domingo, 19 de septiembre de 2010

Lo siento

De repente me sale un “Lo siento”. En plan letrero de neón, es mi único pensamiento, junto con la idea de pasarme el día dándome coscorrones contra la pared. Y no debería, que por un beso no se debe pedir perdón.

Fui yo la que se lo dio. Me lancé al despedirnos en mi portal y él me correspondió de una manera escueta, tímida, casi cerrada e imperceptible. Diría que… educada. “Buenas noches” me dijo. “Buenas noches” le contesté yo, y ni nos miramos a la cara. Nos dimos la vuelta y seguimos nuestros caminos. Y al principio, al introducir la llave en la cerradura del portal, sonreía, porque además me dio la impresión de que él también se había marchado con una sonrisa en los labios. Pero enseguida pensé que a lo mejor no debía sentirme feliz porque... ¿Me había hecho la cobra? Una cobra de amigos, discreta, pero cobra al fin y al cabo. Y eso fue lo primero que pensé, que por respeto a nuestra amistad no quiso corresponderme con un besazo de película porque “preferirá que nos lo tomemos con calma”. Pero enseguida, así, en el ascensor de mi casa, me vino una iluminación, como un jarro de agua fría.

Que parece que no aprendo. Que ya soy mayorcita y tiendo a olvidarme de que ya no existen los cuentos de hadas. No quería besarme. Me rechazó. No le gusto y punto. Interpreté mal las señales que me enviaba, o lo que yo creí que eran señales. Que vamos de niñas índigo por la vida, viendo cosas donde no las hay, leyendo entre líneas, interpretando palabras, gestos, miradas, ojicos, perdiendo el tiempo releyendo mensajes de móvil, consultando a las amigas. Que menudas películas de Oscar nos montamos las mujeres con na, inevitablemente. Que, por muy duras, modernas y liberadas que seamos, tarde o temprano, tal y como están las cosas hoy en día, no podemos evitar hacernos ilusiones en el momento que conocemos a alguien medianamente apañao que nos sigue un poco el rollo y parece disfrutar con nuestra presencia. No podemos evitar desear lo ideal: que no se quede la cosa en una simple amistad, sino que, además de caerle genial a un tío, le gustemos, y si eso, empecemos algo. Pero lo ideal, en la vida real, raras veces ocurre. O por lo menos, a mí, no me ocurre nunca.

Lo siento, amigo. Me precipité. Confundí las cosas.

Entonces, más tarde, hablando con otro amigo, decido, porque sí, darle la vuelta a la situación. Se acabó el bajón y vuelvo a tener dignidad. Se puso a contarme la historia de uno que salió por patas tras haber estado un mes saliendo con una chica. Que empezó a percibir que la tía quería tener una relación seria (otro que iba de niño índigo). “Si es que, cómo sois las mujeres, quedáis con un tío seis o siete veces y ya os creéis que estáis empezando algo” ¿Peeerdona? ¿Cuántas veces has dicho? Yo si quedo con un tío siete veces, espero o un octavo encuentro o una explicación. Y si una octava cita no significa que algo está empezando ¿cómo empiezan entonces las parejas? Que está visto que nosotras tenemos flojo el cable peliculero, pero es que vosotros sois unos cobardes y unos mierdasecas. Si no queréis nada con nosotras, no nos toquéis la fibra. No nos contestéis a los mensajes, ni nos pongáis apelativos cariñosos, que esas cosas confunden. Ni quedéis con nosotras, ni nos riáis las gracias, ni nos acompañéis a casa si al final todo se va a quedar en una pérdida de tiempo y esfuerzo.

Yo me propongo no montarme más películas, pero vosotros no nos toméis más el pelo. Me quedo en casa con mi gato y mis geranios a veros venir, si es que de verdad queréis venir, que me tenéis harta. ¿Lo siento? Qué pijo.

16 comentarios:

Anónimo dijo...

Totalmente de acuerdo, Conch... Que te llamen "ma louloute" que te digan que dejes el cepillo de dientes en su casa y que te aprendas muy bien el camino porque este invierno vais a pasar muchos fines de semana en ella... que te repitan ochenta y ocho veces que "me encantas" y que luego, a la primera indagación que haces resulte que tienen una vida paralela... y encima se enfaden si decides ser coherente y retirarte del mapa... Eso es ser un hombre, SÍ SEÑOR!!! No sé si quedarán, tía, no lo sé...

Conch dijo...

Ay, Brioche, menudo cabrón el del louloute (whatever that means!)...

Y pensar que no es el único...

Anónimo dijo...

Nos estais poniendo bonicos...

...pues a mí ya no me puedes meter en ese saco porque he subido de nivel y tengo un testigo. Una testigo, quicir.

Con respecto a los demás, esos que prometen Taj Majahles y reinos de felicidad cuando en realidad quieren decir 'sexo'... pues una palá de mierda pa cada uno.

(Y sin embargo, al ser hombre, me solidarizo con su causa :P)

Conch dijo...

¿Qué quiere decir eso de que has subido de nivel? ¿te has formalizao con una chuqui, Jan?

Y por otra parte, lo de querer decir sexo no está mal pero ¡que lo digan! Las cosicas claras.

¡No más películas! No more movies.

fiona dijo...

Yo llevo tiempo intentando no hacerme películas, pero lo que cuesta...¬¬

Antonio Rentero dijo...

Y yo que creía que cuando eso nos lo hacéis a nosotros lo de olvidar y seguir palante con la cabeza bien alta pensando "otra encontraré" era desconsiderado hacia el género femenino...

Sobre las películas de Oscar, como decía la gran Mamen que desde el Cielo nos protege al hablar de los SMS o mails o comentarios de los maromos: "analicemos estas palabras sintáctica, morfológica y neuróticamente" ;-)

Antonio Rentero dijo...

Mesolvidaba, todo esto pasa por no hablar claro y por hacerse ilusiones, pero a pesar de los desengaños creo que nunca hay que tirar la toalla, hasta el último momento todo sigue en marcha y puedo atestiguar que esto es como el Marathon, solo cruza la meta el que se patea los 42 kilómetros y 195 metros. Si esos últimos y ridiculos 195 metros te los saltas pues no has terminado el Marathon.

Paciencia...

Anónimo dijo...

No more movies, me encanta!!!

Eso es, tíos, hablad claro y no nos contéis peliiiiisssss (y menos aún, francesas, que Alain Delon lo hacía mejor que vosotros)

PS: louloute means algo así como cariñín... puaj!!!

Conch dijo...

Antonio, yo creo que, en general, las mujeres, somos más sinceras... en general (no 100% :)).

La gran Mamen era una sabia, utilizaré su frase, si ud. me lo permite.

Y lo de no tirar la toalla... buff! después de este post... y que ya tengo mi punto de mira apuntando para otro lado ;) Aquí el que no corre vuela!

No more movies, Brioche, ¿nos hacemos una camiseta?

Antonio Rentero dijo...

Por favor, úsa la frase y difúndela, y si quieres más inspiración mamenística nos queda el legado de su blog "Mi mundo de piruleta"

http://mamenblaya.blogspot.com/

Y esa es mi Conch, la que viste su sonrisa de verde y lanza sus ojos sobre el siguiente incauto ;-)

Antonio Rentero dijo...

Por cierto, atención especial a su inolvidable disección de "La chica Amelie":

http://mamenblaya.blogspot.com/2008/06/la-chica-amelie.html

Conch dijo...

"Y esa es mi Conch, la que viste su sonrisa de verde y lanza sus ojos sobre el siguiente incauto" jajajaja, animalicos!

Pero no me veo yo muy Amelie... no? A pesar de que me guste la peli y haber estudiado filología... Yo soy más Julia Roberts, por lo menos ahora me gusta pensar así :) (Especialmente en Notting Hill, que no en Pretty Woman, ojo!)

Efectivamente, deliciosa y muy sabia la teoría de las chicas Amelie.

Antonio Rentero dijo...

No, no te veo yo nada Amelie... si me apuras podrías ser una interesante versión femenina del personaje de John Cusack en "Alta fidelidad" ;-)

Conch dijo...

TOTALMENTE DE ACUERDO! Has dado en el clavo, amigo. Igualica pero sin tienda de discos.

Qué obsesión con esa novela el septiembre pasado, que escribí lo menos cuatro posts dándole vueltas... Cuando la conclusión final era que Al Green (verde tenía que ser), al que vi en concierto hace 2 años, era el culpable de todo esto.

http://www.youtube.com/watch?v=MVzYxqG9N1c&feature=related

Antonio Rentero dijo...

Qué malo es conocerse ;-)

Anónimo dijo...

Camiseta YA