Para cuando llegamos a Caravaca
ellos seguían de cháchara. Tener a dos tíos de copiloto es como el que tiene un
tío en Graná. Se supone que me indicarían el camino a los Salones del Castillo,
mirándolo al menos en el navegador del móvil, pero ahí seguían, pasando. “Bitter,
no te alteres, que esto son dos calles”. Intentando buscar un cartel, una
señal, descubrí, a la derecha, un edificio con pinta de salón con mucha gente en
la puerta. ¿Será esto? “Tanatorio de Caravaca”. Pues va a ser que no, por lo
que decidí parar el coche en seco y consultar mi navegador, pues éstos
continuaban mareando la perdiz. Todavía hubo tiempo para pasar por el parque de
bomberos antes de llegar a nuestro punto de encuentro, que parece que mi GPS
también tenía ganas de guasa.
El motivo de nuestra excursión
era un encuentro de twitteros promovido por el ayuntamiento para que
conociéramos las fiestas de los Caballos del Vino, candidatas a ser declaradas
Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO y, en la medida
que cada uno de nosotros pudiéramos, le diéramos un empujoncico en las redes
sociales.
La jornada empezó en el Templete,
donde, tras la interesante explicación sobre cruces, santos, mitos y leyendas,
comenzamos un tranquilo paseo por la Corredera bajo un sol primaveral de
delicia. Iglesias, cuestas, fotos, twits y, lo mejor, la conversación con M, P
y J, nuestros anfitriones, que resolvían mis dudas más elementales, pues yo
seguía muy confundida con las fechas. Porque a ver: si los Caballos del Vino no
son hasta el día 2, ¿qué fiesta había ese día, veinte días antes? ¿Qué era eso del
Día del Cristiano? ¿Era imaginación mía o ahí empezaban la farra mucho antes? Pues
efectivamente, tal y como me sospechaba, los caravaqueños se anticipan a sus
propias fiestas con tres sábados de pre-fiesta. Lo que viene siendo una con
otra. Yo, que acabo reventá tras del Bando y ellos tienen tres: el del
Cristiano, el del Moro (del que estarán descansando cuando lean estas líneas) y
el del Pañuelo, para después la Noche de las Migas el día 30, como antesala a otros
cinco días de intensa actividad festera. Y tan intensa, que tendríais que ver
la emoción con la que te cuentan lo que pasa el día de 2, especialmente la
subida de los caballos. Y que te lo explique un caballista de primera mano a
los pies de la cuesta, que te transmite hasta los pelos de punta y los
escalofríos.
Para cuando llegamos al
santuario, donde seguían hablándonos de las bondades, anécdotas y diversos
acontecimientos de semejante festival, mi cuerpo estaba ya contagiado de
fiesta. Ya llevábamos tiempo oyendo charangas a lo lejos y la primera caña se
hacía esperar. En ese momento, mis dos perlas, Y y A, parecieron leerme el
pensamiento. “Bitter, estamos secos. Yo una me tomaba”. Así nos separamos del
grupo, en busca de una cerveza bien fría.
Callejeando aparecimos en el Bar
33, mítico y recomendado por todo aquel que vive o ha vivido alguna vez en
Caravaca. Conocido por su llamativa decoración, sus tapas, su solera y por lo
que sea que nos mola de estos bares de toda la vida, pronto estábamos allí de
cañas inaugurando como se debía el Día del Cristiano. De ahí pasamos al Bando, con
más tapas, cerves y mogollón, en una Gran Vía invadida por charangas y buen ambiente.
La comida fue en los Salones del
Castillo, donde, además de hincharnos a cosas ricas, compartimos, entre risas, teorías
sobre lo que P llamó influyers o cómo
llegar a ser trending topic. Qué
manera de saltarse todo tipo de dietas y qué manera de liarme. Yo, que había
venido en coche para controlarme y volverme antes, pronto me vi de gintonics en
el monísimo hotel Almunia. “Cenamos algo y nos volvemos a Murcia, Bitter”,
sugirió Y, mientras A proponía bajar a la Zona en busca del pibón caravaqueño.
Dos horas después y sintiéndolo
mucho, obligué a mis chicos a levantar nuestro particular campamento cristiano.
Una retirada digna y a tiempo que después me agradecerían. Así, nos despedimos
de nuestros queridos anfitriones deseándoles unas felices fiestas y suerte,
aunque no la van a necesitar. Esa noche #caballosdelvino fue trending topic.
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