No me mires, no me mires (no me no me), no me mires. No me mires, déjalo ya, que hoy no me he puesto maquillaje (je je je), y mi aspecto externo es demasiado vulgar para que te pueda gustar.
La culpa de todo la tenían mi amiga M y mi madre, o al menos era en ellas en quien pensaba de camino al lugar del evento, mientras ocultaba mi cetrino careto tras mis enormes gafas de sol. Si es que no eran horas, pero bueno…
Mi amiga M vive en París. Hace ya dos veranos que se fue para allá, para trabajar en la firma de cosmética americana Bobbi Brown, de la que yo era ya muy fan hace años. Así, no hace mucho le pidieron que eligiera una ciudad de España que se saliera del típico Madrid-Barcelona y, pensando en mí y en mis amigas, me dijo, sugirió Murcia para que tuviera lugar un gran evento del maquillaje. Eduardo Ferreira, director artístico de la marca, venía a ayudarnos a conseguir nuestro mejor look, para hacernos sentir más guapas y más estupendas, y durante toda esta semana podías ir al stand de la firma, previa petición de hora, a conocerlo, a que te maquillaran y a que te doraran un poco la píldora, que las cosas como son.
No me mires, no me mires (no me no me), no me mires. No me mires, déjalo ya, no he dormido nada esta noche (che che che) y tengo una cara que no puedes mirar porque te vas a horrorizar.
Mi intención era la de ir en viernes o en sábado, para aprovechar el finde, claro, que no es plan de ir a trabajar más pintá que una puerta, pero cometí el error de confiarle a mi madre la tarea de reservar la hora. Viernes a las 15:30, me dijo. ¡No habrá horas en el día, madre! Yo, que los viernes es el único día que madrugo y duermo siesta, sufro, cual perro de Pavlov, de una profundísima somnolencia ya desde antes de empezar a comer. Pero en fin, la ocasión lo merecía, y sabía que allí sabrían taparme bien la ojera
No me mires, no me mires (no me no me), no me mires. No me mires, déjalo ya, que hoy no me he peinado a la moda (da da da) y tengo una imagen demasiado normal para que te pueda gustar.
Eduardo es tal y como me lo imaginaba, pero a la vez es un ser inimaginable. Parece un personaje de película fashion. Con un peinado imposible (por favor, que me diga cómo hace para mantener ese volumen en el tupé), estrambótico y excesivo, pero sobrio y correcto al mismo tiempo, pululaba entre las maquilladoras y las maquilladas repartiendo halagos, gestos y hasta besos, que así da gusto, jolines.
Sombra aquí y sombra allá, maquíllate, maquíllate, un espejo de cristal y mírate y mírate.
Y de cómo ciertas frivolidades te hacen sentir mejor. (¿Sabíais que en épocas de crisis crecen las ventas de barras de labios?). Al terminar, con esos ojos negruscos de loba que me dejaron, me sentí, como dicen ellos, más pretty powerful que nunca. Además, me regalaron otra sesión, que decidí dejar para el día de mi cumple.
Esa noche, a pesar del cansancio de la semana, hubo que salir de fiesta, que tanta belleza y tanto corrector de ojeras no podían ser desperdiciados.
Mira ahora, mira ahora (mira mira). Mira ahora, mira ahora, puedes mirar, que ya me he puesto maquillaje (je je je), y si ves mi imagen te vas a alucinar y me vas a querer besar.
Dedicado a A, porque gracias a él conocí a M, y porque hoy cumple treinta años, los mismos que tiene esta canción de Mecano. Muchas felicidades, hermanico, que cumplas muchos más.
3 comentarios:
Ay! Dios! Tiene treinta años ya la canción!??? Joder, me han caído como una losa!!!! =o))
Es la pregunta flash del día.
http://es.wikipedia.org/wiki/Maquillaje_%28canci%C3%B3n_de_Mecano%29
Me encanta Bobbi Brown, estoy enganchadísima a sus productos porque la verdad que me vienen muy bien a mi piel (y porque ya le estoy cogiendo el truco a esto de los colores favorecedores para mi)
Me parece estupendo que nos demos un homenaje de vez en cuando :D
Un beso!!
Publicar un comentario