¡Mirad lo que acabo de descubrir!
La revista Mujer hoy hablaba este finde de las iguanas en una especie de guía de mascotas:
"Hoy ya no sorprende que alguno de nuestros conocidos comparta su vida con una iguana, un camaleón o, incluso, una boa. Tener estos animales en casa como mascotas está regulado, puesto que en muchos casos se trata de especies protegidas y, por lo tanto, su captura está prohibida. Para adquirirlos deberemos acudir a un establecimiento autorizado y escuchar las indicaciones en cuanto a alimentación, higiene y habitáculo. Asimismo, debemos ser especialmente cautos en el proceso de hibernación. Lo mejor es tener un terrario para que el animal no se escape."
Jajajajajaja.
Tú que eres? Iguana, camaleón o boa?
Anécdota: Me acuerdo de una amiga que hace años vivía en la Plaza Belluga y tenía una iguana llamada Manuela a la que le daba por escaparse saltando por la ventana y quedarse enganchada a los árboles que hay a la altura de la Mejillonera...
7 comentarios:
Ya lo habíamos avisado, antes de escoger cualquier ser vivo para que nos haga compañia... debemos preguntarnos si somos capaces de hacerlo. Y es que algunos... ni con iguanas, boas o serpientes
Hay gente que no controla, que a pesar de conocer todas las circunstancias, a pesar de leer todas las advertencias, a pesar de que la iguana se levante, les hable e intente pararles los pies... no aprenden y siguen adelante con la compra. Es ese exotismo que posee la iguana, la belleza, la curiosidad, el capricho...
Luego, a la hora del abandono... ni le hacen una visitica en el cayo donde la dejaron...
Vuelvo a reflexionar sobre esto... qué mal.
Me estoy liando con la iguana.
Ya no se si me da lástima o cagarme en la hora que la compré....
Me lo voy a tener que hacer mirar
Te estas liando con ella? jajaja. Eso está bien! En eso consiste!
Lo importante es que, una vez hayas tomado la decisión de comprarla, sabiendo que te metías en camisas de 11 baras y que la vida con ella iba a ser complicada, que las cosas no iban a ser tan guays como pintaban al principio... mantengas esa decisión y no la abandones sin darle explicaciones.
Vale, Varas, con V. Lapsus.
Las iguanas no quieren dar pena, quieren recibir lo que dan. Que es exactamente lo que les promenten cuando las compran, y es exactamente lo que le quitan cuando la abandonan.
Ahí le has dao, hermana.
Qué menos que un pelín de reciprocidad, colega.
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