Algo así como “Mami, vente al Plaza 3 y ayúdame a buscarme una chuqui”.
Así, quitando al informático virgen y al gay risueño, que me cayeron medio bien y en ocasiones hasta me dieron cierta pena, quedaban tres candidatos cachocarnes a los que perfectamente te puedes encontrar por los bares de Murcia: Un químico de día, stripper y fucker de noche que va de raza superior, (pero que dice “haiga” en vez de “haya”); un modelo estudiante de veintisiete años aficionado a vestir camisetas de tirantes con escote; y por último, un pijazo repeinao de los de chaqueta de terciopelo de tan solo cuarenta y cinco palos el nenico. Escalofríos siento nada más recordarlos.
Cuando se lo conté a mi amiga A, periodista cartagenera afincada en Londres, no salía de su asombro. Ella, acostumbrada a una televisión de calidad, pensó que unos pringados de tal calibre serían el hazmerreir al día siguiente. Nada más lejos. Tuve que explicarle que este país no funciona así. Que estos payos se convertirán en héroes, y nosotras seremos las raras, y así quedó demostrado en el primer programa, que barrió los índices de audiencia.
Y qué decir de las candidatas a novia. Unas artistas, que habría dicho mi abuelo. Chonis poligoneras, operadas, tronistas, tatuadas, perforadas, hasta una gótica tanato-esteticista, modernas, ninfómanas, vedettes, cazatalentos y alguna sin la ESO... El orgullo de España y, como decía, nosotras seguimos siendo las raras.
Aun así, lo peor eran las suegras. Miedo daban. Decía Joaquín Reyes, al que fui a ver hace poco al Teatro Circo de Murcia, que las madres son mujeres que han desarrollado el don de cansinez. Yo voy más allá. En la búsqueda de una esposa para sus retoños, una suegra se vuelve dañina y neurótica. Les brillan los ojos de una manera diferente y esta angustia que sufren porque su churumbel se vaya con una cualquiera no lo suficiente buena a sus ojos las asalvaja. Guerra tácita de mujeres contra mujeres. Hijos marionetas que siguen unos consejos dignos de antología: “A mí el que sea una golfa me da igual”. Y eso sin mencionar los comentarios clasistas o racistas, que ya bastante los están repitiendo los programas de zapping y el youtube.
Pienso sin embargo grabarme el programa mañana para ponérselo a quien me pregunte una vez más por qué no tengo novio. No sólo por la muestra de zamarros de España (¡ole!), sino también por sus señoras madres. Quedo entonces angustiada y desesperanzada. No era ya difícil encontrar un tío en condiciones, que cuando lo encontremos habrá que pasar la prueba de la suegra. El viernes que viene mismo me he apuntado a un curso de cocina.
9 comentarios:
Muy bueno Conchita :-)))
¡esa "gente" no es real!, (no puede serlo)
Gracias, chicos!
Cuaren, una amiga mía no paraba de decir eso mismo, que no podía ser, que si eran actores. Yo con la tanato-esteticista tengo mis dudas.
Muerto me quedo, no conocía (afortunadamente)este "programa", esto se hunde.
Pues esta noche no te lo pierdas.
Y ten fe, con gente que piensa como nosotros, esto no se hunde :)
Querida Conch! No te puedo creer! Durante mi estadía en España le agarré cierto repelús a cadenas como Telecinco pero esto!!! Esto es insólito!!! Nada de deprimirse ante semejantes especímenes, a veces simplemente no son más que marionetas detrás de un gran montaje televisivo! Vos sos auténtica! Con que claridad desarrollás un tema con tantos matices como este! Pero que sería el mundo sin estos personajes?Yo lo que sé es que desde que no caigo en obsesiones absurdas con tipos que no me dan bola me aburro mucho. Ni hablar los domingos lluviosos...ya no tengo aflicción para entretenerme, no me queda otra que hacer tortas fritas y mate con cascaritas de naranja jaja. Un beso desde Argentina para vos y mi querida Murcia, Marcela
Querida Marcela, esto es así. Y sabes lo peor? Que estoy deseando que empiece el programa, en 10 minutoooosss!!!
Pero sí, lo de la tele en este país es acojonante. Y ahora con los recortes van a quitar un par de series, "sálvame" y sucedáneos hay en varios formatos y a varias horas... Es una mezcla entre el público que hay... y lo que nos obligan a ver, que es, sinceramente, lo que más me preocupa. Que nos hagan creer que lo que vemos es lo normal, o peor, que es ACEPTABLE.
En fin, reflexiones mías...
Muchas gracias por el comment, bonica!
Magnífico post. Tienes mucha razón, tenemos una televisión esperpentica, pero... tú misma lo confiesas en último comentario... lo peor es que incluso tú, que te creo muy por encima de la telebasura, estás deseando que empiece el programa. Es lo que tienen los reality shows. Por eso los emiten.
Afortunadamente, hay quien tras ver el programa queda libre para escribir post como el que tú has escrito. Pero también hay quien no.
Por favor, sigue escribiendo.
Gracias, Pecera.
Sí, lo vi, porque habría sido raro no verlo tras haber hablado de ello, no? Además, que no se me caen los anillos por reconocerlo: es un programa que me provoca tantas reacciones tan diversas que me entretiene muchísimo. No como cualquier otro ejemplo que me quieras dar. "Gran Hermano", "Sálvame" y similares me aburren y no me aportan nada. "Mujeres, hombres y viceversa" directamente me indigna.
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