La segunda jornada del
SOS empezó casi como la primera. O no. Tras un día de estar más muerta que viva y una ducha restauradora volví al 609 a recoger a los Zipi y Zape: Zape con resaca y lagunas increíbles y Zipi como si nada.
Esta vez fuimos al auditorio en coche, como unos señores. Llegamos más tarde de lo que yo hubiera deseado, pero de esto sólo me culpo a mí, que conste. Lo que me costó arrancar…
Así pues nos perdimos a
Miqui Puig, que se supone que pinchaba desde las 7. Pues cuando llegamos se ve que el tío se había cansao ya. En su lugar me encontré a Fidias, pijo, el que pincha en Campoamor todos los veranos. A Miqui Puig lo vimos después pululando por el auditorio y alrededores haciéndose fotos con payas. Qué ganas tienen algunas.
Nos dimos una vuelta por partes del festival que no habíamos explorado el día anterior y descubrimos un sitio de zumos y mojitos que parecía bastante chachi pero al que nunca volvimos pa probar nada.
Luego fuimos a ver a
los Cabriolets, el grupo liderado por
Bimba Bosé. Menudo timo. Yo estaba indigná! La música no estaba mal pero la tía parecía que estaba ensayando! En ningún momento se dirigió al público, y si lo hacía cerraba los ojos! Cantaba mirando al del órgano o a su corista! Será ordinaria la tía, además de fea que iba! Me cayó fatal. Y eso que es de familia de artistas… nadie le dijo que no hay que dar la espalda a los espectadores? Yo que pensaba que lo del
stage presence era una chorrada…Me daban ganas ir a la primera fila y decirle: “Acha, tú, larguirucha, paya fea, que estamos aquí!”. Podéis comprobarlo en este
video. Hasta el cámara pasa de ella y que no le extrañe. Hubo un momento que uno de los guitarristas dijo “gracias, Murcia!” y entonces ella se ve que se inspiró y dijo “Gracias, Murcia, Viva Murcia” pero mirando al guitarrista…
Yo entonces me dediqué a mirar al personal que llegaba a la Fica… gente muy moderna (entre los que me incluyo, jiji), hippies, jinchos, raritos, emos, drags, punkies, pijos (pocos), góticos, con pinchos, con corsés, posibles padres de mis hijos...
Tras Bimbita
las Nancys Rubias. Jajaja. Lo pienso y me río. Qué buenas.
“Barbie debe morir!”. La gente se lo tomó muy a pecho. Yo mientras me cenaba una guarrada de esas turco-egipcias de arroz y verduras al curry.
Y después, of course… tras la delicada colocación de una gigante lámpara de araña en el lado derecho del escenario…
FANGORIA. Eso sí que fue un pedazo de concierto. Qué bien lo pasamos, qué coreografías nos montábamos en 5 segundos. Alaska es una máquina, una máquina pequeña pero hay que ver la tía, los años no pasan por ella. Disfrutamos especialmente de
Miro la vida pasar,
Criticar por criticar y
No sé qué me das. Una pena que no tocaran mis
Retorciendo palabras de amor…
Rabo, Rabo, Rabísimo!
Hablando de rabos… o no, a
Alaska en el escenario la acompañaban las
Leopardo no viaja. Dos travelacos inmensos de melenas salvajes y suntuosas: una rubia tetona y la otra morenaza culona. Impresionantes y divinas. Según me contaron, no cantaron su gran éxito
El Butanero pero si nos deleitaron con una rumbita sandunguera llamada
Sorpresa sorpresa. Especialmente memorable fue la actuación de las tres con la canción de
La mosca muerta, patas parriba y matamoscas incluido. Finalmente, después de tres cambios de vestuario,
Fangoria y las
Leopardo se despidieron con el
Huracán Mexicano ...
Me llamo Alaska y soy un huracán…
Después de ellos, los
Digitalism. Bailoteo, bailoteo, bailoteo… una hora máximo!
Aquí el grupo se dispersó, entre sushi yendo y viniendo de la zona VIP, Luis y su prima en el Saab club, las otras locas bailando y haciéndose fotos con to quisqui… y yo sin beber alcohol… bajón, bajón. Lo peor de todo, que a mí estas cosas me dan hambre… cayó un kebab por aburrimiento y porque me lo compró sushi sin darme cuenta! Ale, a esperar a
los Chemical…
El comienzo de los
Chemical Brothers fue un poco "me cago de miedo", incluso satánico, las cosas como son…
Lo que más me gustó de ellos: el espectáculo láser que llevaban. Algunos de nosotros estábamos embobados con tanta lucecita, aunque en ocasiones daba un susto o muerte… el payaso horrible aquel… Hubo
Hey boy hey girl, que así a bote pronto es el único tema que conozco de ellos. Una hora después… aquí una servidora estaba ya hasta el moño! Decidí entonces hacer mutis por el foro con Luigi, que estaba falto de cariño e indignao también por otros asuntillos sin importancia.
Antes de salir del auditorio ligoteamos con el de las camisetas de
Tolky Monkys, qué guapo, por Dios! Y qué simpático. Estoy convencida de que le caímos genial, aunque ahora que lo pienso, a día de hoy, no he recibido el email que me prometió el macizo (el de la camiseta naranja... Grrrrrr!).
Me perdí a
Jeff Mills, cierto es, pero, aun así, con todo, el
SOS 4.8 me dejo un fantástico sabor de boca. Ya estoy contando los días para el del año que viene…
Besicos a todos, tanto a los que me acompañaron como a los que no pudieron ir. Estoy segura de que el año que viene estaremos allí todos.