domingo, 19 de febrero de 2012

Afrodisíacos


“Lo tuyo ya es masoquismo”, me dijo Alberto cuando me vio entrar por la puerta dispuesta a realizar mi enésimo curso allí. No sólo por aquello que os conté de prepararme para, con el tiempo, ser la nuera ideal para la suegra más tiquismiquis, que también lo mío, lo confieso, es en parte algo de vicio. Pero es que no lo puedo evitar, es saber de ellos y tengo que apuntarme. Y sí, ¿qué pasa? Igual que hay gente que hace macramé, y otros esgrima, yo disfruto haciendo cursos de cocina.

Los cursos de los que hablo tienen lugar en el Centro de Cualificación Turística, donde un par de veces al año se organizan unas Jornadas de Puertas Abiertas a las que podemos ir la gente de a pie. Por tan sólo doce euros se disfruta de cuatro horicas entretenidas entre fogones y de la degustación posterior de aquellos manjares que hayamos elaborado. Hasta la fecha he ido allí para un curso de tapas, otro de cocina vegetariana, otro de ensaladas y el último uno de japonesa. La temática, como veis, es de lo más variada, pero esta vez el motivo de este curso estaba cantado. Siendo febrero el mes que es, no era de extrañar que organizaran no uno, sino dos cursos con motivo de San Valentín: Cocina afrodisíaca y Menús para Enamorar. Comprenderéis que no podía perdérmelos.

Fui seleccionada para hacer el de Cocina afrodisíaca con mi chef de cabecera Alberto Hernando y también lo fue I, amiga desde la carrera y profe de inglés como yo. Que conste en acta que no era, pues no es nunca, nuestra intención la de ligar en el curso como mucha gente cree que hacemos, pero no os imagináis el chascazo cuando comprobamos que nuestro curso estaba lleno de mujeres y el de al lado de hombres. Un poco de compensación la próxima vez, señores del CCT, que aunque no fuera para pillar, un curso así a algo de cachondeíto del sano se prestaba. Y sí, es cierto que la explicación previa a ponernos con las manos en la masa estuvo de lo más interesante y divertida, pero estoy segura de que habría sido más guay si la charla hubiese sido mixta. Que si el término afrodisíaco, utilizado para denominar cualquier cosa que estimule el deseo sexual, proviene de Afrodita, diosa del amor, la fecundidad y la energía primaveral, y que si tal o tal marisco, o tal o tal verdura pone o no pone. Ciertamente curioso, pero los otros tenían vino, gominolas y hasta respondieron a un test gastro-erótico. Estaban cocinando con una mano y con la otra sostenían una copa entre risas. Y mientras I y yo preparando nuestra “Ensalada del Paraíso” y debatiendo si empinar el codo con la botella de amaretto que teníamos para elaborar el aliño. “¿Menús para enamorar? Qué va, estos son para follar”, escuché a uno decirle a otro con la risica y con el codo. Que es que resultó que su curso era especial, de algo llamado cocinoterapia, que consiste básicamente en cocinar con buen rollo. Y tanto.

De repente… “No puedo más”, dijo I, y ni corta ni perezosa se escaqueó dejando la brunoise a medio para colarse en el curso de al lado, a hacer amigos. Enseguida, no esperaba menos de ella, volvió con dos copas de vino y con dos chicarrones encantados con su secuestro y de haberse conocido. “Nosotros probaremos vuestra ensalada si vosotras probáis nuestro canelón”. ¿Perdona?

Veinte recetas y varias copas de vino después acabamos nuestro curso degustando nuestras obras maestras. Y es verdad que estaba todo delicioso, pero no sé si serían las almejas, el vino, los peta zetas o los efectos de la mismísima Afrodita, que acabamos haciendo una fusión de grupos y todos probamos los platos de todos. ¡Viva el amor!

Ahora me toca encontrar una víctima para poner mis conocimientos en práctica. Si hay algún voluntario, por favor, que no se le olvide el vino. Yipi.

2 comentarios:

Miguel Egea dijo...

que casualidad... no soy un bloguero habitual... pero yo estaba en el curso de al lado. No fuí de los de los canelones...pero he de reconocer que los solteros del otro lao pensamos exactamente lo mismo :-). Enhorabuena por tu redacción, las cosas además de contarlas... hay que darles punto..

Conch dijo...

Muchas gracias, Miguel. A ver si coincidiéramos en otro curso :)

Saludos.