viernes, 20 de marzo de 2009

Entre tú y yo no hay nada


Mi amiga A fue invitada a una fiesta por el chico con el que estaba liándose desde hacía dos meses. El día antes de la fiesta A le preguntó si seguía en pie. "Bueno, mañana te lo digo seguro". Pero él nunca la llamó. Dos días después A se enteró de que el tío sí había ido a la fiesta. Mi amiga dejó entonces de hablarle. El tío entonces se extrañó. "Pues tú verás" le dijo mi amiga. Respuesta del tío: "Es que tú y yo no tenemos nada... y además, si nos liamos es porque tú lo buscaste".

Mi amiga B se liaba con C cada vez que lo veía durante cuatro meses. Un día de estos que vas de tranki se lo encontró en un bar. Al ratico B decidió irse a su casa justo cuando C también, así que se fueron juntos. Era la primera vez que C acompañaba a B a su casa y también la primera vez que, al no haber copas y música por medio, no iban cogidos de la mano ni de la cintura, parándose en cada esquina para darse mil besos... y tan sólo hacía tres días del último encuentro. Al llegar al portal B, aunque mosqueada, intentó darle un beso. Él le quitó la cara y le dijo: "Tú y yo somos amigos".

Mi amiga D conoció a E recién salido de una relación de mil años. E reconoció estar en una etapa de pindongueo. A D le pareció bien. Seis meses después de quedar en casa de D una o dos veces al mes, D le propuso (con miedo, por lo bajini) quedar como lo hacen las personas normales, en un bar y eso, a lo que E respondió deseoso. Tras varios días repletos de actos sociales, quedaron para el viernes. Sin embargo, el viernes a mediodía E le comunicó a D que tenía una cena pero que la llamaría después, cosa que no hizo. Al hablar el sábado E le dijo que no la llamó porque no se había quedado solo en ningún momento y que tenía otra cena con amigos esa misma noche... A D se le hincharon los ovarios. "Vale que no te puedo exigir nada porque tú y yo no tenemos nada, pero... como vuelva a recibir un sms tuyo diciendo que quieres verme, te la corto"

Mi amiga F conoció a un tipo interesante en una fiesta. Fruto del alcohol se pegaron mil morreos. Sabiendo que seguramente se arrepentirían, decidieron no avanzar y planificaron una segunda quedada, así que se dieron los móviles. Dos días después quedaron para una cerve después del curro. Ahí se conocieron, hablaron, se cayeron genial, y mi amiga F, que pensaba mandarlo a la mierda, no lo hizo. Pero tampoco le besó al despedirse. Desde entonces recibe mensajes desesperados todas las noches que dicen que no puede olvidarse de ella ni del sabor de su boca... pero... si entre tú y yo no hay nada!!

16 comentarios:

Noelia en Juego dijo...

Me asalta una duda: si entre tú y yo no hay nada… ¿por qué me buscas por las noches? ¿Qué pasa que de día es menos divertido?

Yo no entiendo, ni entenderé, que te estés liando con un tío, que quedes con él, que te lo… en fin, y que no puedas preguntarle ¿Qué hiciste anoche? Co--- claro que me importa, ¿por qué no puedo interesarme (que no interrogarle) sobre lo que hace cuando no está conmigo? En serio, incomprensible.

La mejor historia es la de F y su tipo interesante. Que ganas tengo de que me llegue un mensaje con algo de sentido y cierto romanticismo…. Ay! (suspiro melancólico)

Empiezo a pensar que no hay un roto para un descosido. No lo hay. Definitivamente.

Conch dijo...

Si entre tú y yo no hay nada... cómo llamas lo que llevamos haciendo estos 2-4-6 meses?

Si entre tú y yo no hay nada... por qué me dices que me echas de menos cuando se me ha pasao mandarte el sms diario?

Si entre tú y yo no hay nada... por qué no pasaste de mí desde el minuto 0?

La historia de F da un poco de miedo, he de decir... Hemos perdido la costumbre y ya no nos fiamos de cualquier cosa que parezca un poco romántica...

Noelia en Juego dijo...

Si entre tú y yo no hay nada... cómo llamas a lo que quieres que te haga cada vez que nos vemos?

Si entre tú y yo no hay nada... por qué te mosqueas si “tonteo” con alguno?


Si entre tú y yo no hay nada... por qué me miraste (y miras) así desde el minuto 0?

Puede ser que la historia de F de miedo… pero ante ausencia de todo, algo es suficiente

Pale Blonde dijo...

Muy buenas las historias Conch...Las que yo conozco y alguna que he sufrido tambien me llevan a la siguiente conclusión...
O no les entiendo en absoluto o no vemos lo que no queremos ver y le damos demasiadas vueltas...

En fin...

Anónimo dijo...

Pero ¿estas cosas siguen pasando pasados los 30? Me recuerda a los 18 años... Yo hace mucho que dejé de esperar llamadas, mensajes o proposiciones; yo llamo, si me apetece, yo mando sms, si me viene bien, y propongo, si me pica. Tus amigas están un poco ancladas en la adolescencia, no? Sara M.

Antonio Rentero dijo...

Realmente es para premio la colección de capullos que conocéis.

Por lo visto las personas normales estamos condenados a no reproducirnos entre nosotros, con lo que por las cosas aquellas de Darwin al final la especie selecciona y sobrevive la característica genética que mas abunda: la estupidez.

Yo no os aburriré con mis anécdotas (que no son demasiado diferentes, por otra parte, solo que cambiando genero de los protagonistas) pq me las estoy reservando para un libro que estoy preparando, que sera un gran éxito de ventas y me permitirá retirarme de la mala vida con mis gatos a una casa espectacular que tengo diseñada en una colina solitaria a la que le tengo echada el ojo, desde donde se divisa la ciudad y pasare las mañanas montando en moto, las tardes tocando el piano y las noches viendo películas mientras languidezco y me extingo añorando tanto como pudo ser y nunca fue.

Anónimo dijo...

Soy A y sé perfectamente la diferencia entre pasar el rato y algo más, la cosa está en que yo cuando es algo pasajero no miento, los dos sabemos lo que hay, algo muy usual en los tios es mentir aunque quieran pasar el rato.

No creo que sea estar anclada, eso sería vivir en los mundos de Yupi, más bien es sentirte engañada es lo que creo que aquí critica Conch.

Conch dijo...

Querida Sara M.,

Esto no son los 18 años, ni mucho menos, nada que ver y menos mal! Que menudo traumazo de adolescencia se nos habría quedao a más de una. Esto es el siglo XXI, amiga, donde no se le da valor a nada, ni a la amistad para empezar ni al sexo para acabar. Ya no hay respeto por nada y el miedo al compromiso es algo patológico. Tener pareja es sinónimo de aburrimiento y cárcel y mostrar afecto en público es de débiles. Además estamos demasiado accesibles, a los 18 años tú tenías móvil?

Léetelo otra vez porque mis amigas y yo hace tiempo que llamamos cuando nos apetece (porque ellos no van a llamar SEGURO), proponemos si nos pica (se les han acabado las ideas, sus padres no les enseñaron de qué iba eso del cortejo) y si no estamos seguras de querer algo con un tío intentamos no engañarlos desde el minuto 0. Es esa alegría que mostramos, ese aire cool de "no te preocupes, yo soy muy liberal y no quiero casarme nunca" el que les da esa libertad para el "tú y yo no tenemos nada y si nos liamos es porque tú quisiste". Ahí debe estar el fallo, porque no te creas que no hay veces que pensamos que la culpa de todo, encima, debe de ser nuestra.

Por otra parte, me alegro de que a ti te vaya bien. Da gracias por la suerte que tienes.

Antonio, colección de capullos, grupico de gilipollas, los locos al manicomio... llámalo X.

A, ahí te quería yo ver. Muax!

Antonio Rentero dijo...

Dejando a un lado que junto a nuestra alarmante proporcion de cabrones e inmaduros enfrente hallamos una hermosa cantidad de desquiciadas (la mayoria culpa de los comportamientos de nuestros congeneres), esto ya es como en Matrix, las reglas del juego son como la cuchara... ya no hay cuchara.

La honestidad es una antigualla patetica que resbala a la mayoria, el cortejo y la galanteria (bien entendida, actualizada y modernizada, ya no tenemos caballos ni laudes no sombrero que quitarnos para saludar) huelen a caldofran, y algunos seguimos empeñados en no sucumbir a estas cosas modernas tan guais.

Me parece perfecto que muchas/os quieran seguir siendo Peter Pan con la ventaja de tener casa, coche y condones, algunos buscamos algo mas.

Esta muy bien que la diversion, el no parar y el ir y venir entre multiples centros de atencion supongan una forma de vida, pero otros preferimos compartir cosas con alguien que nos mueva el piso, pero todas con la misma, antes que ir variando tanto que llegue un momento en que tengas que llamar "cariño" por fuerza a la de turno para no confundirte de nombre.

Seguramente es necesaria una etapa de mariposeo, que ademas pasados los 30, con esa independencia y libertad de disponer de ingresos, falta de ataduras y madriguera propia se vive de forma mucho mejor que a los 20, pero bueno, mientras sea una etapa...

Lo lamentable puede ser quien haga de eso profesion de fe... en fin, que disfrute mientras pueda.

A otros palabras como amistad, compromiso, compartir, futuro, sinceridad... pues nos siguen pareciendo esenciales para el desarrollo de nuestra vida y preferimos imaginar esta no como una sucesión de parejas a cual mas estimulante sino como una sucesión de vivencias con una (misma) persona estimulante.

Junto a los que no llaman nos encontramos a las que no cogen la llamada, frente a los que proponen están las que disponen que hoy no, mañana tampoco, al otro no puedo... ¿terminamos antes si me dices que mejor deje de intentarlo que no hay nada que hacer, que ya somos mayorcicos?

Después de pasar la noche juntos y recibir muestras de cariño por parte de ella todo el día siguiente, la despedida es "bueno, pues ya quedamos un día de estos a tomar café"... ¿a tomar cafe? ¿Dos años para derribar tus barreras defensivas, encuentros y desencuentros, y cuando por fin reconoces que soy digno de confianza, que lo que veías era verdad y que no escondo nada resulta que eres tu quien me utiliza como herramienta de consuelo ocasional? Ademas, como Sting, yo no bebo cafe, yo tomo te, querida.

Después de quedar un par de veces para ver que ninguno somos el ogro feroz, de una noche de las de cine, cena, conversación hasta la madrugada y despedida en la puerta de tu casa no coges el teléfono, yo no insisto mas de la cuenta y no te lleno de llamadas perdidas, pero cuando por fin lo coges escucho un "estoy ahora mismo un poco liada, te llamo yo ahora después"... y evidentemente 3 meses después ya no sigo esperando que me devuelvas la llamada.

Pasamos meses deliciosos, con una confianza magnifica, la amistad previa de años es lo que tiene, nos complementamos a la perfección en casi todo... pero cuando tus amigas dicen "pq tu novio..." a ti te falta tiempo para decir "no, no es mi novio, somos solo amantes"... tanto que al final me convences hasta a mi mismo y prefiero no ser un amante sino quedarme en mi casica y esperar a encontrar otra mujer que si quiera ser mi novia y no solo mi amante.

Y hasta aquí, el trailer del próximo libro ;-)

Conch dijo...

Si es eso, Antonio, yo intento no generalizar, por eso pongo historias concretas y date cuenta además de que cada historia es distinta. Y es cierto, hay mucha desquiciada por ahí suelta y mucha resentida cuyo único objetivo en esta vida es casarse y tener hijos, sea como sea. Y tampoco les culpo, que lo del reloj biológico es una putada.

Recuerdo que al poco de volver de UK, después de una relación de más de 5 años, un amigo mío me dijo: “Ahora estarás buscando como loca alguien con quien casarte y tener hijos” Nada más lejos! Pero el mariposeo post-traumático es malísimo también. Y de eso hay mucho suelto también...

Sin ahondar más en filosofismos inútiles... vayamos a lo concreto:
- El tío de A hizo algo que no se le hace ni a un amigo. Si invitas a una fiesta y encima te llaman pa confirmar... y la última frase es de ser ruin y cobarde.
- El tío C es un cabrón fucker profesional.
- El tío E intenta ser como el C pero no calibra. Mi amiga le mola, pero el quedar o el si quiera que los vieran juntos supondría el fin de sus supuestamente merecidos días de mariposeo.
- Y el último... no lo sabemos. Ese sí que no calibra. ¿Habría sido mejor que mi amiga lo hubiera rechazado desde el minuto 0?

Antonio Rentero dijo...

Lo peor es esa sensación de "me estoy llevando con esta la bofetada que le quiso dar a otro" (y viceversa).

Nos hacemos daño a nosotros mismos dejando por el camino cuentas pendientes que le saldan al que viene detrás...

Olivia dijo...

Mi amiga I se muere por casarse y tener descendencia. Desde hace 5 meses está con un cuarentón, millonario, casado, padre. De uvas a peras, le llega algún mensaje que dice que tiene ganas de verla. Pero sólo se ven en su mansión, una o dos veces a la semana, a deshoras, a hurtadillas: nunca en público. Aún así, ella piensa que su relación va viento en popa. Lo pensará de verdad? llegará a buen puerto?

La mayoría de los hombres son tan parecidos y predecibles?

Conch dijo...

Cielo bendito, Olivia, lo de tu amiga es de un malrollismo supremo... y no podéis hacer nada, eh?

Olivia dijo...

Qué vamos a hacer! quién soy yo para aleccionar a nadie? la que siempre se equivoca...
Ayer se compró unos shorts para su soñada jornada en yate... al que aún no la ha invitado.

Luis Alcázar dijo...

¿Cuándo las tías dejaréis de querer ponerle etiquetas a todas las situaciones-relaciones? ¿Es que sigue habiendo guindos de los que caerse? Cuando se quiebra el curso natural de lo que fluye sin etiquetas, por lo general se acaba la incertidumbre que acompaña a los principios de una situación-relación. Nunca sigue nada bueno a la pregunta: “¿Esto qué es?”. O: “¿Tú me quieres?” O: “¿Qué soy para ti?”. Preguntas que habitualmente hace la chica, porque si las hace el chico está automáticamente liquidado, muerto. Las mejores situaciones-relaciones son las que no quieren saber que realmente son situaciones-relaciones. Simplemente saben tácitamente que son. No que lo son. Que son.
P.D. Escribo esto desde Boutique, en el entendimiento de que mi amplia experiencia puede enriquecer este posteo...

Conch dijo...

Jajajaja, Alcázar, ya me extrañaba a mí que estuvieras en tu casa a la 1am de un domingo (lunes).

La mínima etiqueta es necesaria, no? por lo menos tácitamente... en el interior de unA..

Yo ya no pregunto o por lo menos lo intento, "fluyo por la vida" como dice un amigo... (De hecho, recuerdo que la última vez me lo preguntó el tío a mí!). Lo que pasa es que luego nos enamoramos y nos pasamos de listas, vemos lo que queremos ver... y hay un momento en que te das cuenta de que vivíamos en mundos diferentes...